Ejemplos con desembarazado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Desembarazado de su rival, Ptolomeo se volvió hacia Cirenaica.
Estando en la cárcel, los presos trataron de paliar su situación para evitar represalias, pero Manuel París le dijo en tono desembarazado a sus compañeros: No se anden ahora excusando ni se den por excusados porque perdimos la acción, y volviendo al diputado Juan Jurado Laynes, le dijo: todos hemos venido voluntariamente y todos traíamos la impresión de robar y matar y.
Pero si persistes y logras convencerles y te ponen el marchamo de medianía incurable, entonces verás cuán desembarazado caminas, las selvas enmarañadas se abrirán para dejarte paso, las montañas se abatirán, los ríos quedarán en seco y entre nubes de incienso proseguirás tu marcha gloriosa arrullado por los ¡hosanna! de la crítica.
Sigue tu camino solo y desembarazado.
Según iba quedando libre y desembarazado su pecho, cargábasele la cabeza con el cuidado de comunicar a su hija aquella tan triste noticia que la había puesto en cama.
Era de no acabar de oírle, y tenerle que rogar que se calmase, cuando con aquel lenguaje pintoresco y desembarazado recordaba, no sin su buena cerrazón de truenos y relámpagos y unas amenazas grandes como torres, los bellacos oficios de tal o de cual marquesa, que auxiliando ligerezas ajenas querían hacer, por lo comunes, menos culpables las propias, o tal historia de un capitán de guardias, que pareció bien en la corte con su ruda belleza de montañés y su cabello abundante y alborotado, y apenas entrevió su buena fortuna tomó prestados unos dineros, con que enrizarse, en lo del peluquero la cabellera, y en lo del sastre vestir de paño bueno, y en lo del calzador comprarse unos botitos, con que estar galán en la hora en que debía ir a palacio, donde al volver el capitán con estas donosuras, pareció tan feo y presumido que en poco estuvo que perdiese algo más que la capitanía.
Y ya se estaba poniendo en pie para ir a verla, y arreglándose Sol los cabellos, aquellos cabellos suyos finos, de color castaño con reflejos dorados, cuando a un tiempo se oyeron dos diversos ruidos: uno en el cuarto de Ana, como de mucha gente que se moviera y hablara agitadamente, otro a la puerta de la calle, donde, con aire desembarazado, saltaba un hombre opuesto, de una mula de camino.
Allí nos metimos, y el señor Arcipreste, desembarazado de la gorra de piel y del capotón, se me presentó en toda su gallardía simpática.
Butrón bufaba, Pulido gemía, Jacobo echaba ajos, y entre peroratas enérgicas, amargos reproches, violentas reclamaciones y planes de campaña propuestos para derrocar aquel Gobierno que les había estafado, pasáronse algunos días, hasta que desembarazado algún tanto el ministerio-regencia con la llegada del joven monarca, pudo al fin dar vuelta a la llave de la despensa, y enarbolando la rama de sustanciosos dátiles, que ha venido a sustituir a la de olivo, antiguo símbolo de la paz, comenzó a distribuir puestos, honores y destinos entre sus diversos paniaguados, tocándole a Butrón una plenipotenciaría de primer orden.
Aquí hay tambien identidad en los valores, pero encontramos un progreso notable en la expresion del segundo miembro, en el cual se nos ofrece el valor del círculo desembarazado de sus relaciones con el de la circunferencia y dependiente tan solo de un valor numérico N y de una recta que es el radio.
Al instante puso el torno en órden, y acostando su segundo bajel a la gran nave, con maravillosa presteza y con fuerza de fortísimos cabestrantes, pasaron la artillería del pequeño bajel a la mayor nave: luego haciendo una breve plática a los cristianos, les mandó pasar al bajel desembarazado, donde hallaron bastimento en abundancia para mas de un mes y para mas gente, y así como se iban embarcando, dió a cada uno cuatro escudos de oro españoles, que hizo traer de su navío, para remediar en parte su necesidad cuando llegasen a tierra, que estaba tan cerca, que las altas montañas de Ávila y Calpe desde allí se parecian.
Dijo también mi padre que, después que él fuese muerto y viese yo que Pandafilando comenzaba a pasar sobre mi reino, que no aguardase a ponerme en defensa, porque sería destruirme, sino que libremente le dejase desembarazado el reino, si quería escusar la muerte y total destruición de mis buenos y leales vasallos, porque no había de ser posible defenderme de la endiablada fuerza del gigante, sino que luego, con algunos de los míos, me pusiese en camino de las Españas, donde hallaría el remedio de mis males hallando a un caballero andante, cuya fama en este tiempo se estendería por todo este reino, el cual se había de llamar, si mal no me acuerdo, don Azote o don Gigote.
Cuando don Quijote se vio en la campaña rasa, libre y desembarazado de los requiebros de Altisidora, le pareció que estaba en su centro, y que los espíritus se le renovaban para proseguir de nuevo el asumpto de sus caballerías, y, volviéndose a Sancho, le dijo:.
