Ejemplos con destemplanza

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pilarita encubría su destemplanza con la tristeza común a toda la familia.
Le miró Aura, calladita, y él, por la presencia de la familia y del cura, no se abalanzó a remediar la destemplanza de su esposa con besos ardientes.
Sí gozarás, porque su salud y su templanza en el vivir prometen muchos años de vida, la cual muchos suelen acortar por su destemplanza.
El temor de ser denunciados, de indisponerse con determinadas personas, el respeto debido a la vida privada, el decoro propio y otros motivos semejantes impiden a menudo a los periódicos el descender a ciertos pormenores y referir anécdotas que retratan al vivo al personaje a quien atacan, sucediendo a veces que con la misma exageración de los cargos, la destemplanza de las invectivas y la crueldad de las sátiras no le hacen, ni con mucho, el daño que se le podría hacer con la sencilla y sosegada exposición de algunos hechos particulares.
Y diose a murmurar con tanta destemplanza contra sus señorías los alcaldes, que éstos se amostazaron, enviaron al alguacil en busca del maldiciente, le echaron una peluca de padre y muy señor mío y por seis horas lo enjaularon en la cárcel.
Primero eran pequeños escalofríos que le acometían al caer de la tarde, después destemplanza, y por fin cayó postrada con calentura.
A todo el que a la casa llegaba, decía la señora: «¿Qué le parece a usted, tendrá destemplanza?».
Un día, después de muchos días de destemplanza entre los dos, le vi entrar furioso.
Al acercarme para saludarlo dio un paso atrás y rechazando mi mano dijo con destemplanza:.
No era Lidíades, por naturaleza, ruin e insensible al honor ni, como los más de los que dominan solos, se había arrojado por destemplanza o codicia a esta maldad, sino que, llevado del amor de la gloria, todavía joven, y seducido con las vanas y mentidas alabanzas que se hacen de la tiranía como de cosa feliz y admirable, sin reflexionar hicieron estas especies presa en su ánimo ambicioso, y erigido en tirano, en breve contrajo la arrogancia y orgullo propios de la monarquía.
Los antiguos Espartanos hacían a los hilotas en sus festividades beber vino destempladamente, y después los introducían en sus banquetes para que los jóvenes vieran por sus ojos la deformidad de la embriaguez, mas nosotros no tenemos por muy humano ni por muy político el procurar la corrección de unos por medio del desorden y la destemplanza de otros, creemos, sí, que de los que más se abandonaron, y en un gran poder y grandes negocios manifestaron una insigne maldad, puede quizá convenir que introduzcamos una o dos parejas para que también sus vidas sirvan de ejemplo, no a fe por el placer y diversión de variar nuestro cuadro, sino a la manera de lo que ejecutaba Ismenias de Tebas, que haciéndoles a sus discípulos oír a los que tañían bien la flauta y a los que la tañían mal, les decía después: “Así se ha de tocar”.
Fueron, pues, muchos los peligros que corrió en aquellos encuentros, y graves las heridas que recibió, pero el mayor mal le vino a su expedición de la falta de los objetos de necesidad y de la destemplanza de la atmósfera.
Juntaron en uno todas las tropas, y con el gran número de armas y la brillantez de los preparativos dieron gran fuerza a los Macedonios, pero habiéndose hecho indóciles por sus riquezas, y delicados por el regalo después de la muerte de Alejandro, y teniendo además pervertidos sus ánimos y dispuestos a la tiranía con las insolencias de los bárbaros, entre si no podían ni avenirse ni aguantarse, y, por otra parte, con lisonjear sin tasa a los Macedonios, gastando con ellos en banquetes y sacrificios, en breve tiempo convirtieron el campamento en un mesón de pública destemplanza e infundieron ideas demagógicas a los soldados sobre la elección de generales, como en las democracias.
Exhortábalos a que si se habían hecho grandes con la virtud y la moderación, no empezaran a usar de peores medios, y a que si se habían engrandecido con la destemplanza y la maldad, se convirtieran a lo mejor, pues ya con aquellas se habían hecho bastante grandes.
destemplanza de los climas.
Conociendo que hay Dios conocemos una verdad, porque realmente Dios existe, conociendo que la variedad de las estaciones depende del Sol, conocemos una verdad, porque, en efecto, es así, conociendo que el respeto a los padres, la obediencia a las leyes, la buena fe en los contratos, la fidelidad con los amigos, son virtudes, conocemos la verdad, así como caeríamos en error pensando que la perfidia, la ingratitud, la injusticia, la destemplanza, son cosas buenas y laudables.
No amaestra este primor a ser Momo un varón culto, que es insufrible destemplanza, sí a ser integérrimo censor de lo que vale.
No encarga este aforismo que sea maleante el discreto, sino entendido, no que todo lo condene, que sería aborrecible destemplanza de juicio, ni tampoco que todo lo aplauda, que es pedantería.
Pero la perennal destemplanza, y con todo género de personas, es una intolerable grosería.
Importará mucho conocer esta destemplanza de humor para vencerla, y aun entonces convendrá declinar al otro extremo, si ha de dejar alguna vez la acertada medianía para ajustar el fiel de la prudencia.
Una gran capacidad no se rinde a la vulgar alternación de los humores, ni aun de los afectos, siempre se mantiene superior a tan material destemplanza.
No encontró en ella ningún síntoma de consideración: todo el mal se reducía a una ligera destemplanza, que se curaría con las ropas de la cama y los mimos de su madre.
-Sí, que tengo, poique hier tarde estuve platicando con Sebastián el Cachete, que me ijo qué no está ni peor ni mejor, sino que sigue tosiendo y con su miajica de destemplanza.
,Guillermo:Se ha retirado a su cuarto con mucha destemplanza.
Tiene destemplanza.
Me dieron escalofríos, experimentando frío y calor a la vez y una destemplanza nerviosa como la que produce el roce de una lima en los dientes.
Y has de saber que todos enferman del exceso o destemplanza de humores, pero lo que es morir, todos mueren de los médicos que los curan, y así no habéis de decir cuando preguntan: ¿de qué murió fulano?, de calentura, de dolor de costado, de tabardillo, de peste, de heridas, sino, murió de un Doctor tal, que le dio de un Doctor cual.

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