Ejemplos con deleitable

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En la Guía de perplejos encontramos todo su pensamiento filosófico y a continuación se expone un esquema de las ideas, que además muy probablemente influenciaron a Alfonso de la Torre en la Visión deleitable:.
Se trata de un presto, en el que, si su autor se mostraba en los anteriores scherzi arrebatado y dramático, en éste ofrece una visión más deleitable, aunque a veces la música se mueve por ese sutil camino fronterizo entre sentimientos compuestos, gozo y tristeza.
Estudió además Matemáticas, y antes de los veinte años publicó ya un Ameno y deleitable jardín de Mathemáticas.
La noche, el sitio, la soledad, el silencio, la excitabilidad de que Cristeta parecía poseída, hacían apetitosa y deleitable la ocasión, mas ¿a qué atacar una fortaleza a la cual faltaba tan poco para rendirse voluntariamente? Don Juan sabía que gozar una mujer, en el más noble y lato sentido de la palabra, no es descerrajar una puerta.
Descalzas y pisando de lado, como recelosas, iban entrando algunas, con la cabeza resguardada por una especie de mandilón de picote, muchas gemían de gusto al acercarse a la deleitable llama, otras, tomando de la cintura el huso y el copo de lino, hilaban después de haberse calentado las manos, o sacando del bolsillo castañas, las ponían a asar entre el rescoldo, y todas, empezando por cuchichear bajito, acababan por charlotear como urracas.
Pero era tan majestuosa, por lo deleitable y absoluta, la soledad en que allí vivían, que de manera alguna quisieron abandonarla por completo, y a fin de evitar el peligro de helarse que podrían correr en las escarpadas rocas donde moraban, bajaron a inspeccionar las faldas de aquella misma sierra en busca de un paraje lo más próximo posible al , donde al abrigo de los elementos pudiesen continuar su vida de penitencia.
Es que aquel data de un tiempo muy anterior a la fundación del convento, es que a su sombra fué donde, según la tradición, se sentaron los anacoretas Bralles y Castellanos la tarde que eligieron aquel sitio, entonces desierto, como el más a propósito para establecerse, y es que el mismo César, en tiempo de verano, solía pasar largas horas bajo su espesísimo ramaje, viendo correr el agua del arroyo que fluye a su pie y respirando el fresco ambiente de un lugar tan umbroso, ameno y deleitable.
¿Cómo, y no será razon que me queje, prosiguió, que habiendo yo guardado lo que Horacio manda en su , que no salga a luz la obra que despues de compuesta no hayan pasado diez años por ella, y que tenga yo una de veinte años de ocupacion y doce de pasante: grande en el sujeto, admirable y nueva en la invencion, grave en el verso, entretenida en los episodios, maravillosa en la division, porque el principio responde al medio y al fin, de manera que constituyen el poema alto, sonoro, heróico, deleitable y sustancioso, y que con todo esto no hallo un príncipe a quien dirigirle? ¡Príncipe, digo, que sea inteligente, liberal y magnánimo! ¡Mísera edad y depravado siglo nuestro! ¿De qué trata el libro? preguntó el alquimista.
Los hijos, señor, son pedazos de las entrañas de sus padres, y así, se han de querer, o buenos o malos que sean, como se quieren las almas que nos dan vida, a los padres toca el encaminarlos desde pequeños por los pasos de la virtud, de la buena crianza y de las buenas y cristianas costumbres, para que cuando grandes sean báculo de la vejez de sus padres y gloria de su posteridad, y en lo de forzarles que estudien esta o aquella ciencia no lo tengo por acertado, aunque el persuadirles no será dañoso, y cuando no se ha de estudiar para pane lucrando, siendo tan venturoso el estudiante que le dio el cielo padres que se lo dejen, sería yo de parecer que le dejen seguir aquella ciencia a que más le vieren inclinado, y, aunque la de la poesía es menos útil que deleitable, no es de aquellas que suelen deshonrar a quien las posee.
¡Oh mi señora Dulcinea del Toboso, estremo de toda hermosura, fin y remate de la discreción, archivo del mejor donaire, depósito de la honestidad, y, ultimadamente, idea de todo lo provechoso, honesto y deleitable que hay en el mundo! Y ¿qué fará agora la tu merced? ¿Si tendrás por ventura las mientes en tu cautivo caballero, que a tantos peligros, por sólo servirte, de su voluntad ha querido ponerse? Dame tú nuevas della, ¡oh luminaria de las tres caras! Quizá con envidia de la suya la estás ahora mirando, que, o paseándose por alguna galería de sus suntuosos palacios, o ya puesta de pechos sobre algún balcón, está considerando cómo, salva su honestidad y grandeza, ha de amansar la tormenta que por ella este mi cuitado corazón padece, qué gloria ha de dar a mis penas, qué sosiego a mi cuidado y, finalmente, qué vida a mi muerte y qué premio a mis servicios.
