Ejemplos con desafíos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La economía húngara de la posguerra tuvo que enfrentar múltiples desafíos.
Corea del Norte hace frente a muchos desafíos: la hambruna reciente muestra que Corea del Norte es incapaz de alimentarse a sí misma y ha colocado al gobierno, así como a la ideología Juche, en una difícil posición.
La presencia de numerosas comunidades histórica y geográficamente distintas también plantea desafíos a los líderes de la ciudad, que también deben de hacer frente a los conflictos que surgen entre el desarrollo de áreas residenciales, comerciales e industriales y la preservación del bosque original y de los humedales.
Chesapeake es una de las ciudades más grandes de Virginia y de la nación en los términos del territorio, un hecho que incrementa los desafíos a los líderes de la ciudad en las mejoras de sus extensas infraestructuras.
Los desafíos que presenta la utilización de la técnica requieren que las disciplinas técnicas y las humanistas entablen un proceso de diálogo.
Años después una generación de dominicanos estaba lista para enfrentar desafíos importantes con los dos países con más tradición en la disciplina del baloncesto: Cuba y Puerto Rico.
Dichas carreras eran casi siempre desafíos, que se fueron introduciendo poco a poco en los actos de las fiestas mayores, parece ser que un Xicot de Valls y un tal Mateu de Vilanova se apostaron un jamón o un pollo para el que tardara menos en efectuar cien vueltas a una plaza.
Así, se aprovechará mejor el potencial genético de los machos dominantes, mejor preparados para afrontar los desafíos de la vida, pudiendo engendrar el mayor número de crías posible, que, por otra parte estarán supuestamente mejor dotadas genéticamente, mientras que las hembras pueden dedicar el esfuerzo a la gestación y lactancia de la prole.
Promover una red, una identidad común y sentido de Cuerpo Apostólico entre colegios jesuitas y otros que asumen la espiritualidad ignaciana, para trabajar, con mutua responsabilidad, por los desafíos comunes y constituirse en un referente que sea un aporte a la educación del país.
O también llamado descenso de ríos es una mezcla de adrenalina, equilibrio, amor a la naturaleza y pasión por los desafíos.
Las calles del cielo están atestadas de ángeles, pero cada vez que pensamos que hemos alcanzado el límite de nuestra capacidad para afrontar los desafíos, recordamos que ésta puede ser ilimitada.
Además si se habla de natación en España es imprescindible nombrar a David Meca, famoso además de por sus ocho medallas mundiales, por los desafíos que se impone en aguas abiertas en todo tipo de distancias, la Prisión de Alcatraz, el Estrecho de Gibraltar o el estrecho entre Tenerife a Las Palmas.
La afirmación de la eterna lucha por la vida, la bienvenida a los contratiempos como desafíos, el vivir la vida plenamente y con alegría, y el enfrentar la eternidad con coraje.
Después de la muerte de Smith, Brigham Young, sucesor de Smith en el territorio de Utah aclaró que la revelación se recibió en respuesta a desafíos encontrados durante la conducción de reuniones en el hogar de los Smith:.
Líderes: De primera mano y cara a cara, las experiencias, los desafíos y los secretos de quienes logran llegar adonde quieren: Richard Branson, Warren Buffett, Bill Gates, Terry Semel, Al Gore y Nicholas Sarkozy.
La situación biográfica condiciona el modo de determinar el escenario de la acción, interpretar sus posibilidades y enfrentar sus desafíos.
otorga a esta y otras hermanas Asociaciones un vigor y dinamismo que se proponen como modelos adecuados ante los desafíos del tercer milenio logrando una sintonía plena con la vida y sentir de la Iglesia particular.
Uno de los mayores desafíos ha sido el incremento de la producción alimenticia, para satisfacer la creciente población del país sin necesidad de depender de otras naciones.
Podía describir con pelos y señales los desafíos que habían tenido y la gravedad de las heridas.
Las pruebas de bueyes y los desafíos de barrenadores hacían que se cruzasen enormes cantidades.
