Ejemplos con desgreñado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El ensayista mexicano Gabriel Zaid en su artículo Chilango como gentilicio escribe que chilango es una variación que se realizó en el Estado de Veracruz de la palabra chilango que proviene del maya xilaan que significa desgreñado.
Orejas pequeñas y caídas, recubiertas de pelo, cuello alargado y fuerte, pelo abundante desgreñado y de tacto áspero, con una gama de colores que puede ir desde el gris, grisáceo, azul al blue merle, con o sin manchas blancas en la cabeza, parte baja del vientre o extremidades anteriores.
Estos perros de patas cortas tienen un escueto y ancho semblante de aspecto desgreñado.
Su nombre significa desgreñado.
Delante de la tela, un pastorcillo del Franco Condado, con los pies desnudos en sus zuecos, con el cabello desgreñado, mira el lienzo.
A poco llegó el señor Leal, también desgreñado, la boca torcida, borrachos de insomnio los ojos y el pensamiento, tartajosa la palabra, el ánimo espantable, y encarándose con Ibero como si tuviera éste la culpa del fracaso de , le escupió estos terminachos: ¿Qué haces aquí, gandul?.
Algunos traían pañizuelo en la cabeza, otros sombrero ancho, y muchos, con el desgreñado cabello al aire, roncos, mojados de pies a cabeza, frenéticos, tocados de una borrachera singular que no se sabe si era de vino o de venganza, brincaban sobre los baches, agitando un jirón con letras, una bota escuálida o un guitarrillo sin cuerdas.
En efecto, ¿quién ha visto que una niña tan linda como tú se ande azotando calles, con la chancleta arrastro y el pelo suelto y desgreñado, hasta las tantas más cuantas de la noche? ¿De quién aprendes estas malas mañas? ¿Por qué no me has de hacer caso?.
Pues ¡ni por ésas! Cada vez que los miro, veo encaramada sobre ellos la aborrecible figura blanca, con el pelo desgreñado, el entrecejo fruncido y los ojos fulminantes.
Mas como esta actitud no era explicable, Erdosain recordó que habían aparecido cuatro mocitas con el vestido hasta las rodillas y el pelo amarillo desgreñado en torno de sus caras caballunas.
La cabeza echada hacia atrás, cubierto el rostro con el cabello desgreñado.
-No lo dudéis, continuó el conde: un color amarillento marchitaba aquel semblante donde brilló algún día la majestad de los reyes, un cerco de oro sujetábale apenas el desgreñado cabello, todas sus facciones indicaban el helado sello de la muerte, pero los ojos chispeaban de furor, y se notaba en su persona algún resto del espíritu varonil que le hiciera tan arrogante en los combates.
Un mozalbete desgreñado pasa corriendo por cerca del Hereje, y murmura algo que él sólo oye.
Forma el desgreñado cabello áspera mata en su cogote: almohada natural de quien, como ella, en todas partes sabe disponer lecho, los ojos llamean con perpetua fiebre de pasión, la nariz, respingona, abre y cierra sus ventanillos, la carnosa bocaza enseña dientes que anuncian el mordisco acompañando la caricia.
Al mismo tiempo se abrió repentinamente la puerta de una humilde casa ante la cual nos hallábamos, y asomó una mujer al parecer plebeya, con el pelo desgreñado, y apretando con sus desnudos y descarnados brazos una criatura contra su pecho.
Llevaba el cabello desgreñado, y en el tiempo que había mediado desde la derrota, le había crecido una espesa barba, tomó además la toga de duelo, y llegando en esta disposición muy cerca del valladar de Lépido, empezó a hablarle.
Entonces, llevándose, como lo tenía de costumbre, la mano izquierda a la barba, miró de hito en hito a los matadores, teniendo el cabello crecido y desgreñado, y muy demudado el semblante con la demasiada agitación y angustia, de manera que los más se cubrieron el rostro al ir Herenio a darle el golpe fatal, y se le dio habiendo alargado el mismo Cicerón el cuello desde la litera.
De repente, las hijas de los Sabinos que habían sido robadas se vieron sobrevenir unas por una parte y otras por otra con algazara y vocería por entre las armas y los muertos, como movidas de divino impulso, hacia sus maridos y sus padres, unas llevando en su regazo a sus hijos pequeñitos, otras esparciendo al viento su cabello desgreñado, y todas llamando con los nombres más tiernos, ora a los Sabinos, ora a los Romanos.
Desgreñado viene el vellaco.
pues para el marido las chancletas, la bata sucia, la papalina y el pelo desgreñado, para el amante los perfumes, las batistas, los voluptuosos rizos, la turgente seda, la ceñida bota, la estirada media, para el dueño, toda la prosa, todos los desdenes, todas las frialdades, para el ladrón, todos los encantos de la coquetería y todo el fuego de una pasión tan vehemente como infame.
A los diez meses de casados, tuvo Facia una niña, y sin llegar a cumplirse el año, su marido, que había desaparecido del pueblo una semana antes, volvió a casa de noche, roto y desgreñado, dio dos bofetones a su mujer porque le preguntó cariñosamente cómo le había ido, por dónde había andado y a qué venía, y mientras la amenazaba con abrirla en canal si contaba a nadie que no le había visto el pelo desde la semana anterior, hizo apresuradamente un lío con las baratijas que le quedaban en casa y con otras, al parecer, semejantes que fue sacando de los anchos bolsillos de su ropa, y sin despedirse de Facia desapareció de la casa y del pueblo, perdiéndose en la oscuridad de los montes.
Aquella noche, Ridolfi, uno de los capitanes de Orso, había anunciado mejor presa: justamente acababa de cazar a una joven muy linda, ¡peor para ella si andaba a tales horas por la calle! Alborotáronse los bebedores, Orso, riendo a carcajadas, ordenó que trajesen a la jovencita, que entró, empujada por los soldados, temblorosa, desgreñado el rubio pelo, y los hombres se engrieron al verla, porque era en verdad soberanamente hermosa.

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