Ejemplos con dioscuros
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Según las leyendas romanas, los Dioscuros habrían combatido al lado de los romanos como dos jóvenes caballeros.
Durante su estancia en el Hades, los Dioscuros la rescataron.
Cuando Teseo y Pirítoo secuestraron a su hermana Helena y la llevaron a Afidna, los Dioscuros la rescataron y raptaron en venganza a la madre de Teseo, Etra.
Cuando Astidamía, reina de Yolco, ofendió a Peleo, los Dioscuros le ayudaron devastar su país.
Una hija de Leucipo, sacerdotisa de Atenea, que fue raptada por los Dioscuros y terminó casándose con Polideuces.
Gala, la esposa de Dalí es representada como Leda, quien, según la leyenda, fue seducida por el dios griego Zeus transformado en cisne y dio a luz el huevo del que nacieron los dioscuros, Cástor y Pólux y las hermanas Helena y Clitemnestra.
El mito romano establece que Cástor y Pólux intervinieron en esta batalla apoyando a los romanos, por lo cual el dictador dedicó un templo a los Dioscuros en el foro.
Actualmente se considera que pudo consagrarse en realidad a los Dioscuros, por creerse que ya en tiempo de los griegos se habían honrado allí a dos divinidades.
Del norte de este templo parte una vía procesional que rodea las viviendas para incorporarse a la Puerta V y al templo de los Dioscuros.
El templo de los Dioscuros tiene una planta similar al de la Concordia.
El templo de los Dioscuros se alza sobre un témenos que es el más antiguo de todos los lugares de culto conocidos en Agrigento.
La ciudad fue llamada por los Dioscuros, los hermanos gemelos Castor y Polux de la mitología clásica griega, suponiéndose que posteriormente se desarrolló en la moderna ciudad de Sujum.
Una hija de Leucipo y Filodice, hermana por tanto de las mujeres de los dioscuros.
El realismo de la pieza sugiere que es algún boxeador en particular, y no la representación de Polideuco, uno de los Dioscuros.
Los Dioscuros, hermanos de Helena, fueron a liberar a su hermana.
Los que le conocían bien no dudaron que aquello era cretizar con los Cretenses, mas ellos cayeron en el lazo, y entregándolas, se quedaron sin nada, porque no les dio el dinero, y aun tomó prestados de los amigos treinta talentos, los mismos que de allí a poco habían de ocupar los enemigos y con aquellos navegó a Samotracia, donde, fugitivo, se acogió al templo de los Dioscuros.
Si exceptuamos en efecto, como dije, los nombres de Posideon y el de los Dioscuros, y además los de Hera de Hista, de Temis, de las Chárites y de las Nereidas, todos los demás desde tiempo inmemorial los conociera los egipcios en su país, según dicen los mismos, que de ello yo no salgo fiador.
Dícese que de la batalla de los Italianos junto al río Sagra se tuvo noticia en el mismo día en el Peloponeso, así como en Platea de la de Mícale contra los Medos, y cuando los Romanos vencieron a los Tarquinos y a los del Lacio sus auxiliadores, de allí a muy poco llegaron dos mensajeros, varones de gran belleza y estatura, que trajeron el aviso, y se conjeturó que eran los Dioscuros.
Hubo algunos que dijeron haber visto, al punto mismo de salir contra los enemigos la nave de Lisandro, brillar de una y otra parte, sobre el timón de ella, la constelación de los Dioscuros, con grandes resplandores, otros afirmaban que la caída de la piedra fue señal de este acontecimiento: porque, como es opinión común, cayó del cielo, hacia Egospótamos, una piedra de gran tamaño, la que muestran todavía en el día de hoy, siendo tenida en veneración por los del Quersoneso.
De los despojos consagró Lisandro en Delfos su retrato y el de cada uno de los capítulos de las naves, y puso de oro las estrellas de los Dioscuros, las que ya no existían antes de la batalla de Leuctras.
Como los cónsules hubiesen publicado ferias con este motivo, hizo marchar a la muchedumbre contra ellos, hallándose en junta en el templo de los Dioscuros, y dio muerte, además de otros muchos, al hijo del cónsul Pompeyo, en la plaza, y el mismo Pompeyo tuvo que libertarse con la huída.
Fue tal y tan celebrada, según es fama, la hermosura de Flora, que, queriendo Cecilio Metelo adornar con estatuas y pinturas el templo de los Dioscuros, puso su retrato entre los demás cuadros a causa de su belleza.
Clito no se había prevenido con el sacrificio, sino que sin dilación marchó a cenar con el rey, que había sacrificado a los Dioscuros.
Cuando, deteniéndose un poco, vio el templo de los Dioscuros rodeado de armas, las gradas guardadas por gladiadores y al mismo Metelo sentado con César en lo alto, volvióse a sus amigos y les dijo: “¡Qué hombre tan osado y tan cobarde al mismo tiempo el que contra uno solo, desarmado y desnudo, ha levantado tanta gente!”, y continuó sin detenerse con Termo.
Ejecutóse así, y todos se dispersaron, permaneciendo solo Catón, al que, insultado y acometido con piedras y palos desde arriba, no abandonó aquel Murena absuelto en la causa en que éste fue su acusador, sino que, oponiendo su toga, y gritando a los que le tiraban se contuviesen, y, por último, persuadiendo al mismo Catón y tomándole entre sus brazos, lo condujo al templo de los Dioscuros.
Dícese que en esta batalla se aparecieron los Dioscuros, y que después de ella se les vio, con los caballos goteando de sudor, dar la noticia en la plaza, en el sitio junto a la fuente donde está edificado su templo: de donde proviene que en el mes de julio el día de los idus, que es fiesta triunfal, está consagrado a los Dioscuros.
