Ejemplos con daños

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es un pez de extraordinaria resistencia, capaz de aclimatarse a diversas calidades de agua, así como temperaturas más cálidas que en sus aguas de origen, razón por la cual coloniza la zona en la que es artificialmente introducido causando daños a la fauna local.
Subgénero o estilo cinematográfico más o menos marginal, consistente en la efusión de sangre y la violencia física extrema con secuelas fisiológicas como la supuración, los daños en órganos, etc.
En el Stier, arrojando borbotones de humo y con la imposibilidad de reparar los daños en timón y calderas, se ordenó el abandono y hundimiento del buque.
Pero los impactos logrados por Willet sobre el Stier fueron sumando daños a la gravedad de los incendios que se propagaron en la cubierta, con lo que la situación se hizo pronto insostenible.
Debido a la cercanía de la Casa del Deán al Palacio del marqués de Lazán, que fue durante los Sitios de Zaragoza cuartel del general Palafox, punto de mira del fuego del ejército francés, el arco, galería y casa del prior sufrió daños muy graves.
Ocasionó daños de consideración en la localidad de Villa Castelli, provincia de La Rioja.
Produjo daños menores en dicha localidad.
Produjo gran alarma y daños moderados en la localidad de Villa Giardino, provincia de Córdoba.
Produjo gran alarma y pequeños daños en las localidades de Huerta Grande, Cosquín y La Falda, en la provincia de Córdoba.
Afectó en mayor medida y produjo gran alarma y daños moderados en la localidad de San Andrés, provincia de Salta.
Afectó produciendo daños moderados en la localidad de Belén, provincia de Catamarca.
Produjo grietas y daños menores en construcciones de adobe.
¿Por qué la Iglesia, pensaba yo entonces, no ha de permitir ahora el matrimonio de los clérigos? Cuántos daños se evitarían.
La de Belarmino, como ustedes no ignoran, era de frenético arrebato, se propagaba como fuego, causaba escándalo a los corazones sensibles, inducía al desprecio de las cosas santas y amenazaba provocar mayores daños.
Es inútil: debo morir Tengo derecho a que me fusilen He causado muchos daños Me horrorizo de mí misma al recordar todos los delitos consignados en la sentencia ¡Y aún hay otros que ignoran! La soledad me ha hecho conocerme tal como soy.
Lo dijo mirándole como si implorase su perdón, con la sinceridad dolorosa de un alma que ha reñido con la mentira y llora al adivinar los daños que causa.
Las bóvedas de ocasión resistían la caída de los obuses, que se enterraban en ellas sin causar grandes daños.
Había sentido, como francés, una repulsión irresistible al convencerse de que Freya era una espía que llevaba causados grandes daños a su patria Luego, como hombre, se apiadaba de su inconsciencia, de su carácter contradictorio y ligero hasta llegar al crimen, de su egoísmo de mujer hermosa y amiga del lujo, que la había hecho admitir la vileza moral a cambio del bienestar.
La Compañía hacia grandes daños a su paso por Salónica y los conventos del monte Athos.
, lo adoran, porque apenas se ha sentido la presencia de una fiera en tal o cual lugar, por los daños que hace, cuando Pablo se pone voluntariamente en su persecución y no descansa hasta no traerla muerta a la majada misma que sirve de centro al rebaño perjudicado.
Simbolizaba para él la energía, la decisión, la rapidez de la autoridad para remediar todos los daños.
Practicaba su apostolado por fórmulas rutinarias o rancios aforismos de libros escritos por santos a la manera de él, y había hecho inmensos daños a la humanidad arrastrando a doncellas incautas a la soledad de un convento, tramando casamientos entre personas que no se querían, y desgobernando, en fin, la máquina admirable de las pasiones.
Y como, además, en muchas ocasiones, transigia pleitos o remediaba daños a costa de su bolsillo, como casi igualaba a D.
Véte a la lengua, que en ella consisten los mayores daños de la humana vida.
Es pues el caso, que el atambor, por tener con que mostrar mas sus chocarrerías, comenzó a enseñarme a bailar al son del atambor, y hacer otras monerías tan ajenas de poder aprenderlas otro perro que no fuera yo, como las oirás cuando te las diga: por acabarse el distrito de la comision se marchaba poco a poco: no habia comisario que nos limitase: el capitan era mozo, pero muy buen caballero y gran cristiano: el alférez no habia muchos meses que habia dejado la corte y el tinelo: el sargento era matrero y sagaz, y grande arriero de compañías, desde donde se levantan hasta el embarcadero: iba la compañía llena de rufianes churrulleros, los cuales hacian algunas insolencias por los lugares do pasábamos, que redundaban en maldecir a quien no lo merecia: ¡infelicidad del buen príncipe! ser culpado de sus súbditos por la culpa de sus súbditos, a causa que los unos son verdugos de los otros, sin culpa del señor, pues aunque quiera y lo procure, no puede remediar estos daños, porque todas o las mas cosas de la guerra traen consigo aspereza, riguridad y desconveniencia.
Aquí pudieras tambien preguntarme qué gusto o provecho saca el demonio de hacernos matar las criaturas tiernas, pues sabe que estando bautizadas, como inocentes y sin pecado se van al cielo, y él recibe pena particular con cada alma cristiana que se le escapa: a lo que no te sabré responder otra cosa, sino lo que dice el refran, que tal hay que se quiebra dos ojos, porque su enemigo se quiebre uno, y por la pesadumbre que da a sus padres, matándoles los hijos, que es la mayor que se puede imaginar, y lo que mas le importa es hacer que nosotras cometamos a cada paso tan cruel y perverso pecado: y todo esto lo permite Dios por nuestros pecados, que sin su permision yo he visto por esperiencia que no puede ofender el diablo a una hormiga, y es tan verdad esto, que rogándole yo una vez que destruyese una viña de un mi enemigo, me respondió que ni aun tocar a una hoja della podia, porque Dios no queria, por lo cual podrás venir a entender, cuando seas hombre, que todas las desgracias que vienen a las gentes, a los reinos, a las ciudades y a los pueblos, las muertes repentinas, los naufragios, las caidas, en fin, todos los males que llaman de daño, vienen de la mano del Altísimo y de voluntad permitente: y los daños y males que llaman de culpa, vienen y se causan por nosotros mismos.
Buscado se ha remedio para todos los daños que has apuntado y bosquejado en sombra, que bien sé que son mas y mayores los que callas, que los que cuentas, y hasta ahora no se ha dado con el que conviene, pero celadores prudentísimos tiene nuestra república, que considerando que España cria y tiene en su seno tantas víboras como moriscos, ayudados de Dios hallarán a tanto daño cierta, presta y segura salida: dí adelante.
Por desventura lo soy respondió don Quijote, aunque los daños que nacen de los bien colocados pensamientos, antes se deben tener por gracias que por desdichas.
Si no, véase si se alcanza con las fuerzas corporales a saber y conjeturar el intento del enemigo, los disignios, las estratagemas, las dificultades, el prevenir los daños que se temen, que todas estas cosas son acciones del entendimiento, en quien no tiene parte alguna el cuerpo.
Todo lo ponía en su punto el cura, como discreto, y a cada uno daba el parabién del bien alcanzado, pero quien más jubilaba y se contentaba era la ventera, por la promesa que Cardenio y el cura le habían hecho de pagalle todos los daños e intereses que por cuenta de don Quijote le hubiesen venido.

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