Ejemplos con despojaron

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Los zulúes despojaron su cadaver de todo excepto de unas medallas, pero por el valor demostrado en la lucha no siguieron su costumbre de abrir en canal a sus víctimas y desmembrarlas, y dejaron su cuerpo intacto, que fue recuperado el día siguiente.
Después de recalar y abastecerse en las islas Canarias, la travesía hasta el destino asignado no fue venturosa, ya que los vientos empujaron a los barcos hasta las costas africanas del golfo de Guinea, donde unos piratas franceses los despojaron de todo cuanto llevaban de valor.
Algunos miembros de la tripulación viendo el abandono de sus mando, se despojaron de sus uniformes para confundirse con el pasaje y poder salvarse más fácilmente.
El cúmulo de deudas los despojaron de su fortuna.
Según la versión de los sublevados, recogida principalmente por el libro Princesas del Martirio, de Concha Espina, las milicianas despojaron a las enfermeras de toda su ropa, y, ya sobre el mediodía, las voluntarias republicanas las fusilaron, enteramente desnudas, en un prado.
Martínez construyó la primera Capilla Católica en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, en donde ahora se encuentra la Agencia Municipal, por haberlo hecho, durante la Guerra Cristera lo despojaron de todas sus pertenecías.
En el recibimiento, las señoras se despojaron de los abrigos y las toquillas.
Los cuatro se despojaron de los sombreros al pisar el palco escénico.
Los dos se despojaron de boinas y alpargatas y con los pies desnudos subieron sobre las piedras, en las cuales estaban marcados los redondeles que debían perforar.
Subiéronle, y que quieras que no, le despojaron de los pingajos que vestía y trajeron un gran barreño de agua.
Sólo llegó el cura al punto de cuando los franceses despojaron a los cristianos que en la barca venían, y la pobreza y necesidad en que su camarada y la hermosa mora habían quedado, de los cuales no había sabido en qué habían parado, ni si habían llegado a España, o llevádolos los franceses a Francia.
En resolución, todos pasamos con los franceses, los cuales, después de haberse informado de todo aquello que de nosotros saber quisieron, como si fueran nuestros capitales enemigos, nos despojaron de todo cuanto teníamos, y a Zoraida le quitaron hasta los carcajes que traía en los pies.
No se la quería dar el barbero, aunque ella más tiraba, hasta que el licenciado le dijo que se la diese, que ya no era menester más usar de aquella industria, sino que se descubriese y mostrase en su misma forma, y dijese a don Quijote que cuando le despojaron los ladrones galeotes se habían venido a aquella venta huyendo, y que si preguntase por el escudero de la princesa, le dirían que ella le había enviado adelante a dar aviso a los de su reino como ella iba y llevaba consigo el libertador de todos.
Hecho esto, almorzaron de las sobras del real que del acémila despojaron, bebieron del agua del arroyo de los batanes, sin volver la cara a mirallos: tal era el aborrecimiento que les tenían por el miedo en que les habían puesto.
Y de pronto los diez a la vez se despojaron de sus plumas con un gracioso ademán.
Luego como vieran la inutilidad de sus palabras, se decidieron todos a emplear la fuerza, apoderándose de Hassib y llevándole, a pesar de sus gritos terribles, al interior del hammam, donde le despojaron de su ropa, le echaron todos a la vez sobre el cuerpo el agua de veinte o treinta jofainas, le friccionaron, le dieron masaje, le enjabonaron, le secaron y le envolvieron el cuerpo en toallas calientes y le pusieron en la cabeza un pañuelo grande festoneado y bordado.
Pero le dijeron sus hermanas: ¡Oh Schamsa, no te preocupes por eso y date prisa a hacer como nosotras! Y las tres se despojaron de sus plumas entonces, y se sumergieron en el agua para entregarse enseguida a mil locos juegos, blancas y desnudas cual la plata virgen.
Viéronse de allí a poco sus estatuas ceñidas con diademas reales, y dos de los tribunos de la plebe, Flavio y Marulo, acudieron y las despojaron, e inquiriendo y averiguando quiénes eran los primeros que habían saludado a César con el título de rey, los llevaron a la cárcel.
Por- que habiendo César hecho poco antes colonia a Novocomo, en la Galia, despojaron a los habitantes del derecho de ciudad, y hallándose Marcelo de cónsul, a uno de sus decuriones que había venido a Roma le afrentó con las varas, añadiendo que le castigaba de aquella manera en señal de que no era ciudadano romano, y le dijo que fuera y lo manifestara a César.
Como éstos hubiesen hablado a Sila con arrogancia, los soldados quisieron acabar con ellos, mas sólo les rompieron las fasces y los despojaron de la púrpura, despachándolos con ignominia.
Y la despojaron de las joyas que le cubrían los brazos y la garganta, y la desnudaron, por último, de su traje nupcial, aquel traje que parecía hecho para que un amante rompiera sus broches con mano trémula de emoción y cariño.
-Lo que es en mi armería no será -dijo Alberto-, pues que en la Terracina me despojaron hasta de mi puñal, ¿y a ti?.
-¿De modo que al fin le despojaron a usted del cierro?.
Las amigas despojaron a Regina de su velo y se decidió que, mientras no llegaba la hora de sentarse a la mesa, jugarían al escondite.
Pedro estaba desarmado, pero aun en el caso de que hubiese tenido armas, toda resistencia contra tres foragidos era tan inútil como insensata, y sólo habría servido para precipitar la inevitable catástrofe, por lo cual los foragidos le despojaron de cuanto llevaba, sin que opusiese resistencia.
Una clase de entes no va a estas funciones: esa bandada de sentimentales que han pasado el Bidasoa, que en sus aguas, como pudieran en las del Leteo, se despojaron de todo lo español que llevaban, y volvieron a los dos meses, haciendo ascos de su antiguo puchero, buscando la calle en que vivieron, y no sabiendo cómo llamar a su padre, éstos están fuera de combate, y tienen sobrada dicha con que no les obliguen a gastar paño de Tarrasa en sus vestidos, con que los dejen desafiarse todos los días a primera sangre, tropezar, pisar, enderezar el lente, pegar con el látigo, insultar y hacer reír a todo el mundo en el Prado, en el teatro, en las concurrencias, disputar mucho sobre las óperas sin entender una nota de música, y hablar una jerigonza de francés, italiano, inglés y español, etc.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba