Ejemplos con corrigió

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Tiempo después se corrigió el error, dejando obsoleta la antigua imagen del tsintaosaurio.
Acabó asistiendo a clases, corrigió su técnica y en poco tiempo mostraría indicios de su virtuosismo.
La pregunta con la cual Kana se gana el corazón de Hatori es: ¿Qué es lo que pasa cuando la nieve se derrite? y Hatori respondió: obviamente tenemos agua, ella lo corrigió diciéndole: lo que sucede es que se acerca la primavera.
Fremont corrigió el error cartográfico de Miera, estableciendo definitivamente que el río no drenaba en el Gran Lago Salado.
Estudió en Salamanca con su tío, el famoso humanista Fernán Pérez de Oliva, que era catedrático y rector de esa universidad, de hecho, corrigió y editó la obra de éste.
Sin embargo y a pesar del esmero y prolijo cuidado con que se trabajó en la obra, la corrigió de nuevo cuatro maños más tarde el ilustrado monarca.
Esta misma firma fue la que instaló y luego corrigió la acústica del Lincoln Center de New York.
Newton corrigió un error en la segunda edición de su célebre Philosophiæ Naturalis Principia Mathematica gracias a un apunte de Abauzit, y cuando le envió el Commercium Epistolicum, Newton le dijo: Usted es digno para juzgar entre Leibniz y yo.
Cuando prosiguio los estudios se corrigió a si mismo refiriéndolo a Ceratops como C.
Corrigió la clasificación gradual de quemaduras e ideó la cirugía para el cáncer cervical y la creación de un ano artificial, basándose en los antecedentes que estableció John Hunter.
Comprendiendo por los gestos que el séquito le hacía que se había equivocado, comenzó otra prosternación ante Alejandro, éste, levantándola, la corrigió diciendo: No te preocupes, madre, no has cometido ningún error.
Este defecto, se corrigió en parte montado contrapesos en las torres.
Este defecto, se corrigió en parte tras montar contrapesos en las torres.
Además, corrigió todos los originales de las publicaciones del observatorio.
Con dicha solución se corrigió la elevada altura de carga y se facilitó mucho el acceso al maletero.
También corrigió parcialmente las pruebas de su libro Bustos y rimas.
A eso La Peralta arremetió con su joven y hermosa voz rematando Así se canta en México a lo que el mismo Giuseppe Verdi corrigió No, así se canta en la gloria.
También corrigió la importante colección oral de historia, Voces anarquistas.
Gracias a esa recomendación, fue zapatero, sastre, vendió carbón, boxeo, corrigió pruebas, propagandista, vendedor, etc.
El despierto estudiante corrigió en un periquete:
Dos palabritasañadió la santa, y luego se corrigió así: Algunas más serán.
Pero Barbarita corrigió al instante su propia espontaneidad, diciendo: No no nos precipitemos.
Por la cual vos damos licencia y facultad para que, por tiempo y espacio de diez años, cumplidos primeros siguientes, que corran y se cuenten desde el día de la fecha de esta nuestra cédula en adelante, vos, o la persona que para ello vuestro poder hobiere, y no otra alguna, podáis imprimir y vender el dicho libro que desuso se hace mención, y por la presente damos licencia y facultad a cualquier impresor de nuestros reinos que nombráredes para que durante el dicho tiempo le pueda imprimir por el original que en el nuestro Consejo se vio, que va rubricado y firmado al fin de Hernando de Vallejo, nuestro escribano de Cámara, y uno de los que en él residen, con que antes y primero que se venda lo traigáis ante ellos, juntamente con el dicho original, para que se vea si la dicha impresión está conforme a él, o traigáis fe en pública forma cómo, por corretor por nos nombrado, se vio y corrigió la dicha impresión por el dicho original, y más al dicho impresor que ansí imprimiere el dicho libro no imprima el principio y primer pliego dél, ni entregue más de un solo libro con el original al autor y persona a cuya costa lo imprimiere, ni a otra alguna, para efecto de la dicha correción y tasa, hasta que antes y primero el dicho libro esté corregido y tasado por los del nuestro Consejo, y estando hecho, y no de otra manera, pueda imprimir el dicho principio y primer pliego, en el cual imediatamente ponga esta nuestra licencia y la aprobación, tasa y erratas, ni lo podáis vender ni vendáis vos ni otra persona alguna, hasta que esté el dicho libro en la forma susodicha, so pena de caer e incurrir en las penas contenidas en la dicha premática y leyes de nuestros reinos que sobre ello disponen, y más, que durante el dicho tiempo persona alguna sin vuestra licencia no le pueda imprimir ni vender, so pena que el que lo imprimiere y vendiere haya perdido y pierda cualesquiera libros, moldes y aparejos que dél tuviere, y más incurra en pena de cincuenta mil maravedís por cada vez que lo contrario hiciere, de la cual dicha pena sea la tercia parte para nuestra Cámara, y la otra tercia parte para el juez que lo sentenciare, y la otra tercia parte par el que lo denunciare, y más a los del nuestro Consejo, presidentes, oidores de las nuestras Audiencias, alcaldes, alguaciles de la nuestra Casa y Corte y Chancillerías, y a otras cualesquiera justicias de todas las ciudades, villas y lugares de los nuestros reinos y señoríos, y a cada uno en su juridición, ansí a los que agora son como a los que serán de aquí adelante, que vos guarden y cumplan esta nuestra cédula y merced, que ansí vos hacemos, y contra ella no vayan ni pasen en manera alguna, so pena de la nuestra merced y de diez mil maravedís para la nuestra Cámara.
Después que Cineas trajo a Pirro a este punto de la conversación, “¿Pues quién nos estorba- le dijo-, si queremos, el que desde ahora gocemos de esos festines y coloquios, supuesto que tenemos sin afán esas mismas cosas a que habremos de llegar entre sangre y entre muchos y grandes trabajos y peligros, haciendo y padeciendo innumerables males?” Pero Cineas con este discurso más bien mortificó que corrigió a Pirro, pues aunque entró en cuenta del gran sosiego que gozaba, no fue dueño de renunciar a la esperanza de los proyectos y empresas a que estaba decidido.
-Pero de salones de acá -corrigió con gran mesura Casallena,- que no es lo mismo, ténganlo ustedes muy en cuenta.
-¡De la Pernía, señor de Calderetas! -corrigió don Valentín, alzándose sobre las enjutas piernas-.
Pero su anhelo corrigió en seguida:.
-A Sócrates -corrigió Orgaz, hijo, vengándose bajo el seguro de la presencia de don Álvaro.
De paso le dio unas nociones de Botánica y Astronomía, y le corrigió las faltas gordas que cometía en la lectura y en la escritura, para que pudiese leer bien los libros que trataban de plantas y flores.
porque Manolo se corrigió del vicio, ¡pero la madre no perdonó nunca! Ahí está la explicación de la sonrisa.

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