Ejemplos con cuartana

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Lo forma con las hijas del Cinturón, propiedad de César Rosas, las yeguas Cuartana y Modesta.
—Una horrorosa contraccion atirantaba todos sus músculos, despedian sus ojos una luz torva y rojiza, como los del leon durante la cuartana, y la más lúgubre tristeza tendia su velo de muerte sobre aquellas varoniles facciones: ¡tristeza desesperada y terrible, no quejumbrosa y vehemente como la sed y el ánsia de consuelo, sino fija, muda, petrificada, irremediable, muy más amenazadora en su serenidad que todos los arrebatos de la ira!.
Y, apartándose los dos a un lado del camino, tornaron a mirar atentamente lo que aquello de aquellas lumbres que caminaban podía ser, y de allí a muy poco descubrieron muchos encamisados, cuya temerosa visión de todo punto remató el ánimo de Sancho Panza, el cual comenzó a dar diente con diente, como quien tiene frío de cuartana, y creció más el batir y dentellear cuando distintamente vieron lo que era, porque descubrieron hasta veinte encamisados, todos a caballo, con sus hachas encendidas en las manos, detrás de los cuales venía una litera cubierta de luto, a la cual seguían otros seis de a caballo, enlutados hasta los pies de las mulas, que bien vieron que no eran caballos en el sosiego con que caminaban.
Pero, apenas hubo oído dos versos que el que cantaba iba prosiguiendo, cuando le tomó un temblor tan estraño como si de algún grave accidente de cuartana estuviera enferma, y, abrazándose estrechamente con Teodora, le dijo:.
En don Lope se obró entonces una transformación espantosa: clavó los ojos centelleantes en su sobrino, su robusto cuello se hinchó poco a poco, dilatáronse sus narices, la espesa y ruda barba se encrespó sola, sus dientes rechinaron bajo los labios encogidos, encorvó los brazos musculosos, apretó los puños como si quisiera triturar los dedos contraídos, y azulada, verde la tez, estremecióse de pies a cabeza, como león con la cuartana, y lanzó de su pecho un rugido salvaje, vomitando con él estas palabras solas, que retumbaron en todos los ámbitos de la casa:.
Son valientes, pero tardos, son leones, mas con cuartana.
faisanes, de su cuartana al león, y a la fénix de lo gusano.
Así como el mal humor de una terciana y una cuartana tienen su día fijo, su.
la Cuartana, por quien jamás dobla campana, que no sirve sino de hacer regalones los.
poderosos que se burlan de las pestes y se ríen de la gota y hacen fisga de la cuartana y.
Escuchar no es pecado, y, por otra parte, ¡si su señor no viviese ya! Si allá, en las malsanas regiones, una cuartana, un mal pernicioso, una herida.

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