Ejemplos con correría
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Este combate se dio durante la primera correría del blindado peruano Huáscar.
La instrucción se impartiría sin cargo alguno, y la Sociedad correría con los gastos de alojamiento y alimentación de los estudiantes durante el período de su preparación.
Las instrucciones, muy puntillosas en ese sentido, establecían que de no bastar ese dinero, el propio Rey correría con los gastos.
Esto significaba que todo el circuito se correría en terreno de grava.
La financiación correría a cargo de la Xunta, Adif, Vialia y el propio Ayuntamiento, mediante la construcción de viviendas o edificios de servicios en el entorno del parque y el solar que dejaría libre la actual estación de autobuses.
De no hacerlo así, su vida correría el mayor peligro.
El mantenimiento de estas fuerzas correría por cuenta del país al que pertenecieran.
Esta parte del plan correría a cargo de los cuerpos de ejército V y XVIII.
Enviose aviso al pueblo para que allí les esperase una razonable cantidad de borriquitos, y en los coches de la casa y en los que habían traído las personas que últimamente habían acudido se trasladó no mucho después la dorada juventud a la gran plaza que hay delante del Monasterio, punto inicial de la correría.
A todo esto, instigada por el malicioso Celemín, había cundido por todo Pilares la voz de que se correría la gran juerga el día del estreno.
Temían que surgiese de pronto el , barbudo, lúbrico, chorreante, volviendo de su correría por las misteriosas entrañas del mar.
Los otros padrinos se habían ido más lejos aún, los tres chóferes, enterados al fin del objeto de la correría, se agrupaban al pie de un peñasco, avanzando las morenas cabezas, abriendo los ojos ávidamente, pero sin que éstos reflejasen emoción alguna.
Los dos sufrieron hambre, viéronse separados por la persecución y el encierro, pero volvían a unirse, continuando la novelesca correría, hasta que la miseria y la tisis acabaron con ella.
Batistet regresó desesperado de su inútil correría.
Baldomero le pareció muy bien el viaje del chico, para que viese mundo, y Barbarita no se opuso, aunque le mortificaba mucho la idea de que su hijo correría en la capital de Francia temporales más recios que los de Madrid.
