Ejemplos con desarmada

Sólo la obsoleta nave de combate Galáctica sobrevive al ataque, pero está desarmada y en notaria inferioridad numérica para hacer frente al enemigo.

Actualmente, la Nautilus está desarmada y se encuentra al Museo y Biblioteca de las Fuerzas Submarinas.

Tres años después, estaba arrumbada, deshecha y desarmada en el sótano del edificio del Convictorio de Montserrat.

La milicia provincial fue inmediatamente desarmada.

El comandante logra por el miedo y respeto poner en contra al resto de la tripulación y abandonan al conductor rebelde Kurnikov en un peñasco amarrado y con una granada desarmada puesta en la nuca, que al menor movimiento explotará.

Ante el ataque general a su provincia, Peñaloza, con más criterio que su gobernador, decidió no entregar desarmada la provincia: se preparó a repeler la invasión.

Brown, al enterarse por un chasque por tierra, llegó a tiempo de impedir que la barca fuera capturada o desarmada, pero no de que las goletas antes de huir dieran fuego al navío.

Los realistas no sabían que la desarmada María Isabel había sido rearmada y reflotada.

Versión desarmada construida para intentar batir el record de velocidad basado en el D.

Ante el ataque general a su provincia, Peñaloza, con más criterio que su gobernador, decidió no entregar desarmada la provincia, los federales se prepararon a repeler la invasión.

En respuesta, la Marina de guerra ha señalado al coste de reactivar los dos acorazados de la clase de Iowa a su capacidad desarmada.

Los concurrentes compartieron sus conceptos, declarando que atento haber desaparecido el tiempo en que la representación del Cabildo estaba ultrajada, sus votos desarmada deponía: vejados aun de las misma soldadesca y precisados a dar algunos pasos, que en otras circunstancias hubieran excusado, debían desplegar los verdaderos sentimientos que estaban animados, pidiendo y admitiendo la protección de las armas de Su Majestad Fidelísima que marchaban hacia la plaza.

Este ejército me abruma Si yo pudiera quedarme con tres mil hombres armados aquí, en el Sur, y mandar la gente desarmada al Norte.

La parte ventral estaba desarmada y era vulnerable a los ataques, desplazandoce en cuatro patas robustas.

Su destino era devorar, ser fuerte, y si se veía desarmada, con las defensas rotas, entregarse al infortunio sin protesta y perecer.

Y Ferragut reía a su vez de la pobre ciencia, ignorante y desarmada ante la inmensidad misteriosa del Océano.

En los asientos del centro, entre varias fiambreras, cajas y piezas de una pequeña tienda de campaña desarmada, iban Kate, la doncella inglesa de la condesa de Albornoz, Fritz, su lacayo prusiano, y Tom Sickles, su famoso cochero, que sin perder su flema inglesa miraba de cuando en cuando con inquietud las evoluciones no del todo diestras que imprimía al fogoso tiro la débil manecita de su ilustre dueña.

Su alegría era tan noble, tan generosa y tan confiada, y la expresión divina que esta alegría prestaba a su figura gentil era de tal suerte simpática, que la censura quedaba desarmada al cabo, y al mirarla, tenían que bendecirla todos los hombres.

La víctima reía y quedaba desarmada, y ni replicaba mohina ni respondía disgustada.

Estabas tan desarmada por la muerte, que te compadecí.

Quedó, como he dicho, tan desarmada Jacinta, que no podía ser más.

Jacinta fue bruscamente desarmada.

Desarmada Lucila, Domiciana se vio salvada, y celebró mentalmente su triunfo sin dar a conocer su alegría.

¡Pobre carne, herida hasta en el sexo, pobre carne morena y marchita, desarmada de toda higiene, sin más ayuda exterior que el veneno del curandero, el rebenque del jefe político, el sable que les arrea al cuartel gubernista o revolucionario! ¡Pobres almas con el «chucho» del pánico, para las cuales en la noche brilla siempre el caudillo de los vivos, o palidece el fantasma de los difuntos!.

La sociedad, en todas sus formas estables, se compone de una minoría armada, dominado a una mayoría desarmada.

Los ojos de Milady lanzaban tales destellos que, aunque él fuera hombre y armado ante una mujer desarmada, sintió el frío del miedo deslizarse hasta el fondo de su alma, no por ello dejó de continuar, con un furor creciente:.

:¡Qué miseria! ¡Ya el Cristo no ve el aguaje alto en las mareas! Sólo queda, leve hilo de sangre de un muerto, mendigo harapiento y seco, la exangüe corriente del río, color de hierro igual que este ocaso rojo sobre el que La Estrella, desarmada, negra y podrida, al cielo la quilla mellada, recorta como una espina de pescado su quemada mole, en donde juegan, cual en mi pobre corazón las ansias, los niños de los carabineros.

, muchos en número, proveídos de vitualla, no tan faltos de armas que para los principios no les basten, y en lugar de las que no tienen, las piedras delante de los pies, que contra gente desarmada son armas bastantes».

Llevaba en una mano la cartera de Nieves, y en la otra la tijerilla desarmada, de Nieves también.