Ejemplos con disipador

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La historia de Mushkil Gusha, el disipador de todas las dificultades es un cuento que proviene de Irán, donde se transmitía oralmente.
Los termopares se colocan en la parte exterior del contenedor, con el contacto externo del mismo situado junto a un disipador.
Cuando haya que pasar disipador y baga al siguiente tramo del cable de vida tocará hacer fuerza de brazos de nuevo.
En tramos desplomados, es muy útil la tercera baga para quedarse colgado y poder utilizar los brazos para pasar el disipador en el cable de vida o para afrontar el siguiente paso.
Los mosquetones del disipador siempre es mejor llevarlos por encima de los brazos y cintura, porque sino suelen quedarse atrás y hay que retroceder un paso.
Avanzar con pies y manos sobre los peldaños de hierro e ir pasando el disipador por el cable de vida.
Los dos mosquetones del disipador que estén contrachapados.
Nunca hacer un cambio del disipador con los dos mosquetones a la vez.
Siempre uno de los dos mosquetones del disipador anclado.
disipador de energía: elemento que en caso de caída amortiguará el golpe.
También de forma secundaria, se utiliza el ventilador junto con un disipador o un radiador para aumentar la transferencia de calor entre un sólido y el aire, bien para refrigerar, bien para calentar cualquiera de los dos elementos en contacto.
Requiere un pequeño disipador en uno de los reguladores de tensión, aunque la disipación de calor no es muy grande.
Una característica notable de este tipo de encapsulado es el reverso metálico, que posee un agujero utilizado para montar el dispositivo sobre un disipador.
Refrigeración: Tanto la CPU y la GPU utilizan un disipador con tecnología heatpipe para realizar de manera eficiente la disipación del calor de ambos.
Los que son completamente de metal, éstos, por las propiedades térmicas del metal, suelen ser mejores, debido a que el metal también es un buen conductor del calor, y por lo tanto funciona como disipador.
Sanguinario y tiránico al mismo tiempo que predicaba la paz y la libertad, resuelto a gozar ávidamente mientras decía que los sufrimientos de los demás le hacían gemir, codicioso, disipador, infiel, mentiroso, ese hombre no podía ser objeto de un amor noble, sólo podía ejercer una fascinación perversa, una curiosidad malsana, deseos serviles.
Yo he sido un disipador, un pródigo, lo reconozco, pero soy el jefe de una casa ilustre, soy un pobre viejo, un glorioso árbol caído, y merezco, si no que se me ame, al menos que se me respete.
Beltrán ha sido toda su vida un disipador de lo suyo y de lo ajeno, como que no ha hecho más que divertirse y darse buena vida en los Parises y otras tierras de vicio.
Joven, buen mozo, alegre, disipador, sombra fatal de todos los maridos, grata ilusión de todas las mujeres, cierto que ni por su escasa fortuna, ni por sus ningunos estudios, ni por su carácter inconstante y altivo, parecía llamado a conquistar entre los demás hombres una elevada posición social, y que hubiera representado un papel nada airoso en un tribunal o en una academia, pero en cambio ¿quién podía disputarle la ventaja en un estrado de damas, siendo el objeto de su admiración, o cabalgando a la portezuela de un coche sobre un soberbio alazán? Estas circunstancias unidas a su buen decir, sus estudiados transportes, y su tierna solicitud, fueron más que suficientes para dominar un corazón infantil, y alejar de él toda idea de calculada reflexión.
El hombre con quien se casó por compromisos de familia reunía en su alma proterva todas las maldades, vicios y groserías imaginables, y era libertino, disipador, cruel, falso, tramposo.
Pero, a pesar de las grandes cualidades y de los dones de todas clases, que hacían que no tuviese par a lo largo ni a lo ancho del mundo, el tal joven y encantador sultán Zein era un extraordinario disipador de riquezas, un pródigo que no tenía freno ni orden, y que, con las liberalidades de su mano abierta a jóvenes favoritos glotones en extremo, y con lo que gastaba en las mujeres innumerables de todos colores y de todas estaturas que mantenía en palacios suntuosos, y con la compra no interrumpida de nuevas jóvenes que a diario le procuraban, en estado de virginidad, por precios exorbitantes, para que les metiese el diente, había acabado por agotar completamente los inmensos tesoros acumulados desde hacía siglos por sus abuelos los sultanes y los conquistadores.
Consultado, pues, Galba sobre sucesor, Vinio le propuso a Otón, y no de balde tampoco, sino mediante el casamiento de su hija, que había de tomar por mujer Otón después de adoptado por hijo y declarado sucesor en el Imperio, pero Galba era hombre de quien no se podía dudar que antepondría el bien público al suyo privado, y que procuraría, no lo que más le lisonjease a él mismo, sino lo que hubiera de ser más útil a los Romanos, bien que, aun cuando quisiera atender a sus propios intereses, parecía que no elegiría a Otón por heredero constándole que era desarreglado, disipador y que se hallaba abarrancado de deudas hasta en cantidad de cinco millones de sextercios.
Porque tienen los censores facultad para excluir del Senado al que vive desarregladamente, para nombrar al de mayor probidad y para castigar a los jóvenes privando de la dignidad ecuestre al que es disipador.

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