Ejemplos con desigual

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sin embargo, la tensión entre serbios y montenegrinos debido a la desigual posición que tenían ambos grupos en la República Federal aumentó con los años.
Pero el empecatado don Príamo no se corregía, y continuó siendo un libertino temible, de humor fantástico y desigual para los otros caballeros.
Se lo imaginó recorriendo el castillo en busca de la presa deseada, la inquietud del padre siguiendo sus pasos, los gritos de la muchacha, la lucha desigual entre el enfermo con su arma de ocasión y aquel hombre de guerra sostenido por la victoria.
Era para él ordinario y lógico que la pequeña Bélgica venciese a la colosal Alemania: una repetición del encuentro de David y Goliat, con todas las metáforas é imágenes que este choque desigual había inspirado a través de los siglos.
Mas no gozó de tan regalado reposo, sino de un sueño inquieto y desigual.
Entraba en la medicación el que Pilar anduvíese a lomos de borrico, a fin de que el trotecillo desigual le sirviera de ejercicio moviendo su sangre, sin causarle fatiga, y aunque la enferma aborrecía con toda su alma semejante cabalgadura, y hasta salir del pueblo iba a pie a costa de arrastrarse trabajosamente, consentía en montar, apenas se hallaba fuera de poblado.
Estaban allí los árboles menos simétricos, limpios y derechos que en Vichy, más desigual el suelo de la ruta, más virgen la hierba de los linderos, menos barnizadas, pulidas y flamantes las quintas y hoteles que ambos lados del camino guarnecían.
Tenía la anémica la cabeza enterrada de un lado en las almohadas, y dormía con sueño inquieto y desigual, en las orejas, pálidas como la cera, resplandecían aún los solitarios, contrastando su blancura nítida con los matices terrosos de las mejillas y cuello.
Su carácter desigual y contradictorio gravitaba sobre los pobladores de sus tierras con una tiranía cruel y bonachona.
Ferragut, al tomar el papel, reconoció inmediatamente la letra de ella, pero desigual, nerviosa, trazada con precipitación.
El respeto del viajero por las ruinas donde ha ocurrido algo sentíalo Ojeda al pasar por estas calles angostas, con el pavimento desigual cubierto de suciedades, grupos de chicuelos jugando al toro en las esquinas, comadres sentadas ante las puertas, por las que se esparcían vahos de puchero pobre, y balcones que goteaban una humedad de ropa vieja puesta a secar.
Los caballos partieron a escape, haciendo bailar el coche ásperamente por encima del empedrado desigual de la villa.
Gabriel pudo adormecerse, y así estuvo más de una hora, inmóvil en el sofá, cortándose varias veces su desigual respiración con el estertor de la tos cavernosa, que no llegaba a desvanecer su sueño.
¿A qué el reparto desigual de los víveres, la división de castas, la competencia en el trabajo, y sobre todo, la lucha por la existencia, que los filósofos y poetas de la clase explotadora pintaban como una condición indispensable de progreso? El comunismo era la santa aspiración de la humanidad, el ensueño divino del hombre desde que comenzó a pensar, en los albores de la civilización.
Algunas vetas de agua, escapadas de los azudes y presas que refrescan la vega, serpenteaban formando curvas o islas en un suelo polvoriento, ardoroso, desigual, que más parecía de desierto africano que lecho de un río.
Tomamos calle arriba, por una acera angosta y desigual.
Como el gran principio de la propiedad individual no tenía en aquella desigual contienda más defensor que D.
Aceptada con sumo agrado la proposición, anduvieron juntas el torcido y desigual camino que separa la vertiente de la Arganzuela del barranco de Lavapiés.
Lo que sí sabía Fortunata era que aquella mujer daba mucha guerra a las madres por su carácter alborotado y desigual.
Y corrieron ambos por el desigual pavimento lleno de yerba, él riendo a carcajadas, ella coloradita y con los ojos húmedos.
