Ejemplos con creación

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el cosmoses decir, en el diccionarioestán los nombres de todas las cosas, pero están mal aplicados, porque están aplicados según costumbre mecánica y en forma que, lejos de provocar un acto de conocimiento y de creación, favorecen la rutina, la ignorancia, la estupidez, la charlatanería gárrula y el discurso vulgar, vacío y memorista.
Y de aquí, joroba = responsabilidad, un nuevo acto de creación en el cosmoses decir, en el diccionariode Belarmino.
Los antiguos, como más próximos al origen de la creación, distinguían con mayor acierto la jerarquía, utilidad y belleza de los miembros, a todos los miembros anteponían en dignidad el pie, después de éste seguía la cabeza, luego, algo que no quiero nombrar, en cuarto grado, la mano siniestra, la del escudo, en quinto, la diestra que empuña el arma, y así sucesivamente.
Asistía a los ensayos, como Dios a la obra cotidiana y turbia de la creación, con aparente inconsciencia.
El anónimo era creación literaria de Felicita, pintaba, con recargada sensiblería, los amores desgraciados de don Pedrito y Angustias, hasta el instante en que la pasión avasalladora les arrebataba en un torbellino y les impelía al rapto, refería que unos perseguidores desalmados iban a los alcances de los amantes evadidos, con propósito de destruir su felicidad, esbozaba, con trazos al carbón, el cuadro venidero de una doncella sin honor, de todos despreciada, y de un sacerdote indigno, caso que no se les permitiese casarse, y, por epílogo, suplicaba de los Padre dominicos y de los marqueses de San Madrigal que intercediesen con el obispo, con el cual tenían notorio metimiento, para que obligase al descarriado seminarista a cumplir como hombre cabal con la chica.
El mundo de fuera era creación aparente y engañosa del mundo de dentro.
El cristianismo enriqueció la historia de la conciencia humana con un acto de creación: la creación del espíritu.
Pero en torno de esta creación singular se agrupan, como digno cortejo, todos con fisonomía propia y rebosando de vida: la vieja , sentenciosa consejera de Magdalena, el hidalgo don Lope, alma de oro con corteza de hierro, tan breve en palabras como largo en hechos, último vástago de aquellos indomables banderizos del siglo XV, y condenado en el nuestro a matar las solitarias horas sobre su de piedra, el estudiante, el indiano, la solterona Osmunda, providencial castigo de don Gonzalo, Carpio y Gorio, en quienes se cifra y compendia el carácter del campesino montañés con todos sus rodeos y suspicacia, y hasta los personajes de segundo orden, Chisquín, Toñazos, Polinar, Barriluco.
Leí en un ensayista francés: ¡Quién poseyera la retina de la mosca! ¡Qué formidable panorama de la creación le ha sido otorgado a la mosca y negado al que llamamos rey de la tierra! Pues con penetrar un poco en todas las ciencias, así puras como aplicadas, se descompone al punto una imagen en millares de imágenes, como ya he esbozado en el paradigma del árbol.
Martí se opuso también a la creación en Madrid de un Casino Cubano.
El Dios de Gabriel, al perder la forma corporal que le habían dado las religiones y difundirse en la creación, perdía todos sus atributos.
La puerta del Reloj, llamada también de la Feria, con sus rudas esculturas de hierática rigidez y el tímpano cubierto de compactas escenas de la Creación, contrastaba con la puerta del otro extremo del crucero, la de los Leones, o, por otro nombre, de la Alegría, construida doscientos años después, risueña y majestuosa a la par como la entrada de un palacio y revelando ya las carnales audacias del Renacimiento, que pugnaba por aposentarse entre las rigideces de la arquitectura cristiana.
Y exponía ante sus oyentes atónitos las transformaciones de la creación natural y el origen del hombre: el inmenso poema de las evoluciones de la Naturaleza, desde el protoplasma originario hasta las infinitas variedades de la vida.
La esclavina y las tiras de una capa bastaban para reproducir todas las escenas de la creación bíblica o de la Pasión de Jesús.
Sobre los tres huecos o capillas que lo perforan corre una faja de relieves antiguos, obra de un obscuro imaginero medioeval, representando las escenas de la Creación.
La última creencia, la postrera, que aún se mantenía erguida como un monolito en medio de ruinas, explicando el origen de la creación, se vino abajo.