Buen mozo, audaz y discreto, había tenido ya varios éxitos ruidosos con damas elegantes, y tres o cuatro desafíos, en los que siempre había quedado vencedor.
No, hijo no, cada cual coge una pistola, y apunta uno para el otro como en los desafíos Se da la señal, ¡pum!, y ya verás cómo quedan las dos bestias.
Dejaron pues a Estremadura, y entráronse en la Mancha, y poco a poco fueron caminando al reino de Murcia: en todas las aldeas y lugares que pasaban habia desafíos de pelota, de esgrima, de correr, de saltar, de tirar la barra, y de otros ejercicios de fuerza, maña y lijereza, y de todos salian vencedores Andres y Clemente, como de solo Andres queda dicho, y en todo este tiempo, que fué mas de mes y medio, nunca tuvo Clemente ocasion, ni él la procuró, de hablar a Preciosa, hasta que un dia estando juntos Andres y ella, llegó él a la conversacion porque le llamaron, y Preciosa le dijo:.
Después desto, cuenta la historia que se llegó el día de la batalla aplazada, y, habiendo el duque una y muy muchas veces advertido a su lacayo Tosilos cómo se había de avenir con don Quijote para vencerle sin matarle ni herirle, ordenó que se quitasen los hierros a las lanzas, diciendo a don Quijote que no permitía la cristiandad, de que él se preciaba, que aquella batalla fuese con tanto riesgo y peligro de las vidas, y que se contentase con que le daba campo franco en su tierra, puesto que iba contra el decreto del Santo Concilio, que prohíbe los tales desafíos, y no quisiese llevar por todo rigor aquel trance tan fuerte.
Mira, amiga respondió don Quijote: no todos los caballeros pueden ser cortesanos, ni todos los cortesanos pueden ni deben ser caballeros andantes: de todos ha de haber en el mundo, y, aunque todos seamos caballeros, va mucha diferencia de los unos a los otros, porque los cortesanos, sin salir de sus aposentos ni de los umbrales de la corte, se pasean por todo el mundo, mirando un mapa, sin costarles blanca, ni padecer calor ni frío, hambre ni sed, pero nosotros, los caballeros andantes verdaderos, al sol, al frío, al aire, a las inclemencias del cielo, de noche y de día, a pie y a caballo, medimos toda la tierra con nuestros mismos pies, y no solamente conocemos los enemigos pintados, sino en su mismo ser, y en todo trance y en toda ocasión los acometemos, sin mirar en niñerías, ni en las leyes de los desafíos, si lleva, o no lleva, más corta la lanza, o la espada, si trae sobre sí reliquias, o algún engaño encubierto, si se ha de partir y hacer tajadas el sol, o no, con otras ceremonias deste jaez, que se usan en los desafíos particulares de persona a persona, que tú no sabes y yo sí.
No había tierra en todo el orbe que no hubiese visto, ni batalla donde no se hubiese hallado, había muerto más moros que tiene Marruecos y Túnez, y entrado en más singulares desafíos, según él decía, que Gante y Luna, Diego García de Paredes y otros mil que nombraba, y de todos había salido con vitoria, sin que le hubiesen derramado una sola gota de sangre.
Volvió a mirarlo don Quijote, y vio que así era la verdad, y, alegrándose sobremanera, pensó, sin duda alguna, que eran dos ejércitos que venían a embestirse y a encontrarse en mitad de aquella espaciosa llanura, porque tenía a todas horas y momentos llena la fantasía de aquellas batallas, encantamentos, sucesos, desatinos, amores, desafíos, que en los libros de caballerías se cuentan, y todo cuanto hablaba, pensaba o hacía era encaminado a cosas semejantes.
Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles, y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo.
Y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así, llevó a su casa todos cuantos pudo haber dellos, y de todos, ningunos le parecían tan bien como los que compuso el famoso Feliciano de Silva, porque la claridad de su prosa y aquellas entricadas razones suyas le parecían de perlas, y más cuando llegaba a leer aquellos requiebros y cartas de desafíos, donde en muchas partes hallaba escrito: La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura.

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