Ayudó Sancho, por su parte, a la soltura de Ginés de Pasamonte, que fue el primero que saltó en la campaña libre y desembarazado, y, arremetiendo al comisario caído, le quitó la espada y la escopeta, con la cual, apuntando al uno y señalando al otro, sin disparalla jamás, no quedó guarda en todo el campo, porque se fueron huyendo, así de la escopeta de Pasamonte como de las muchas pedradas que los ya sueltos galeotes les tiraban.
Viéndose, pues, don Quijote libre y desembarazado de tantas pendencias, así de su escudero como suyas, le pareció que sería bien seguir su comenzado viaje y dar fin a aquella grande aventura para que había sido llamado y escogido, y así, con resoluta determinación se fue a poner de hinojos ante Dorotea, la cual no le consintió que hablase palabra hasta que se levantase, y él, por obedecella, se puso en pie y le dijo:.
Vuesa merced me prometa que se estará quedo, y no tratará de azotarme por agora, que yo le dejaré libre y desembarazado, donde no,.
espero la dará paso desembarazado a Su real corazón, de quien confío que, pues está en la mano de Dios, será asistido mi celo y acogida mi verdad.
-La parda es la que yo necesito -me interrumpió el más desembarazado, con aire zumbón y de chulo, fruta del país-: lo mismo es decir las cosas de un modo que de otro.
A veces era tan fino el tapiz de yerba menuda entre brezales rastreros y apretados, que resbalaban sobre él los caballos con mayor frecuencia que sobre los pedruscos y lastrales del camino andado por la finde del valle, pero como había espacio abundante y desembarazado en todas direcciones, aprovechaba yo bien estas ventajas para cuartear a mi gusto la subida e ir ganando la altura por donde mejor me pareciera.
Despejado y limpio el talud en breves momentos y desembarazado, por consiguiente, de los peligros que se temían antes, echóse abajo la cuerda que pidió Chorcos, ató como debía y él sabía hacerlo, a su amigo por los sobacos, y tirando con tiento los de arriba y ayudando él con cariño desde abajo, quedó Chisco, que no podía hacer nada por sí, arrimado al talud.
El barco había entrado en su andar desembarazado y franco, y ciñendo siempre para ganar terreno hacia fuera, no cesaba de inclinarse.
Pero ¿quién puede estar serena entre aquellos horrores, Virgen María! Después ya fue otra cosa: a fuerza de suplicarme usted y hasta de reñirme, ya logré colocarme mejor y dejarle más libre y desembarazado.
Y respondió a la interpelación del zapatero con una bofetada que sonó en toda la plazuela, e hizo dar a Tapas tres vueltas en redondo, salió entonces a la defensa del abofeteado uno de los menestrales que contemplaban a Maravillas poco antes, y obtuvo igual recibimiento que Tapas del hijo del boticario, púsose Nilo Chuecas al lado de éste, salieron de la iglesia otros dos ateos de los prosélitos de Maravillas, y uniéronse a los que peleaban por él, fueron entrando en pelea por aquí y por allá gentes que no habían soñado en ello ni tenían por qué soñarlo, comenzaron los gritos de las mujeres y los conjuros de los hombres pacíficos, presentáronse en escena otros dos colaboradores del maldecido periódico, llegó el mancebo de la botica, salió de la iglesia don Adrián, y detrás don Claudio Fuertes, que tomó sitio junto a Leto y comenzó a sacudir garrotazos a diestro y a siniestro, huyeron hacia la izquierda los Vélez y hacia la derecha los Carreños, que tenían un miedo horrible a los alborotos populares, desmayáronse dos Escribanas, una Codillo y Rufita González, y abriéronse todos los balcones que daban a la plaza y llenáronse de gente que se llevaba las manos a la cabeza y estaba sin color y sin pulsos al ver a los combatientes de aquel campo de Agramante, rodar aquí en montón confuso por los suelos, allá esgrimiendo los puños en el aire, acá forcejeando entrelazados, y acullá a Leto y al comandante segando hombres en un espacio de tres varas en rededor, que siempre estaba desembarazado de estorbos.
Como a los muros ruinosos y a los árboles viejos, se les echa de menos, no por lo que valían, sino por el sol que quitaban y el espacio que, al desaparecer, dejan libre y desembarazado.
Hizo en seguida un hincapié vigoroso, y subió desembarazado a la superficie del.
Luego que lo hubo desembarazado de su tortura, envolviolo piadosamente en un pañuelo de batista y lo guardó en el fondo de su cofre.
-Pero ¿cómo!, ¿cómo! -preguntó Ángel, anhelando llegar cuanto antes a lo desembarazado y concreto.
No se había visto hombre más desembarazado de trabas ni más suelto de pluma que él.
Si don Álvaro llevase el ánimo desembarazado de las angustias y sinsabores que de algún tiempo atrás acibaraban sus horas, hubiera admirado sin duda aquel paisaje que tantas veces había cautivado dulcemente sus sentidos en días más alegres, pero ahora su único deseo era llegar pronto al castillo de Cornatel y hablar con el comendador Saldaña, su alcaide.
Por fin ya respiro el aire fresco y desembarazado de la calle, ya no hay necios, ya no hay castellanos viejos a mi alrededor.

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