Ejemplos con desengañaos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es el hombre que conviene, desengañaos, un hombre que lleva al dedillo las cuentas de su casa, un modelo de padre de familia.
-Desengañaos.
-Desengañaos, estoy seguro de que todas las cosas las ha hecho a gusto mío, porque bien sabéis que mi gusto no es el de todos los demás.
Pensaréis quizá que me aflijo por la señora Danglars: desengañaos, o estoy muy equivocada, o mi madre ha tornado sus precauciones contra el desastre que os amenaza y que pasará sin alcanzarle, se ha puesto al abrigo, y sus cuidados no le han impedido el pensar seriamente en su fortuna, a mí me ha dejado toda mi independencia, bajo el pretexto de mi amor a la.
Las jembras toas, y entre toas y salgan las que puean, son malinas, pero que mu malinas, y pa ganarlas sa menester saber más que Merlín, y estar ya desengañaos de que son jierro con la cera, y cera con el jierro, y tú no has salío entoavía, pa con ella, de mantequilla de cacao, y lo que sa menester pa que tu Lola, que no es mala, pero que tiée por cabeza dos docenas de cascabeles, se ponga en su sitio, es que tú te estires y te metas el corazón por debajo del contrafuerte y le des a su tiempo una de cal y dos de arena, y que te múes a la calle del tira y afloja, y que tengas pa con ella unas veces jiel en el pico, y otra caramelos de los Alpes, y que cuando veas otra gachí, esa otra gachí se entere cómo sabes tú mirar con disimulo, y que Lola se entere tamién de que tú la has mirao, y que cuando le dé celos, tú le digas, de mo que ella no sepa si es verdá u si es mentira, que pa ti no hay más mujer que ella en toíto er mundo y.
—¡Desengañaos que aquí no entran sino los varones eminentes cuyos hechos se apoyan.
¿Creéis que porque habéis oído al señor de Tréville hablarnos un poco bruscamente hoy, se nos puede tratar como él nos habla? Desengañaos, compañero, vos no sois el señor de Tréville.
-Desengañaos, D'Artagnan y sus amigos están retenidos en al asedio de La Rochelle.
Desengañaos, es el gran sistema.
- Y aun cuando así fuera ¿qué conseguiríais con atravesar los mares, y sepultaros también vos mismo en esa malhadada Palestina? ¿Habíais luego de descubrir su existencia? ¿Habíais de conquistarle su libertad? -Desengañaos, Alfredo.
El Estremeño da una carcajada de risa, y le dice: me parece que yo la conozco mejor, y que pudiera daros noticias mas seguras: desengañaos, no hay muger que no lo sea: las peras son las mismas en todas partes, y cuando se les dan golpes todas se pudren.

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