Y con este prólogo de la creación natural comenzaba la vida, desarrollándose al través de millones y millones de años, interrumpida a veces por los cataclismos de la tierra agitada por las últimas crisis de su crecimiento, y continuando adelante con la ciega tenacidad que anima a la Naturaleza.
Los estudiantes amigos de Gabriel pusieron en sus manos los libros de Darwin, de Büchner y de Haeckel, y el secreto de la creación natural, que inquietaba su pensamiento después de la abolición de la omnipotencia divina, se desgarró ante sus ojos.
Deseó saber por qué se descoyuntaban y torturaban los libros sagrados para explicar por épocas geológicas la creación que Dios había realizado en seis días, qué peligro se quería evitar haciendo comparecer a la divinidad ante la ciencia para que explicase sus actos, ajustándolos a las decisiones de ésta, a qué obedecía el miedo instintivo de los autores religiosos a afirmar rotundamente los milagros, justificándolos con intrincados razonamientos, sin atreverse a sostener como prueba decisiva la indiscutibilidad del prodigio sobrenatural.
Todos los vagos ensueños de amor, todas las palabras dulces, todos los regalos del alma se ofrecieron de repente a su fantasía, no ya cifrados en un ser ideal y aéreo, creación imaginaria, sino aplicados y consagrados al amor de una persona real y llena de vida, cuyas excelentes prendas se complacía en reconocer y cuyo afecto hacia ella adulaba su orgullo.
Temió luego que tan rica creación se desvaneciese, que se disipase como si fuera soñada, y exclamó al fin con extraño candor:.
Sería de ver que la sospecha de Manuela, que yo oí como injuria llena de maliciosa villanía, hubiese sido en el fondo una creación ridícula de mi vanidad, que, profundizando bien el asunto, me halagaba en vez de enojarme.
Un mar de pensamientos y de sentimientos se agitaba en su espíritu, como si viniese sobre ellos el más violento huracán, barajándolo y revolviéndolo todo, por donde, en vez de una creación armónica, brotaba el caos tenebroso.
El alma es como una reducción fotográfica de la Creación, y en ella están condensadas todas las obras de Dios, pero tan condensadas, que a primera vista sólo vemos un punto negro.
Los muertos no añadieron un guarismo a la losa de su sepultura, ni los astros brillaron más ni menos que el día de la creación.
También puede decirse que son un preludio, un aviso, una alborada, un arco-iris que anuncia la felicidad a la naturaleza, ó, lo que es más claro, son el primer antojo, el primer capricho, la primera monada de la creación, que se siente preñada de frutos y de flores, de fragancias y de armonías.
¡Pues sí, mis queridos lectores técnicos del ! En los primeros años de mi varia y complicada existencia, yo he sido tan labriego como vosotros: yo he manejado millares de veces la azada, el almocafre, la hoz y otros muchos instrumentos de labranza: yo he confiado el grano de oro del trigo o el grano de topacio del maiz a la generosa madre Tierra, y la he visto devolverme al poco tiempo el ciento por uno: yo he sepultado el , que es como quien dice el esqueleto, del albaricoque o de la guinda que me había comido, y luego he visto brotar un verde tallo por el grieteado suelo que cubría aquella fosa, y convertirse el tallo en tronco, y vestirse el tronco de hojas y flores, y trocarse las flores en frutos tan bellos y tan opimos como los del primer año de la Creación: yo he plantado el árido sarmiento que, andando los años, había de ser lujosa parra y darme fresca sombra y apretados racimos: yo he comido pimientos y tomates de las matas que planté y cultivé, y cebollas, y ajos, y calabazas y pepinos sembrados por mí, y.
¿De dónde emana el alma? ¿Es parte de la sustancia divina, que se encarna con la vida y se desencarna con la muerte para volver a su origen? ¿o es una creación accidental hecha por Dios, subsistiendo siempre impersonal? Aquí estaba el intríngulis.
¿De dónde procedía este cuento, variante de la leyenda del ogro? ¿Lo oiría Perucho en alguna velada junto al , mientras hilaban las viejas y pelaban castañas las mozas? ¿Sería creación de su mente excitada por los terrores de un día tan excepcional? Una empezaba el cuentoera un rey muy malo, muy galopín, que se comía la gente y las vivas.

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