Ejemplos con curtida

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por suerte las barbas volvieron a crecer y los empecinados que deseaban continuar afeitandose se pasaron al pelo del caballo o a la cabra tibetana, y los hombres de tez curtida se enfrentaron con valentía a las cerdas del cerdo.
El Códice Vindobonensis consiste en un largo biombo de piel curtida de venado cuyas caras fueron tratadas con estuco para poder trazar sobre ellas las pictografías, correspondientes al sistema mixteco de escritura.
Los oficiales ingleses, con todas las condecoraciones que adornan sus pechos y su tez curtida por el sol de exóticas campañas, no existen, unas condesas italianas, que han de bajar en Turín y ostentan coronas en los forros de sus maletas, quedan como aplastadas en su compartimiento, yo doy gracias humildemente al igualitario progreso de los tiempos actuales, que me permite dormir separado por un tabique de madera de la persona que descansa en la pieza inmediata.
Tendría cerca de sesenta años, la cara curtida, la expresión simpática, la nariz roja, que brillaba entre la barba, inculta, como una rosa entre el follaje.
¡Laurier este oficial ciego que permanecía inmóvil en el banco como un símbolo de dolor heroico! Estaba aviejado, con la tez curtida y de un color de bronce surcada de grietas que convergían como rayos en torno de todas las aberturas de su rostro.
El sujeto que suspenso me miraba era chiquitín como yo, con mi propia cara más curtida, cabello gris y.
Se dió cuenta de su debilidad, de su insignificancia ante aquella hembra curtida en los peligros de la existencia errante.
Era necedad resistirse a la evidencia, desvelado ¡y casi febril! ¡Quitarle el sueño una mujer! Y no una señora curtida en achaque de aventuras, ni una doncellita boba temible por su misma ingenuidad, ni una astuta sabedora de todas las bajezas que el hombre es capaz de cometer , y de las infamias que hace , nada de esto, sino que se trataba de una mujer incauta, inexperta, gozada y abandonada.
Una mañana entró Sabel a la hora de costumbre con las jarras de agua para las abluciones del presbítero, que, al recibirlas, no pudo menos de reparar, en una rápida ojeada, cómo la moza venía en justillo y enaguas, con la camisa entreabierta, el pelo destrenzado y descalzos un pie y pierna blanquísimos, pues Sabel, que se calzaba siempre y no hacía más que la labor de cocina y ésa con mucha ayuda de criadas de campo y comadres, no tenía la piel curtida, ni deformados los miembros.
Pero todo se ha estrellado en su tenaz negativa para deshacerse de ese pedazo de tierra en que vio la luz, donde el sol a la hora de la siesta tuesta la curtida piel, y desde el cual la vista descubre tan bellos y vastos horizontes.
Bermeja como el moco de un pavo la curtida piel, el jardinero pudo al fin gritar, o más bien sollozar, tuteando a su amo bruscamente:.
No dejaba yo de acudir a la misma fuente que ella en demanda de los mismos alientos, pero ahondaban mucho más las raíces de la vida en, mi naturaleza curtida de las intemperies del mundo, que en el organismo tierno y virginal de aquella criatura, y por eso no resultaban iguales en los dos los frutos de un mismo esfuerzo moral.

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