Ejemplos con dalias

Topografía Medico y estadística de la villa de Dalias Manuel R.

El Campo de Dalias, es una comarca natural situada en el sur este de la provincia de Almería, en la comunidad autónoma de Andalucía, España.

Las fiestas son incomparables por su fervor religioso, emoción, y por su fuego ya que se lanzan miles de cohetes durante toda la procesión de cristo por las calles de Dalias, estando el momento más apoteósico a la entrada del cristo en su iglesia.

En el ámbito textil puedes asistir a mercadillos hippies como el de Es Caná, o el de las Dalias en San Carlos.

Las dalias, las orquídeas, y las azucenas silvestres son recolectadas para uso ornamental, lo cual contribuye a su extinción.

Hay muchas otras especies de senecios, todas típicamente malezas pero a veces con atractivas flores con margenes y rayados bonitos en sus pétalos, como si fueran dalias.

Balanegra está situada al pie de la Sierra de Gádor, estando limitado al norte por Berja y Dalias, al este por el término municipal de El Ejido, y al oeste por el término municipal de Adra.

Después, en marzo y abril, se preparan los ramilleros del clavelón para transplantarlos en junio, mientras que en mayo se plantan los bulbos de las dalias.

Originalmente usadas margaritas y crisantemos, se utilizan en la actualidad dalias, claveles y clavelones chinos, a los que recientemente se ha añadido la margarita teñida.

o subimos al filo de la nieve con el coro de las dalias muertas.

-Mira qué dalias, pero las mías tienen colores más variados.

- Los cristianos recobraron su posición, y atacando con nuevo ímpetu rechazaron a los moros y les hicieron retirarse hacia Dalias y Andarax con pérdida de mil quinientos hombres.

El Cabo de Gata, a lo lejos, más acá la Punta de Roquetas, la de Balerma, y la de Dalias, barquichuelos pescadores en el undoso piélago, grandes buques cruzando en lontananza, la costa de África allá enfrente, como una vaga sombra, velada a la sazón por una tenue bruma, una inmensidad azul abajo, otra inmensidad azul arriba, el sol eterno, transponiendo del Mediterráneo al océano, en busca de la remota América.

- EL CORCUZ, de Dalias.

- Sólo advertiré que, entre Sierra Nevada, y el Mediterráneo, en línea perpendicular, no median nunca las pretendidas once leguas, sino ocho, todo lo más, y esto, sólo hacia el Campo de Dalias, que, por los puntos restantes, apenas llegarán a siete, -midiendo siempre a vuelo de pájaro.

Allí, cubierto de dalias y rosas de trapo, oyó el príncipe pasar a los que le buscaban, y les escuchó decir que, si a los reyes viejos se contentarían con llevarles a Malaterra cautivos, a él era preciso matarle, porque así no había que temer que hoy o mañana reclamase su trono.

Invadía el sol con su radiante oleada de luz la mitad de la calle de Huerto de Monjas, calle estrecha y de humildes edificios, decorados casi todos en rejas y balcones por tiestos y macetas, donde a la esplendorosa luz de la mañana fulgían como rubíes los geráneos, las dalias rojas como perfumados purpurinos panales, y como de amatista las campánulas que salpicaban los verdes faldellines de las flotantes enredaderas.