Ejemplos con deslucido

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El macho tiene la cabeza, la garganta, el pecho y el vientre de un color negro deslucido.
Quedóse Carmen sola, sentada en el sofá de terciopelo carmesí, muy fofo y deslucido.
El cielo, bajo, inmóvil, deslucido, daba la impresión indecisa de un alma sin anhelos, de un corazón sin latidos.
Cuando ya se había sosegado un poco el entusiasmo y Aldama departía entre un círculo de amigos distribuidos por los divanes, apareció en el saloncillo la figura prolongada del ilustre Pareja, el sabio ateneísta, con su levitón flotante y el deslucido sombrero de copa en el cogote.
Las botas eran de charol deslucido y cuarteado, torcidos tacones y grietas que pronto serían ventanas, la camisa sin almidón, la corbata de color de rosa, anudada con esmero y arte.
Lástima grande me inspiró el caballero sin ventura, y atento a remediarle volví aquel mismo día con la modesta ofrenda de unas babuchas de orillo, un gorro de pellejo y un chaquetón, deslucido pero en buen uso, que me compró para este fin Alonso Criado, el camarero de la fonda.
canillas secas y descarnadas, sitial de esqueletos, y por cojines calaveras, bajo un deslucido.
A ti, que todo lo penetras, ¿cómo he de intentar engañarte? Pero, francamente, mis chistes y agudezas, mis habilidades, mis talentos de sociedad, todo queda deslucido sin algo de filosofía.
Su cabello, de un oro deslucido, sin rojas flamas a lo Ticiano, se partía en crenchas rígidas, que bajaban, acariciando sus sienes, a ocultar sus orejas.
¿Conocéis nada más deslucido que un paraguas de algodón? Pero, en lucha con la intemperie, el paraguas de algodón presta doble servicio que el de seda rica.
«Pues lo que es éste, de presidio no se escapa», pensó el defensor malhumorado, y resolviendo ya, en su interior, no «apretar» en aquel asunto borroso y deslucido.
El cual se atusó barba y cabello, y al encajarse aquellas vestimentas que el mismo Rastro desdeñaría, se miraba en un roto y deslucido espejo pendiente de la pared, consultando con él por rutinas de hombre que había sido elegante y que aún con tales andrajos no renunciaba totalmente a serlo.
Cuando algún extranjero, desconocedor de nuestras costumbres públicas y privadas, admira en los teatros a tantas personas que revelan en su cara desdeñosa una gran posición, a tantas damas lujosamente adornadas, cuando oye decir que a la mayor parte de estas familias no se les conoce más renta que un triste y deslucido sueldo, queda sentado un principio económico de nuestra exclusiva pertenencia, al cual seguramente se le ha de aplicar pronto una voz puramente española, como el vocablo pronunciamiento, que está dando la vuelta al mundo y anda ya por los antípodas.
Era un espectáculo deslucido y triste.
¿Y qué me dicen del Ríos Rosas, ese a quien ha dejado tan mal sabor de boca el deslucido papel que hizo en el Ministerio metralla? Cuidado que el hombre tiene bilis y malas pulgas.
En suma, no era ni Buey ni Liberal, y por no determinarse a ser ambas cosas, o siquiera una, ha dejado tan incompleto y deslucido su papel histórico.
Lucila le miró, observando el marcado resalte de los pómulos que a la luz brillaban, redondos, con un deslucido barniz de santo viejo, observó también las dos grandes arrugas que descendían de la nariz chata hasta unirse con las comisuras de los delgados labios, y la extensa curva que estos formaban cayendo por sus extremidades.
-aprobó Cárdenas, cuya tez de oro deslucido rojeó con ráfaga de sangre viva al fuego de las memorias atropelladas en acudir-.
Ha quedado como barrido, desgastado y deslucido.
Y de verdad lo mostraban, ésta en lo deslucido y.
excelente hombre y le condena a no ser oído, al esclarecido, a deslucido, al valiente le hace.
guarde para brahones, la capa raída para contra aforros, el manto deslucido para la criada.
que sale muy bizarra cuando el marido anda deslucido, muy mal parece: y en una palabra,.
manteo deslucido de un pobre estudiante en una púrpura eminente, y una gorra en una.
No hablo aquí de aquella natural superioridad que señalamos por singular realce al ''Héroe'', sino de una cuerda intrepidez, contraria al deslucido encogimiento, fundada, o en la comprensión de las materias, o en la autoridad de los años, o en la calificación de las dignidades, que en fe de cualquiera de ellas puede uno hacer y decir con señorío.
Saldaña, con aquel razonar inflexible y sólido que se funda en la enseñanza de los años y en el conocimiento del mundo, le puso de manifiesto el deslucido papel a que la astuta y redomada perfidia del infante y del conde le habían reducido para mejor asegurar el logro de sus ruines intentos.
De la Revista de la Habana nada le diré aquí, ni de su traducción de las Melodías de Tomás Moore, ni de su cariño de hijo para José de la Luz, y de hermano para Ramón Zambrana, ni de la tierna amistad que le profesaron, aun cuando las contrariedades le tenían el carácter un tanto deslucido, los hombres, jóvenes o canosos, que llevaban a Cuba en el corazón, y la veían, fiera y elegante, en aquella alma fina de poeta.
Díjose también que el mayordomo de la iglesia no trabajó lo necesario para buscar las mejores colchas para el Monumento, y es averiguado que por no haberse atrevido a pedírselas, como de costumbre, a don Román, ni a encargar a Magdalena el adorno de la almohada de la Cruz, estuvo aquél deslucido como nunca.
Desde entonces no ha deslucido Córdoba su bien cimentada reputación, y no por vana jactancia, sino con sobra de motivo, lleva por mote, en torno de los rapantes leones de su limpio escudo: «Corduba militiae domus, inclyta fonsque sophiae».
Mejor, así saldría sin el gabán, un tanto deslucido al pie del traje.

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