Ejemplos con cortasen

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Además, es mucho menos estricta con las reglas, aceptando usar el giratiempo de modo ilegal junto con Harry, para rescatar a Sirius, a Harry y a ella misma de los dementores y, a Buckbeak de que le cortasen la cabeza.
Se adaptaban a la topografía del terreno y buscaban cortar el paso de los enemigos, caso de la muralla construida por Pericles entre Atenas y El Pireo, que comunicaba ambos sitios como un corredor elevado y evitaba que los enemigos cortasen la conexión entre ambos núcleos.
Ordenó a todos los miembros de su corte y a sus oficiales que se cortasen sus largas barbas, lo que provocó que los boyardos, que estaban muy orgullosos de las mismas, levantaran grandes objeciones a la medida.
Los padrinos de Villar querían que se cortasen las puntas a los sables, pero yo me opuse.
Las cosas de Diógenes iban llegando a un extremo, que si hubiera en Madrid autoridades, si hubiera en España un Gobierno, se castigaría lo menos, lo menos con cadena perpetua ¡Oh! ¡Lo del día anterior merecía por primera providencia que le cortasen la mano derecha! ¡Burlarse de ese modo de todas las señoras de Madrid, congregadas para un asunto piadoso! Poner en evidencia, en ridículo, en berlina, a tres a dos personas respetables, porque el tal Pulidete era un , un cursi, un cualquier cosa, que se lo tenía todo muy bien merecido Mentira parecíale que Pepe Butrón, un hombre de tanto talento, se hubiese semejante, y sin duda fue el Pulidete quien le dio el mal consejo.
¡Qué casualidad! Tapón marcó con mucha habilidad dos puntos para tomar los radios con que había de trazar dos arcos que se cortasen, y se afirmó en su creencia Aquellos dos puntitos parecían, sin duda alguna, los ojos de madame Dous, redondos, pequeños, abiertos como con un punzón El parecido era exacto: tan sólo le faltaba el moñito en lo alto de la cabeza, y para que nada le faltase, pintó Tapón a la esfera un moñito en la parte superior, dibujóle luego unas narices en el punto en que debieron encontrarse los dos malogrados arcos, púsole por debajo una boca bigotuda, añadióle después dos orejas con pendientes, y en menos de un cuarto de hora encontró la cara de madame Dous, en vez de encontrar el radio de la esfera.
Hecho su testamento, Ramón dijo que estaba listo, pero que le cortasen hasta el hombro la manga derecha de la casaquilla, a fin de que ella pudiera ser prendida a la muñeca por un botón, y permitiese así que se desahogara su brazo hecho una criba.
Entre los prisioneros que llevaba González en su retirada, se hallaba Sorocaima a quien mandó González hiciese saber a sus compañeros desistiesen de incomodar con sus flechas a los españoles, so pena de empalarlo a él y a otros cuatro, pero repitiendo el bárbaro Sorocaima la patriótica heroicidad de Atilo Regulo, levantó la voz animando a Conopoima a que cargase sobre Garci González, asegurándole la victoria en el corto número de los suyos, acción que puso a su constancia en el caso de renovar la prueba de Scévola alargando la mano para que se la cortasen en castigo de su generosidad, pero Garci González, no pudiendo permanecer insensible a tanto denuedo revocó la sentencia, que después ejecutaron ocultamente sus soldados para desacreditar la humanidad de su jefe.
-Y aunque sólo se tratase de salvar al pobre Merlín que tan fiel y diligente se nos muestra, interrumpió el molinero, consentiría en que me cortasen un brazo, antes que permitir le arrancaran un cabello.
Cuando dos años después, vencido el Muy Magnífico Gonzalo Pizarro, cayó prisionero Dionisio de Bobadilla, mandó La Gasca que le cortasen la cabeza y la colocasen en Arequipa, en el mismo sitio que había ocupado la de Lope de Mendoza, cuya memoria se honró con una gran misa fúnebre.
La delincuente confesó sus delitos en el tormento, y fue sentenciada por la Real Audiencia, a la pena de horca y que le cortasen después las manos, colocándolas en una pica a extramuros de la ciudad, en dirección a la hacienda donde cometió tan horribles crímenes.
–Pues decía que cuando uno se casa, si lo hace enamorado de veras, al principio no puede tocar el cuerpo de su mujer sin emberrenchinarse y encenderse en deseo carnal, pero que pasa tiempo, se acostumbra, y llega un día en que lo mismo le es tocar con la mano al muslo desnudo de su mujer que al propio muslo suyo, pero también entonces, si tuvieran que cortarle a su mujer el muslo le dolería como si le cortasen el propio.
Cuando se lo dijeron al rey, se irritó sobremanera y mandó que le cortasen la cabeza, pero la madre, que se hallaba presente: “No has de ser tú ¡oh rey!le dijo-, quien se dé con esto por satisfecho respecto de este abominable Caria, sino que de mí recibirá una recompensa digna de lo que ha tenido el arrojo de decir.
Levantóse Dion, y como al comenzar a hablar las muchas lágrimas que corrían de sus ojos le cortasen la voz, los soldados le exhortaban a que tomase aliento mostrándose con él afligidos.
Hallábase en una provincia de procónsul, y estando en un festín sentado a su lado, como era de costumbre, este mocito, entre otros halagos que prodigó a Lucio, fácil de ser seducido con ellos en el exceso del vino, le dijo ser tal el extremo con que le amaba, que habiendo en su casa el espectáculo de un duelo de gladiadores, a que nunca antes asistiera, había preferido correr a su compañía, a pesar de que deseaba ver a un hombre caer muerto de heridas, replicóle Lucio, correspondiendo a sus caricias: “Pues por eso no te me angusties, que yo lo remediaré”, y dando orden de que trajesen al mismo banquete a uno de los que estaban condenados a pena capital, y de que entrase uno de los esclavos armado con una hacha, volvió a preguntar al joven si quería ver cómo le daban el golpe, respondió éste que sí, y entonces mandó que le cortasen la cabeza.
Y ¿cuál no sería nuestra fatalidad, señor, si acometiéndonos, con sus galeras y victoriosos en una batalla naval se fuesen al Helesponto y allí nos cortasen el puente? Este peligro, ni yo lo imagino sin razón, ni lo finjo en mi fantasía, sino que este es el caso en que por poco no nos vimos perdidos cuando vuestro padre, hecho un puente sobre el Bósforo tracio y otro sobre el Danubio, pasó el ejército contra los escitas.
En fin, decía: que luego que fuese leída, sin dilación, ni aun para afinar a la segur el filo, me cortasen la cabeza.
Y el jinete se compadeció de mí e intercedió con el walí para que no me cortasen la otra mano.

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