Ejemplos con defendiéndome

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

No puedo, señor general, seguir defendiéndome por más tiempo.
Defendiéndome del frío con mi gabán y la manta de viaje me tendí en un sofá de Vitoria, no sin requerir mi cachava, cuyo auxilio me pareció necesario en expectación de lo que ocurrir pudiera.
Hablamos extensamente delante de Rafaela, mejor dicho, habló la morisca dama todo lo que quiso, y yo la oí, defendiéndome en breves conceptos de las acusaciones que me dirigió, más en tono de maestro inflexible que de amiga.
Me ocurrió protestar contra aquella barbarie, gritando y defendiéndome contra miles de hombres, pero la realidad de mi impotencia me aplastaba con formidable pesadumbre.
Resistí cuanto pude, defendiéndome con un fémur, pero venció el número, me cogieron, me vistieron con un traje de peón blanco, me pusieron en una casilla negra, y aquí estoy, sin que nadie me mueva, amenazado por un caballo que no acaba de comerme y no hace más que darme coces en la cabeza.
menos defendiéndome, y a todos pesaba de nuestra loca desdicha.
Desapareció la estrella tras de los árboles y la noche se hacía cada vez más oscura: había perdido los zapatos, y los pies rehusaban llevarme más lejos, cuando oí el ladrido de un perro: ¡qué música tan deliciosa fue aquella para mí! Algunos pasos más lejos encontré la choza y defendiéndome del perro con un palo que había tomado en el monte y me servía de bastón, empujé el junco que servía de puerta y despertando a la tullida pedí licencia para acostarme en un rincón.
Y así pensaban los amigos, defendiéndome de frente e insinuándolo más con esta franca defensa.

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