Sotomayor sentía desenvolverse ante su vista el cuadro de su juventud primera, que al compás de los latidos de su pecho, le ofrecía el recuerdo de sus amores, el fuego tormentoso al par que deleitable, la felicidad incomprensible, los sinsabores ahuyentados por una sonrisa o por beso celestial, aquel llanto que no surca la mejilla, porque como el manso arroyuelo, hermosea el prado cual Cristalina sierpe, y fecundiza las flores con su agua pura.
conversa encaminando su conversación a lo bueno, y el lisonjero a lo deleitable,.
Cuando estaba en el primer momento delicioso, los poros abiertos y jugando con la esponja, una música deleitable llegó a mis oídos.
Y la caja de música proseguía con su deleitable invasión.
Walter Scott, también gran cuentista infantil, pasa de su infancia profética a una adolescencia descolorida y nebulosa, y no es sino luego de concluir su primera juventud, cuando corta la pluma peregrina a cuyos conjuros se animará tanta pintoresca tradición y tanta historia deleitable.
Pasar de una a otra idea, de uno a otro sentimiento, como a favor de un blando declive, en gradación morosa y deleitable, relacionar entre sí las sucesivas tendencias de nuestra voluntad, de manera que no determinen direcciones independientes e inconexas, en que la acción acabe bruscamente al final de cada una, para renacer, por nuevo arranque y esfuerzo, con la otra, sino que todas ellas se eslabonen en un único y persistente movimiento, modificado sólo en cuanto a su dirección, como por un impulso lateral que le comunicara de continuo la inflexión necesaria: tal podrían definirse las condiciones de que dependen la facilidad y gracia de nuestra actividad.
Tenía, en momentos, verdaderos arrobos delante del busto asiático que le conmovía en su deleitable e inmóvil majestad.
Lo mismo es el culpar a las damas en todo, que llegado a ponderar pregunten al más apasionado por qué dice mal de las mujeres, siendo el más deleitable vergel de cuantos crió la naturaleza, responderá, porque se usa.
Rosario creció en el taller, educada libre y caprichosamente, mimada, admirada como se admira un objeto de arte, una flor más preciosa y rara que las otras, y era deleitable verla desarrollarse fuerte e impetuosa, con la doble juventud de sus años y de su raza.
Después, con la resignación última de la debilidad suprema, se dejó caer en un rincón, y murió tal vez soñando con las mariposas que no podía cazar, pero que alegraban sus días, allá en el Aren, florido por Abril, de fresca hierba y deleitable sombra en sus lindes, a la margen del arroyo que llamaban el río los señores de Susacasa.
Quien, como yo, no tiene por delante más que una tumba y una mortaja, cuadro en verdad poco risueño y deleitable, necesita volver los ojos a lo pasado para no morirse de tristeza, y cuanto más lejos, mejor.
Mas de Demóstenes no podemos hablar de esta manera, sino que en el partido a que aplicó su voz o su acción, como si para el gobierno se le hubiera dado una clave fija, en aquel se mantuvo, guardando siempre en los negocios un solo tono, y el filósofo Panecio dice que, según están escritas las más de sus oraciones, para él lo honesto es a todo preferible por sí mismo: como la de la corona, la contra Aristócrates, la de las inmunidades y las filípicas, en todas las cuales no inclina a los ciudadanos a lo deleitable, o a lo fácil, o a lo útil, sino que muchas veces persuade que deben ponerse la seguridad y la salvación en segundo lugar después de lo honesto y de lo honroso, de manera que si en los asuntos que trató, al amor de la gloria y a la nobleza de los pensamientos hubiera unido el valor militar y de haber en todo obrado limpiamente, habría sido digno de que en el número de oradores se le colocara, no al lado de Merocles, Polieucto e Hiperides, sino más arriba con Cimón, Tucídides y Pericles.
que servirá lo honesto, lo útil y deleitable? Si éste nos vedara lo indecente y nos concediera.
Pero lo gustoso, lo deleitable quédese para los canoros cisnes.
—Sí, que había de decir al contrario: El bien honesto, útil y deleitable.
letrero que decía: El bien deleitable, útil y honesto.
—No parece —dijo Andrenio— tan útil el olfato cuanto deleitable: más es para el gusto.
Grande es la variedad de inclinaciones, prodigio deleitable de la Naturaleza, tanta como en rostros, voces y temperamentos.
Lo que tiene más de lo deleitable tiene menos de lo heroico comúnmente.
En efecto, ningún otro sitio hay en Cádiar, que pudiera haber preferido para edificar su morada un príncipe tan poderoso, espléndido y sibarita como el Zaguer, ninguno más adecuado para asiento de un palacio al gusto de los moros, ninguno más apartado y más seguro a un tiempo mismo, ninguno más deleitable y solo, al par que más confundido en apariencia con el resto de la población.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba