Ejemplos con desmandados

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Iban los manifestantes por Recoletos un poco desmandados, cuando acertó a pasar entre ellos el General Prim, que a caballo volvía de su paseo en la Castellana.
Tendremos amnistía, libertad de imprenta, reformas electorales, y no sé qué otros anzuelos con que se quiere enganchar a los desmandados peces de la Libertad.
Gritaban y reían como un coro de orates desmandados.
Cumplidos este deber y el de mis abluciones, tomé algún alimento para repararme de tanta debilidad, me vestí de limpio, y salí acompañado de Ibrahim, el cual me indicó que en la morada de se congregaban los principales de la ciudad para ver qué determinaciones se tomarían ante el peligro de los desmandados riffeños por una parte y de los cristianos por otra.
En esos sueños profundos hay golpes que contunden, y carreras vertiginosas, y cornadas de toros desmandados, y coces de caballerías, y casas incendiadas sin puertas por donde huir, y riñas a gritos con las personas más queridas, y deslealtades de amigos.
Cumplidos este deber y el de mis abluciones, tomé algún alimento para repararme de tanta debilidad, me vestí de limpio, y salí acompañado de Ibrahim, el cual me indicó que en la morada de Ahmed Abeir se congregaban los principales de la ciudad para ver qué determinaciones se tomarían ante el peligro de los desmandados riffeños por una parte y de los cristianos por otra.
Sometió a la Judea, tomando cautivo a su rey, Aristóbulo, y en cuanto a las ciudades, levantó unas de los cimientos, y a otras dio libertad e independencia, castigando a los que las tenían tiranizadas, pero su más continua ocupación era administrar justicia, dirimiendo las disputas de las ciudades y los reyes: para lo que adonde a él no le era dado pasar enviaba a sus amigos, como sucedió a los Armenios y Partos, que habiéndose comprometido en él por un terreno sobre que altercaban, les envió tres jueces y amigables componedores, porque si era grande la fama de su poder, no era menor la de su virtud y clemencia, con las que cubría la mayor parte de los yerros de sus amigos y familiares, pues no sabiendo contener o castigar a los desmandados, con mostrar a los que iban a hablarle este carácter bondadoso los hacía llevar sin molestia las extorsiones y vejaciones de aquellos.
Gritaban y reían como un coro de orates desmandados.

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