Ejemplos con dejaremos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Tememos a la muerte porque creemos que cuando llegue dejaremos de existir para siempre.
Eso lo dejaremos para más adelante.
Si damos repetidas veces en la cabeza a un wyvern, le dejaremos aturdido.
Según Mihail Kog lniceanu, su respuesta fue: Con estos dos brazos de esclavo, hemos trabajado durante siglos el doble de nuestras posibilidades y descansad seguros de que no os dejaremos sin lo que el juicio del país decida que debemos pagar.
Vaticina que dejaremos de usar petróleo cuando sea más barato producir otro combustible, no porque éste se nos agote.
En este LP además no dejaremos de nombrar Chacarera del Rancho, La Comparsa o La Alhajita.
Si acude en seguida a nuestra mente el recuerdo reconfortante de los dones divinos, no nos dejaremos doblegar por el dolor.
: Con él y unos golpes dejaremos plana la baldosa con respecto la pared.
Raymundo, y, nunca dejaremos de recordar la clase de paseo del Liceo por diversos escenarios de Lima y Callao de los Driles Musicales del profesor de educación física Carlos Falla.
Volvemos a meter y lo dejaremos sobre una hora.
Establecer una clasificación de carrocistas basándonos exclusivamente en las victorias obtenidas no deja de resultar injusto, pues dejaremos sin nombrar una infinidad de artistas sin cuya labor la fiesta no sería lo que es.
Mientras haya coligües para construir nuestras lanzas, no dejaremos entrar a nuestra tierra a los huincas.
Entonces tendremos una superficie encerada con trama uniforme y microscópica, a la que se le esparcirá cera líquida en aquellas partes que queremos blancas, y dejaremos descubiertas aquellas donde queramos sombras parejas.
Nombrarlos a todos es imposibles, pero aquí dejaremos algunos personajes relevantes, unos la presidieron y otros han sido auténticos héroes de la misma, destacando Claret Rodríguez, Héctor Luna, Benjamín Díaz, Palminio Fernández, Héctor Ortega, Edmundo Ayala, Valerio Bolívar, Zoraida Rebolledo, Efraín Bolívar, Guillermo Aragort, Juan Cuchara, Chucho Villarroel, Joe Martín, Hornero González, Marino González, Guillermo Párraga, Adilia Herrera, Minerva Carmena, Higinio González, Carlos Vásquez, Ramón Correa, Magdalena Díaz, Andrés Eloy Herrera, Pancho Ávila, Chucho Moreno, y Yulimar Núñez, Pablo Pérez, El Zorro, Ricardo Díaz, etc.
Pero no la barda de las ideas, ¡eso no!, ¡nunca!, el día que pensemos igual y actuemos igual dejaremos de ser hombres para convertirnos en máquinas, en autómatas.
Aunque Inglaterra nos ataqueprosiguió Hartrott, no por esto dejaremos de vencer.
Por ser para usted, que es un amigodijo el gitano palmeándole en la espalda, por ser para usted, persona simpática que sabrá tratar bien a esta prenda lo dejaremos en cuarenta daros y trato hecho.
Allá, después de un trecho, dejaremos el camino y tomaremos la cuesta.
Dejaremos la otra para Pepillo que se divierte mucho con estas cosas.
Entonces lo destruiremos todo y no dejaremos vivo ningún liberal ¡masones indecentes!.
No, no le dejaremos, ¿verdad?insistió la santa.
Volvieron a subir don Quijote y Sancho, con el mismo aplauso y música llegaron a la casa de su guía, que era grande y principal, en fin, como de caballero rico, donde le dejaremos por agora, porque así lo quiere Cide Hamete.
Retiróse la duquesa, para saber del paje lo que le había sucedido en el lugar de Sancho, el cual se lo contó muy por estenso, sin dejar circunstancia que no refiriese, diole las bellotas, y más un queso que Teresa le dio, por ser muy bueno, que se aventajaba a los de Tronchón Recibiólo la duquesa con grandísimo gusto, con el cual la dejaremos, por contar el fin que tuvo el gobierno del gran Sancho Panza, flor y espejo de todos los insulanos gobernadores.
Vamos, y dejaremos a vuesas mercedes en casa de su padre, quizá no los habrá echado menos.
Duró la batalla casi media hora, saliéronse las fantasmas, recogió doña Rodríguez sus faldas, y, gimiendo su desgracia, se salió por la puerta afuera, sin decir palabra a don Quijote, el cual, doloroso y pellizcado, confuso y pensativo, se quedó solo, donde le dejaremos deseoso de saber quién había sido el perverso encantador que tal le había puesto.
Y, con esto, cerró de golpe la ventana, y, despechado y pesaroso, como si le hubiera acontecido alguna gran desgracia, se acostó en su lecho, donde le dejaremos por ahora, porque nos está llamando el gran Sancho Panza, que quiere dar principio a su famoso gobierno.
Finalmente, Sancho le pagó muy bien, por orden de su señor, y, despidiéndose dél, casi a las ocho del día dejaron la venta y se pusieron en camino, donde los dejaremos ir, que así conviene para dar lugar a contar otras cosas pertenecientes a la declaración desta famosa historia.
Finalmente, tanto hablaron y tanto bebieron los dos buenos escuderos, que tuvo necesidad el sueño de atarles las lenguas y templarles la sed, que quitársela fuera imposible, y así, asidos entrambos de la ya casi vacía bota, con los bocados a medio mascar en la boca, se quedaron dormidos, donde los dejaremos por ahora, por contar lo que el Caballero del Bosque pasó con el de la Triste Figura.
Esto dicho, volvió Sancho las espaldas y vareó su rucio, y don Quijote se quedó a caballo, descansando sobre los estribos y sobre el arrimo de su lanza, lleno de tristes y confusas imaginaciones, donde le dejaremos, yéndonos con Sancho Panza, que no menos confuso y pensativo se apartó de su señor que él quedaba, y tanto, que, apenas hubo salido del bosque, cuando, volviendo la cabeza y viendo que don Quijote no parecía, se apeó del jumento, y, sentándose al pie de un árbol, comenzó a hablar consigo mesmo y a decirse:.
Y así, le dejaremos ir su camino, hasta la vuelta, que fue breve.

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