Ejemplos con desvelo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Era proverbial, el desvelo que tenía en la atención de sus subordinados, sean estos oficiales o miembros de tropa, para hacer más llevadera las duras condiciones de lucha en el frente de batalla.
Tras caer con su dragon en la batalla de Awa, resultó gravemente herida, pero sobrevivió lo suficiente para contar su historia a Alsan, que le desvelo el fin de su hermana antes de su muerte.
Antes que la niña partiese de Luzmela pudo él abrazarla y prometerla toda su fortuna y su desvelo.
Mi desvelo fue parte a que me fijase en una señora que a mi vera estaba, la cual durmió hasta más allá de Ávila, y poco después, volviéndose a mí, me preguntó que cuánto faltaba para llegar a Bribiesca.
En vela pasó toda la noche pidiendo al Señor que afianzara con buenos remaches, en la voluntad de Bruno, la determinación de volver al territorio, mientras Lea y Eufrasia, en su febril desvelo, muertas de ansiedad y sobresalto, pedían a la Virgen de Calatrava, su patrona, y a la de la Paloma de acá, y a todas las españolas Vírgenes, que arreglasen con Dios por buena manera todos los piques entre y liberales, y entre estos y el Regente, y que procurase la reconciliación de los con los , y de los de Mayo y Agosto con los de los demás meses del año, para que D.
Se devanaba los sesos en el torniquete de su desvelo para averiguar el sentido de tal fenómeno, y llegó a figurarse que de los restos fríos de Mauricia salía volando una mariposita, la cual mariposita se metía dentro de la y la transformaba ¡Cosa más rara! ¡El mal extremado refundiéndose así y reviviendo en el bien más puro! ¿Pero no podría ser que Mauricia, arrepentida y bien confesada y absuelta, se hubiera trocado, al morir, en criatura sana y pura, tan pura como la misma santa fundadora o más, o más? ¡Qué confusión, Dios mío! Y que no haya nadie que le explique a una estas cosas.
Todo indicaba que los ojos de la madre y la aguja de Leocadia prescindían de lo que antes constituía su mayor desvelo, lo único limpio, nuevo y reluciente que allí quedaba, era el marco dorado que compró doña Manuela para la estampa de la Virgen.
En su desvelo, sintió las pisadas de los ratones que en aquellos climas vivían, pisadas que en sus oídos resonaban como si fueran producidas por los pies de un ejército de gigantes.
Pero como el desvelo de las pasadas noches la venciese, se quedó dormida en el estrado.
Levantóse de su asiento, abrió con cuidado la puerta del salón, y vio sentada en un sillón, con los brazos caídos y su hermosa cabeza indinada atrás, a la bella Haydée, que se había sentado frente a la puerta, a fin de que no pudiese salir sin verla, pero que el desvelo y el cansancio la habían rendido, el ruido que hizo el conde al abrir la puerta no la despertó.
En tan breves palabras estaba encerrada su vida y la de doña Beatriz, con su continuo desvelo, su soledad y su esperanza siempre burlada.
tramada por las grandes arañas del desvelo.
Yo, escritor, me desvelo por quien paga.
Excusado creo decir que aún me hallaba yo en la cama, tan abrigadito y campante, gozando de ese dulce sopor que está a dos dedos del sueno y a otros tantos del desvelo, pero que, sin embargo, dista millares de leguas de los dolores, amarguras y contrariedades de la vida, estado feliz de inocente abandono en que la imaginación camina menos que una carreta cuesta arriba, y no procura más luz que la estrictamente necesaria para que la perezosa razón comprenda la bienaventuranza envidiable que disfrutan en esta tierra escabrosa los tontos de la cabeza.
Con el desvelo y las lágrimas vertidas, tenía el pobre hombre los ojos como puños.
Y cuando el sol, en cuanto camina con las horas, no da paso donde Vos no dominéis, la noche en el mundo opuesto no mira con el desvelo de las estrellas mar ni tierra que no sea Vuestro.
La contestación a estas dos preguntas la leí estando ya en la cama, y no me dejó pegar los ojos en toda la noche, o si los pegué, fue para seguir viendo lo mismo que causara antes mi desvelo.

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