Ejemplos con crujía

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Abierta a la crujía oriental del claustro, es una estancia cuadrada con una espléndida bóveda de crucería.
Los cuatro primeros tramos son de igual tamaño por lo que podría tratarse de una primera construcción que luego se iría ampliando levantando la última crujía y la cabecera ya en el siglo XV.
La primera planta era en semisótano con bóvedas de aristas menos la última crujía.
Por entonces se construyó también la escalera que arranca de la crujía meridional del patio y pone en comunicación las dos plantas del edificio.
De las partes de la construcción, la más interesante es la primera crujía, donde destaca el salón de la planta alta al que se accede por una elegante puerta de anchos marcos de cantería de Gáldar y cuyo interior está cubierto con una armadura de par e hilera, con tirantes de vigas simples, presentando una curiosa decoración vegetal que recorre la hilera en todo su largo.
Este salón se alza sobre la crujía de vigas del zaguán y se asoma a la calle Caballeros a través de sus cuatro ventanales partidos por finas columnas.
En la crujía del porche, la puerta central dispone de idéntica factura, exceptuando el antepecho, las laterales son de doble batiente de madera.
Sin embargo la parte derecha, que ha perdido su primera crujía, parece responder al tipo de caserío del XVII, de fachada plana con muro entre los postes de madera.
Consta de planta baja con entresuelo, planta noble y andana, se organiza a partir de un gran zaguán con doble altura y galería de distribución, a la que se accede por una escalera imperial situada en la segunda crujía.
La crujía oriental fue reconstruida en el siglo XVI en estilo gótico tardío, con bóvedas de crucería para soportar el peso de una galería superior.
Se propone la creación en parte de su crujía central de un patio descubierto.
El inmueble está inscrito en una parcela de forma rectangular, entre medianeras, y la construcción se reduce a una crujía recayente hacia la citada calle.
Hacia el oeste, tras una crujía de menor tamaño, existe un patio secundario.
Esta crujía lateral, de dos alturas, está integrada en rigor por dos crujías inmediatas: una próxima a la calle, de menor altura y con cubierta plana, y la otra hacia el este, con cubierta a cuatro aguas.
La fachada norte está integrada igualmente por el núcleo central de la vivienda y por una crujía lateral de gran tamaño, ambas con orientación este-oeste y con retranqueo, convergiendo en escuadra.
La capilla de la Comunión, en el lado de la epístola, tiene acceso desde la segunda crujía, y presenta una cúpula.
El , que había izado su vela al amanecer, desembarcaba antes de las once, y la langosta crujía purpúrea sobre las brasas, esparciendo un perfume azucarado, la olla burbujeaba, espesando su caldo con la grasa suculenta de la , cantaba el aceite en la sartén, cubriendo la piel rosada de los salmonetes, chirriaban bajo el cuchillo los erizos y las almejas, derramando sus pulpas todavía vivas en el hervor de la cazuela.
En el arreglo de esta crujía para convertirla en templo interino, manifestábase el buen deseo, la pulcritud y la inocencia artística de las excelentes señoras que componían la comunidad.
Como la iglesia estaba aún a medio hacer, el culto se celebraba en la capilla provisional, que era una gran crujía baja, a la izquierda de la puerta.
Y volaba por los salones recorriendo la larga crujía para llegar hacia la parte del archivo, donde había sonado el grito horrible.
Vino el dia con muestras de mayor tormenta que la pasada, y hallámos que el bajel habia virado un gran trecho, habiéndose desviado de las peñas un buen espacio, y llegádose a una punta de la isla, viéndose tan a pique de doblarla turcos y cristianos con nueva esperanza y fuerzas nuevas, al cabo de seis horas doblámos la punta, y hallámos mas blando el mar y mas sosegado, de modo que mas fácilmente nos aprovechámos de los remos, y abrigados con la isla tuvieron lugar los turcos de saltar en tierra para ir a ver si habia quedado alguna reliquia de la galeota que la noche ántes dió en las peñas, mas aun no quiso el cielo concederme el alivio que esperaba tener de ver en mis brazos el cuerpo de Leonisa, que aunque muerto y despedazado holgara de verle, por romper aquel imposible que mi estrella me puso de juntarme con él como mis buenos deseos merecian, y así rogué a un renegado que queria desembarcarse, que le buscase y viese si la mar lo habia arrojado a la orilla, pero, como ya he dicho, todo esto me negó el cielo, pues al mismo instante tornó a embravecerse el viento de manera que el amparo de la isla no fué de algun provecho: viendo esto Fetala, no quiso contrastar contra la fortuna que tanto le perseguia, y así mandó poner el trinquete al árbol y hacer un poco de vela, volvió la proa a la mar y la popa al viento, y tomando él mismo el cargo del timon, se dejó correr por el ancho mar, seguro que ningun impedimento le estorbaria su camino: iban los remos igualados en la crujía, y toda la gente sentada por los bancos y ballesteras, sin que en toda la galeota se descubriese otra persona que la del cómitre, que por mas seguridad suya se hizo atar fuertemente al estanterol: volaba el bajel con tanta ligereza que en tres dias y tres noches, pasando a la vista de Trápana, de Melazo y de Palermo, embocó por el Faro de Mesina, con maravilloso espanto de los que iban dentro y de aquellos que desde la tierra los miraban.
Hizo señal el cómitre que zarpasen el ferro, y, saltando en mitad de la crujía con el corbacho o rebenque, comenzó a mosquear las espaldas de la chusma, y a largarse poco a poco a la mar.
Esto oído, saltó el general en la crujía, y dijo:.

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