Ejemplos con deposité

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Incluso en el reparto de los naturales de la ciudad de La Serena, para que las personas que envié fuesen de buena gana, decía el Gobernador, les deposité indios que nunca nacieron.
Entonces dispuse todos los preparativos de los funerales, y yo mismo la deposité en la sepultura y mandé verificar cuantas ceremonias preceden al entierro. Al regresar del cementerio entré en la casa y examiné todos sus legados y donaciones, y vi que entre otras cosas me había dejado grandes almacenes llenos de sésamo. Precisamente de este sésamo cuya venta te encargué, ¡oh mi señor! por lo cual te aviniste a aceptar un escaso corretaje, muy inferior a tus méritos.
Y después de haber tomado la precaución de cortar el pañal en dos pedazos, de manera que una de las dos letras que lo marcaban envolviese el cuerpo del niño, mientras yo conservaba la otra, deposité mi carga en el torno, llamé, y empecé a correr sin descansar.
Corrí al campo, deposité en el hoyo el contenido de mi último viaje, arrojé lejos la tierra, que ahora reemplazaban masas enormes de oro, y volviéndolo todo a su orden habitual en la tienda, rendido de fatiga, pero el alma cerniéndose en espacios infinitos, tendime en mi cama y cerré los ojos, menos que para dormir para entregarme a mis pensamientos.
En fin, un martes por la noche deposité una maletita con parte de mi ropa en el fondo de la huerta, que daba a una calle excusada, y en un rincón de donde podría sacarla fácilmente sin ser visto.
Aquella noche deposité, entre lágrimas amargas, en el alma de mi amigo, el bochornoso secreto de la mía.
-En el asilo de Santa Susana la deposité yo mismo reservadamente.
¡Oh, Daniel! ¡Ya no eres el hombre en quien deposité mi amor y mi honra!.
Felizmente, logré salir de la cocina y deposité aquella parte de mi conciencia en el desván, en donde tenía el dormitorio.
Apresuradamente, el egipcio abrió las dos hojas de la puerta, y casi sin sentir sobre mí la tremenda carga del ataúd, deposité el cajón del muerto en el suelo y con un pañuelo, tranquilamente, me quedé enjugando el sudor de mi frente.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba