Ejemplos con cortándoles

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es mucho más probable que tuviesen una utilidad letal doble, Smilodon los utilizaba para morder el cuello de las presas, bloqueándoles la tráquea y cortándoles las arterias principales que irrigan el cerebro.
La emoción a todos embargaba, demudando el color de sus rostros y cortándoles el aliento.
Lo menos que pensará el buen señor es que he logrado quebrantar la misteriosa clausura, sobornando eunucos o cortándoles la cabeza, y que en un dos por tres he arrebatado lindamente a la odalisca más hermosa para traerla a mi amor, primero, después a la fe de Cristo nuestro Redentor.
ª María Rodríguez, buscando a los agresores y hallándolos en tierra de Portugal, adonde se habían refugiado huyendo de la justicia, tomó sangrienta venganza en ellos, cortándoles las cabezas y entrando con ellas triunfante en Salamanca.
-¡Si dicen que es un hombre atroz ese que andan persiguiendo! Ahora me dijeron que él solo mató diez y seis cortándoles las cabezas de un golpe como si fueran rábanos.
Fueron los primeros movimientos de la sorpresa de Losada dirigidos a pedir consejo a sus capitanes, pero presentándole su intrepidez mayores riesgos en la dilación, y la disputa la dirimió desbaratando él mismo con la caballería la vanguardia de los bárbaros, su gran número y el conocimiento del terreno les permitió volver a reunirse y dejar dudoso el éxito de la acción, si Francisco Ponce, cortándoles por la retaguardia, y Losada acudiendo con su denuedo a animar a los que flaqueaban en el centro, no hubiesen hecho en ellos tal carnicería que los obligó a dejar franco el paso a costa de una completa derrota por su parte y de muy pequeña pérdida por la de los españoles.
Un día vio que se llevaban hojas que no eran ya de los yuyos del jardín, sino de una planta fina, nuevita, apenas brotada, y observándolos desde ese día con inquietud, vio que siempre con preferencia se apoderaban de las plantas nuevas, cortándoles las hojas para llevárselas a la cueva, donde amontonaban en secreto sus tesoros.
Lo menos que pensará el buen señor es que he logrado quebrantar la misteriosa clausura, sobornando eunucos o cortándoles la cabeza, y que en un dos por tres he arrebatado lindamente a la odalisca más hermosa para traerla a mi amor, primero, después a la fe de Cristo nuestro Redentor.
La emoción a todos embargaba, demudando el color de sus rostros y cortándoles el aliento.

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