Ejemplos con corpulenta

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Además del anacronismo de la presencia de las Tablas de la Ley, que Moisés no había aún recibido en la época del milagro de las aguas, la estatua, se presenta corpulenta y enfática tanto como para ser bautizada por los romanos como el Moisés ridículo y ser objeto de comentarios tales como:.
Según se cuenta, una muchacha corpulenta llamada María fue abandonada en esta playa tras haber sido raptada por unos piratas en la costa de Venezuela.
La hembra es más corpulenta que el macho.
A pesar de ser la más corpulenta del grupo, Maya ha demostrado que esto no importa al tratarse con los chicos, ya que en sus propias palabras y al lado de Torry, en una entrevista admitió que a pesar de ser un grupo de puras mujeres, es difícil conseguir groupies, sin embargo, Maya ha sido la única en tenerlos, afirma que durante la gira de Spend The Night conoció a un chico que era muy parecido a Kurt Cobain, bien vestido y bien perfumado, aparte de ser doctor, no se pudo resistir y terminó siendo groupie de The Donnas.
Esta era alta, rubia, corpulenta y sus ojos abiertos, inmóviles, mostraban que estaba ciega.
Conocíale yo de vista y no dejaba de admirar su corpulenta figura, su pulida ropa, la mirada de protección y los andares majestuosos que centuplicaban su indudable importancia.
En esto, entró la matrona corpulenta trayéndome de la calle todos los periódicos del día y de la noche anterior: y alguno más.
En tanto la mozarrona corpulenta me perseguía, como camella desmandada, por las calles y callejas del pueblo, llamándome a su lado, pidiéndome conversación de amores cual si me necesitara para inmediatas expansiones afectivas.
Pues toda aquella máquina corpulenta, maravilla de la figuración, debía ser perfilada de luces en sus totales líneas y contornos, de modo que semejase fantástica creación de un cerebro delirante.
Volvió Cristeta al día siguiente, y en la misma salita de la víspera fue recibida por Inés, que la estaba esperando, acompañada de una mujer entrada en años, corpulenta, exguapa, muy achulada y al parecer amable.
Segunda Izquierdo era una mujer corpulenta y con la cara arrebatada, el pelo entrecano.
Dirigióse el marqués a un postigo lateral, muy bajo, donde al punto apareció una mujer corpulenta, alumbrando con un candil.
A través del cristal vimos la corpulenta y recia momia del nieto de los Reyes Católicos, de la cabeza a los pies, completamente desnuda, perfectamente conservada, un poco enjuta, es cierto, pero acusando todas las formas, de tal manera que, aun sin saber que eran los despojos mortales de Carlos V, hubiéralos reconocido cualquiera que hubiese visto los retratos que de él hicieron Ticiano y Pantoja.
Torciendo luego a la derecha, en dirección a la catedral, cuya corpulenta fábrica dominaba todo el pueblo, tomaron la calle del Condestable, en la cual, por ser estrecha y empedrada, retumbaban con estridente sonsonete las herraduras, alarmando al vecindario que por ventanas y balcones se mostraba, para satisfacer su curiosidad.
Observando bien, Pepe Rey vio que tales rumores procedían de un enorme balcón con celosías, que frente por frente a la ventana mostraba su corpulenta fábrica.
Una pequeña pero anchísima silla, de fondo hundido por el peso constante de corpulenta humanidad, denotaba el lugar de la presidencia.
Se figuraba que aquel arco no podía conducir sino a una caverna, y además le parecía que detrás estaba una figura corpulenta, que no era otra que María de la Paz Jesús, apostada allí para asirla cuando pasara, arrebatándola con una mano grande y crispada, para llevársela por los aires.
Fíjese usted, señora doña Paula, en aquel pasaje que dice: 'Cuando en diluvio de soles con corpulenta, corpórea efigie al mundo vino.
Era una corpulenta cigüeña blanca, que salió de detrás del torreón, y que sin el menor espanto, sino mansa y serena, se vino hacia Poldy con paso lento, grave y majestuoso.
La mamá era gentilmente corpulenta, y la niña, pareciendo frágil y sumamente delicada, era de casi igual esbelta corpulencia que la madre.
No podía ser dudoso el éxito, atendida la corpulenta contextura del salvaje, que parecía un Hércules.
Cúbrese, luego, con su manto gris y nebuloso, como para concentrarse en sí mismo y meditar tristemente en que algún día debe desaparecer su corpulenta mole al soplo de la ira del Señor.
En vano agitaría el cóndor las silbadoras alas para posar un instante sobre tu augusta cabeza, en vano las nubes conmovidas se esforzarían por eclipsar el resplandor de tu frente, y en vano el actual monarca de los Andes pretendería mirarte de igual a igual, al medir su corpulenta mole, bosquejada sobre las tersas y brillantes aguas del Pacífico.
Pero el gran visir de los monos, que pertenecía a la variedad más corpulenta, fue a inclinarse ante nosotros con las más evidentes muestras de respeto, y en lenguaje humano me dijo que él y todo el pueblo me reconocían como a su rey y nombraban jefes de su ejército a mis tres mamalik.
Viéndole una vez, ¿quién olvidaba la corpulenta y gallarda estatura de aquel señor, su cuerpo bien distribuido de carnes y más grueso que flaco, su faz risueña que declaraba el contacto y serenidad de una vida consagrada a los goces, sin ningún afán ni amargura? Don José de la Riva y Guisando era un hombre que parecía simbolizar la posesión de cuantos bienes existen en la tierra, y el convencimiento de que nos ha tocado, para pacer en él y recrearnos, el mejor de los mundos posibles.
Abría la marcha una yegua corpulenta que llevaba un gran campano colgado del pescuezo, y tras ella las demás caballerías, atado el ramal de cada una en la cola de la delantera.
Arrogantes esposas de pares del reino charla­ban cortésmente con virulentos radicales, predicadores populares se codeaban con inveterados escépticos, y una banda de obispos seguía la pista, de salón en salón, a una corpulenta prima donna, en la escalera agrupábanse varios miembros de la Real Academia, disfrazados de ar­tistas, y el comedor se vio por un momento abarrotado de genios.
Su voz nos pareció un mezzo soprano de mucha fuerza y extensión: llena, fuerte, sonora, corpulenta, de los medios para arriba sobre todo: tiene además una vibración melodiosa que encanta y es de aquellas voces de las cuales se dice vulgarmente que se pegan.
El patrón, después de enjugarse el sudor que inundaba su rubicundo rostro, se irguió con toda la majestad de su corpulenta persona y empuñando la terrible huasca, empezó el interrogatorio:.
La mujer de edad ya madura, corpulenta, de rostro cubierto de pecas y de manchas, sin interrumpir su tarea fijó en la moza una mirada escrutadora, exclamando de pronto con extrañeza:.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba