Ejemplos con crecí

Crecí entre papeles, tinta y tipos de imprenta y tal vez eso me ha hecho fácil el integrarme y crear poesía visual.

El ambiente del hogar era imposible, había demasiada malicia, conflictos y revanchismo y odio en la casa donde yo crecí, dirá Bernard.

Crecí en la corte de Teodeberto I de Austrasia.

Crecí escuchando sobre todo la música de mi papá , dice Duque, que forzó a mi padre a una dieta constante de Black Sabbath, Led Zeppelin, Aerosmith y Jimi Hendrix.

Siempre le gusté, simplemente fui demasiado joven, ahora ya crecí.

Crecí como la hija de Jules Irving.

Crecí escuchando a Michael Jackson.

Crecí escuchándola y me parece una excelente artista.

Me sonrió la idea de escribir y crecí un palmo, pensando que ya había hallado el camino por donde debía llegar hasta donde una querida.

La telenovela en la que se dio a conocer nacionalmente fue en Tukiti Crecí de una, una producción de RCTV de Venezuela, en la que ella interpretaba a Wendy.

En respuesta, Hernández declaró: No realmente me sorprende porque yo crecí con muchas de esas reacciones.

El creció en un pueblo mucho más pequeño, que tiene sus propias limitaciones y beneficios, pero yo crecí en una comunidad en la que conocía a todos en el vecindario, iba al colegio con los mismos chicos y pasé una década de mi vida con las mismas personas.

Por todo esto crecí como un rebelde.

Desengáñese usted, yo no puedo menos de recordar con entusiasmo aquellas costumbres rancias, tan ridiculizadas por los modernos reformistas: ellas me nutrieron, entre ellas crecí y a ellas debo lo poco que valgo y el fundamento de esta familia que hoy me rodea, y, aunque montada a la moderna, respeta mis manías, como ustedes dicen, y me permite vivir cincuenta años más atrás que ella.

Crecí hace mucho tiempo.

Crecí al ritmo de las lecciones de piano, instrumento en el que descubrí muchas de las habilidades que hoy me han dado la fama de gran pianista.

Yo soy hijo de aquel Terón, que fue muy famoso ladrón, yo fui criado con sangre de hombres, y crecí entre los hombres de guerra, y fui heredero e imitador de la virtud de mi padre,.

Sequé, y crecí con agua, y fuego a Henares,.

-¿Pero qué es lo que debo hacer? ¿qué debo decir? Una palabra que es la apostasía infame de mi religión, el desprecio de Dios en cuya santa idea crecí y crecieron antes mis honrados padres, y antes mis abuelos y del mismo modo las generaciones remotas hasta llegar a los que fueron elegidos para recibir la Ley directamente del mismo Dios y enseñarla a todo el mundo.

-Huyendo y oculto -dijo entre otras cosas-, perseguido siempre, siempre protegido por mi padre Inti, crecí entre las asperezas de los Andes, inculto y bravío, pero sintiendo en mi interior, junto con la necesidad del mando, la ciencia innata del gobierno.

Y crecí de tal suerte en el palacio de mi padre, lejos de todas las miradas.

Crecí en medio de las comodidades y enseñada a hacer mi voluntad: un capricho mío se cumplía como una ley, mi madre era mi esclava en todo, y aunque frecuentemente mi padre pretendía reñirme, siempre hacía cuanto yo deseaba.

sequé, crecí con llanto y fuego a Henares.

Vine al desierto de la vida y en él crecí sin ver otros objetos que las nubes del cielo y las arenas de la tierra.

Pero bien sé que sobí para decender, florescí para secarme, gozé para entristecerme, nascí para biuir, biuí para crecer, crecí para enuejecer, enuejecí para morirme.