Ejemplos con diabólica

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La imagen del personaje, tan diabólica y negativa, resulta carente de verosimilitud, pues en todo el libro no existe un solo rasgo positivo del mandatario, lo cual resta seriedad a la obra.
Como indica el nombre, esta tribu habita en las zonas subterráneas de Perim, las criaturas de este lugar tienen apariencia aterradora y casi diabólica en algunos casos, las criaturas de esta tribu dominan en su totalidad el fuego siendo su elemento característico.
La depravación de los eldars llegó hasta tal punto, que todas esas emociones se fundieron y así nació una nueva poderosa y diabólica entidad en la disformidad, el dios del Caos Slaanesh, el Príncipe de Placer.
Explicación de esta estampa del manuscrito del Museo del Prado: Es muy justo: Serían discípulos ingratos, si no visitaran a su catedrático, aquien deben todo lo que saben en su diabólica facultad.
Jim Ross que transmitía en RAW llamaba a la celda como la estructura diabólica.
Ese mismo año, durante los Q Awards, Brown dijo que Kylie Minogue era una pequeña muñeca diabólica, y añadió: Ella se parece a un caballo.
Su diabólica técnica es el de rellenar de explosivos cuerpos muertos para luego hacerlos explotar.
Monkey Shines, conocida en España como Atracción diabólica y en Argentina como Monerías diabólicas, es una película estadounidense del género thriller dirigida por George A.
La veterana actriz fue la voz inglesa de la diabólica posesión de la actriz Linda Blair en El exorcista.
Al mandar a Ricky Banderas de vacaciones, La Secta Cibernética murió y con Ozz nació La Secta Diabólica, junto con Cuervo, Scoria y Espíritu, pero en su poder se encontraba el Campeonato Nacional Atómico, con Chessman, el cual enfrentaron contra los Mexican Powers los cuales perdieron y por cosigiente agredieron a Chessman hasta dejarle seriamente herido, rompiendo cualquier lazo que los uniera con el o con los entonces formados Hell Brothers.
El gusano representa a la figura diabólica.
Daemon o Demon en la versión Latina, es el segundo al mando por lo tanto es también inimaginable mente fuerte no tanto como Lucemon Falldown Módem pero si es fuerte el es tan malvado que por eso se le dio el segundo al mando el esta tapado en la mayoría de su cuerpo por una Túnica para ocultar su diabólica forma Daemon alega se alguna bes un Seraphimon caído de la gracia por rebelarse al dios del mundo digital.
En el tema de la existencia de Dios, la carga de la prueba corresponde a quienes la afirman, la exigencia contraria sería una imposibilidad lógica como las que en terminología jurídica se denominan prueba diabólica.
La confrontación de Elsa y Ortrud en el segundo acto es uno de los momentos lirico-dramáticos culminantes de la literatura wagneriana, antecedido por la imprecación de la diabólica Ortrud Entweihte Götter!.
Se juntaban todos para tirar con fuerza diabólica de los rebaños de hombres que se lanzan a la conquista de un ideal nuevo y extraordinario, restableciendo con violenta reacción la calma de la vida, que aman silenciosa y plácida, con susurros de hierbas mustias y aleteos de mariposas blancas: una dulce calma de cementerio dormido bajo el sol.
Tenía para esto una habilidad diabólica.
Xuantipa, con alegría diabólica en el semblante, dió libertad a la hiel que tenía almacenada:.
Pero ¿qué se le había de hacer? En cambio, se declaró aquella casa, desde entonces, el centro de la buena sociedad del pueblo, y a doña Juana se le caía la baba de placer con las atenciones de que era objeto: sinceras unas, es verdad, por tratarse de gentes no mucho más avisadas que ella, e hijas otras de la diabólica intención de dar pábulo a las majaderías de la encumbrada lugareña, pero interesadas todas, porque, al cabo, en aquella casa se bailaba mucho y se cenaba bien, lo cual en ninguna parte se desdeña en estos tiempos.
Se me ocurrió una idea diabólica: Si yo mañana por la noche trajese a la Pinta y la hiciese entrar en la habitación de don Guillén.
Una voz cantaba con diabólica satisfacción en el cerebro del capitán: ¡Ya está madura! ¡ya está madura! Y seguía tirando de ella, siempre en línea recta, sin saber hacia dónde caminaba, pero seguro de su triunfo.
Ahora bien, como ya conocemos la afición de don Benigno a la cría de pichones, la gacetilla iba directamente a él y con una intención diabólica.
La propaganda diabólica de los obreros de Bilbao había llegado hasta la gente sencilla y sufrida de la montaña.
El bebé, con sus ingenuidades de loquilla, tenía una habilidad diabólica para salirse siempre con la suya.
A última hora, a las seis de la mañana, se alumbra el teatro con luces de Bengala, que le dan un aspecto fantástico: báilase la , perfectamente llamada así, condénsase en vivísimas expresiones, en tumultuosos pensamientos, en rápidos compases, en frenéticos giros, toda la poesía diabólica de la noche, y entonces, los que se han reunido por casualidad, los que sólo pueden hablarse con el rostro cubierto, los que no esperan verse ya lo menos en un año, sienten un hondo vacío en el corazón, como si les faltase la vida, como si se acabase el mundo.
—Pero ¡qué poetisa!—Vedla sí, envenenada, mordaz, perversa, diabólica, esgrimir una pluma y una lengua comparables a dos aguijones.
os dice vuestra novia, echandoos la última mirada, aquella mirada con que las andaluzas resumen una larga conversación, aquella mirada que todo lo durante dos o tres horas, mirada pícara y tierna, diabólica y angelical, llena de pudor y de abandono, mirada, en fín, que dura todo el tiempo que tarda la niña en cerrar la reja, cosa que hace muy lentamente, dejando a veces una rendijita, y arrepintiéndose luego, y abriendo otro poco para haceros un mohín que parece un beso en capullo.
Fijó sin embargo una mirada escrutadora en las escuetas facciones del cazador, donde creía advertir, muy encubierta y disimulada, cierta contracción diabólica.
Advierte, hija mia, que estás en Salamanca, que es llamada en todo el mundo madre de las ciencias, y que de ordinario cursan en ella y habitan diez o doce mil estudiantes, gente moza, antojadiza, arrojada, libre, aficionada, gastadora, discreta, diabólica y de humor.
No os despechéis, señor Caballero de la Triste Figura, de las sandeces que vuestro buen escudero ha dicho, porque quizá no las debe de decir sin ocasión, ni de su buen entendimiento y cristiana conciencia se puede sospechar que levante testimonio a nadie, y así, se ha de creer, sin poner duda en ello, que, como en este castillo, según vos, señor caballero, decís, todas las cosas van y suceden por modo de encantamento, podría ser, digo, que Sancho hubiese visto por esta diabólica vía lo que él dice que vio, tan en ofensa de mi honestidad.
Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería, a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero, y que, sin saber cómo o por dónde, en la mitad del coraje y brío que enciende y anima a los valientes pechos, llega una desmandada bala, disparada de quien quizá huyó y se espantó del resplandor que hizo el fuego al disparar de la maldita máquina, y corta y acaba en un instante los pensamientos y vida de quien la merecía gozar luengos siglos.

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