El ruido del ómnibus sobre el desigual piso de las calles, la subida a la fonda por angosta escalera, el aposento y sus muebles de mal gusto, mezcla de desechos de ciudad y de lujos de aldea, aumentaron aquel frío invencible y aquella pavorosa expectación que la hacían estremecer.
El de Naya aprobó con la cabeza como quien reconoce la fuerza de una observación, pero, al mismo tiempo, la sonrisa con que lucía la desigual dentadura era suave e irónica protesta contra tanta rigidez.
No obstante, picado ya, se propuso agotar los recursos del ingenio para conseguir la victoria en lucha tan desigual.
—Yo, señor español, soy Lorenzo Bentibolli, si no de los mas ricos, de los mas principales desta ciudad, ser esta verdad tan notoria servirá de disculpa de alabarme yo propio: quedé huérfano algunos años ha, y quedó en mi poder una mi hermana, tan hermosa, que a no tocarme tanto, quizá os la alabara de manera, que me faltaran encarecimientos por no poder ningunos corresponder del todo a su belleza: ser yo honrado, y ella muchacha y hermosa, me hacian andar solícito en guardarla, pero todas mis prevenciones y diligencias las ha defraudado la voluntad arrojada de mi hermana Cornelia, que este es su nombre: finalmente por acortar, por no cansaros este que pudiera ser cuento largo, digo que el duque de Ferrara, Alfonso de Este, con ojos de lince venció a los de Argos, derribó y triunfó de mi industria, venciendo a mi hermana, y anoche me la llevó y sacó de casa de una parienta nuestra, y aun dicen que recien parida: anoche lo supe, y anoche le salí a buscar, y creo que le hallé y acuchillé, pero fué socorrido de algun ángel, que no consintió que con su sangre sacase la mancha de mi agravio: hame dicho mi parienta, que es la que todo esto me ha dicho, que el duque engañó a mi hermana debajo de palabra de recebirla por mujer: esto yo no lo creo, por ser desigual el matrimonio en cuanto a los bienes de fortuna, que en los de naturaleza el mundo sabe la calidad de los Bentibollis de Bolonia: lo que creo es que él se atuvo a lo que se atienen los poderosos, que quieren atropellar una doncella temerosa y recatada, poniéndole a la vista el dulce nombre de esposo, haciéndola creer que por ciertos respetos no se desposaba luego: mentiras aparentes de verdades, pero falsas y mal intencionadas.
Quisiera el del Verde Gabán oponérsele, pero viose desigual en las armas, y no le pareció cordura tomarse con un loco, que ya se lo había parecido de todo punto don Quijote, el cual, volviendo a dar priesa al leonero y a reiterar las amenazas, dio ocasión al hidalgo a que picase la yegua, y Sancho al rucio, y el carretero a sus mulas, procurando todos apartarse del carro lo más que pudiesen, antes que los leones se desembanastasen.
Entraron con luces y vieron la desigual pelea, acudió el duque a despartirla, y don Quijote dijo a voces:.
Desesperábase de ver la flojedad y caridad poca de Sancho su escudero, pues, a lo que creía, solos cinco azotes se había dado, número desigual y pequeño para los infinitos que le faltaban, y desto recibió tanta pesadumbre y enojo, que hizo este discurso:.
Despertáronlos y mandáronles que tuviesen a punto los caballos, porque, en saliendo el sol, habían de hacer los dos una sangrienta, singular y desigual batalla, a cuyas nuevas quedó Sancho atónito y pasmado, temeroso de la salud de su amo, por las valentías que había oído decir del suyo al escudero del Bosque, pero, sin hablar palabra, se fueron los dos escuderos a buscar su ganado, que ya todos tres caballos y el rucio se habían olido, y estaban todos juntos.
Yo, a esta sazón, hice un breve discurso conmigo, y me dije a mí mesma: Sí, que no seré yo la primera que por vía de matrimonio haya subido de humilde a grande estado, ni será don Fernando el primero a quien hermosura, o ciega afición, que es lo más cierto, haya hecho tomar compañía desigual a su grandeza.
Bien parece respondió don Quijote que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes, y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba