Ejemplos con desgajándose

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La segunda está integrada por el trazado que discurre por los concejos litorales y por el ramal que desgajándose de este en el concejo de Villaviciosa se dirige a Oviedo.
Las peñas de los montes desgajándose y cayendo sobre el llano y saltando en desesperado juego y carrera infernal por arte del demonio, no hubieran causado más espanto.
Las columnas se escalonaban con arte admirable, el fuego era más vivo, y cada vez que descendía de lo alto desgajándose uno de aquellos pesados aludes, creeríase que todo había concluido, pero la confusión momentánea desaparecía al instante, las masas inglesas aparecían de nuevo compactas y formidables, y la muerte tenía que contentarse con la mitad.
Un trozo de pared estalló, reventó, desgajándose en enormes trozos y una ventana cuadrada tomó la figura de un triángulo isósceles: el techo dejó ver por una esquina la luz del cielo y los trozos de yeso y las agudas astillas salpicaron mi cara.
Águilas y buitres cerniéndose sobre aquellas carnicerías espantosas, picachos desgajándose por sí propios para consumar la obra exterminadora de los valientes mesnaderos de los señores godos de Cantabria, cuevas sin fin, oscuras, de enormes antros, fríos y viscosos, repletos de moros y romanos descuartizados y hediondos, bosques inextricables en que se perdían la senda y la respiración, rocas tajadas sobre abismos insondables, gemidos de agonía entre gritos desaforados de libertad, valles risueños inundados de luz, danzas, cánticos y juegos en sus praderas rozagantes, y paz y abundancia en sus hogares rústicos, después, la nube negra cargada de rayos y pedriscos, pasando sobre ello empujada por el soplo de los hombres malos, arrasándolo todo, haciendo estériles los campos fecundos y trocando en odios y en guerras implacables y continuas, el amor y la paz que antes reinaban entre sus habitadores.
Es el tal un andrajoso, en chancletas, con las barbas a medio crecer, y las greñas, rudas y entrecanas, desgajándose de la cabeza, como si quisieran enredarse con las barbas que, en demostración de que no huyen del enemigo invasor, crecen rígidas cara arriba.
Pero a éstos los refutan los ríos que se dirigen a lo más profundo de los lugares subterráneos y de las minas, no formándose poco a poco, como había de suceder si tomaran su origen de un repentino movimiento de la tierra, sino siendo ya en sí abundantes y caudalosos, así vemos también que, desgajándose una piedra, corre un gran caudal de agua y después se para.

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