Ejemplos con concordia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Localización: Se localiza en la Sierra Madre de Chiapas, en los municipios de Acacoyagua, Ángel Albino Corzo, La Concordia, Mapastepec, Pijijiapan, Siltepec, Villa Corzo.
Colinda al norte con el municipio de Villacorzo, al noroeste con el de La Concordia, al este y sureste con Mapastepec, al sur y suroeste con el Océano Pacífico y al noroeste con el municipio de Tonalá.
Formó parte de un núcleo de estaciones que concentraban las líneas férreas de Renfe, tanto las de largo recorrido que se ubicaban en la de Bilbao-Abando, como las de cercanías que lo hacían en la estación de La Naja situada bajo la de La Concordia.
Un programa de acción positiva para vencer el mal de la ignorancia con el bien de la ciencia, el mal de la improvisación con el bien del profesionalismo apoyado en la moderna técnica, el mal del materialismo práctico con el bien del humanismo que reconoce la naturaleza espiritual de la persona humana, el mal de los antagonismos sociales con el bien de la concordia y la armonía, el mal de la injusticia con el bien de la caridad, el mal del desenfreno egoísta con el bien de la apertura y fe en Dios.
Este Festival quiere convertirse con el tiempo en un referente en España del diálogo entre culturas, y para conseguirlo se mueve a través de valores como la concordia, la aceptación, la multiculturalidad, la tolerancia, el desarrollo, el beneficio mutuo, el conocimiento, la empatía y el humanismo.
La galería está en la orilla del Sena en la antigua orangerie del Palacio de las Tullerías en la Plaza de la Concordia cerca de la estación de metro Concorde.
Previamente Mitre estableció en la ciudad entrerriana de Concordia el cuartel general del Ejército Aliado.
Posee la Iglesia La Asunción, el parque concordia donde se encuentra un monumento a ala familia, el parque Francisco Menéndez donde se encuentra erigido el monumento a el General Francisco Menéndez ex presidente de la república y una placa de bronce señalando la casa donde vivió el poeta Alfredo Espino.
Su importancia reside en que favorece a los valores que permiten la concordia y el diálogo en la sociedad y en el mundo.
Con cuerpo y alma se dedicó, y con mayor empeño a medida que el día funesto se acercaba, a predicar la paz y la concordia entre las fuerzas disidentes.
Y si una concordia superior pudiera vislumbrarse desde nuestros días como la fórmula de un porvenir lejano, ella no sería debida a la que diría Tardede una raza por otra, sino a la reciprocidad de sus influencias y al atinado concierto de los atributos en que se funda la gloria de las dos.
Esta diferencia genial y emuladora no excluye, sino que tolera y aun favorece en muchísimos aspectos, la concordia de la solidaridad.
Sólo algunos grupos de patriotas exaltados, siguiendo los tres colores de la bandera, pasaban por la plaza de la Concordia para dar vivas ante la estatua de Estrasburgo.
Pero estaban familiarizados con el panorama, y creyeron contemplar en la obscuridad, sin ningún esfuerzo, la majestuosa pendiente de la avenida, la doble fila de palacios, la plaza de la Concordia en el fondo con su aguja egipcia, las arboledas de las Tullerías.
Y a ese maldito sujeto de los bigotes tiesos lo expondremos en una jaula en la plaza de la Concordia.
A las cuatro estaba en la plaza de la Concordia, con la cara en alto y los ojos bien abiertos, al lado de otras gentes unidas a él por cordiales relaciones de compañerismo.
Vió la Opera, vió la plaza de la Concordia, se imaginó estar soñando al apreciar el enorme salto que había dado en una hora.
Hermoso era, sin embargo, para los dos el momento, de concordia suprema, de dulce olvido, la vida pasada se borraba, la presente era como una tranquila eternidad, entre cuatro paredes, en el adormecimiento beato de la silenciosa cámara.
Martí recogió esa idea y redactó entonces, ese monumento de amor y de concordia que se llama: Bases del Partido Revolucionario Cubano.
Tan sólo al salir de la calle Real asomó curiosamente la cabeza, y sus ojos buscaron a lo lejos la famosa terraza del , más familiarmente , que domina toda la Plaza de la Concordia y es punto de reunión y observatorio predilecto de la parisiense.
El coche atravesaba entonces la Plaza de la Concordia, regada con la sangre de María Antonieta y Luis XVI, al frente se extendía la calle Real, cerrada en el fondo por la soberbia fachada de la Magdalena, descansando sobre sus cincuenta y dos gigantescas columnas corintias, a la espalda, el palacio Borbón, asomando por detrás del puente de la Concordia, rodeado de jardines y de estatuas, a la izquierda, la avenida de los Campos Elíseos, cerrada a enorme distancia por el Arco de la Estrella, a la derecha, del lado de acá del río y entre los frondosos jardines imperiales, lo que quedaba entonces de las Tullerías: algunos muros calcinados por el incendio, un tremendo desengaño histórico, una imagen de la majestad real, abofeteada, escupida y asesinada a garrotazos por Rochefort y Luisa Michel, y en medio de la plaza, levantándose entre las dos fuentes monumentales, como un gigante de otras edades, el decano de París, el obelisco Lucsor, el amigo de los faraones, el testigo de las épocas fabulosas que cuenta por meses las centurias y se ríe, acordándose de sus momias egipcias, de aquel hormiguero humano que a sus pies se agita, haciéndole repetir lo que puso años antes un poeta en su lengua de granito:.
Es curioso observar cómo nuestra edad, por otros conceptos infeliz, nos presenta una dichosa confusión de todas las clases, mejor dicho, la concordia y reconciliación de todas ellas.
A mí me gusta la paz y concordia entre príncipes cristianos.
Entre Fortunata y doña Lupe no era todo concordia, como se puede haber comprendido, pues la señora de Jáuregui, observadora sagaz, había comprendido que desde principios de Junio su sobrina andaba en malos pasos.
Entre Fortunata y ella mediaron ciertas palabras que imposibilitaban absolutamente toda concordia.
Se armó tal zaragata, que tuvo que intervenir Ido con frases de concordia, y Segunda manoteaba, echando la culpa al calzonazos de su hermano, y este increpaba a Encarnación, y la chiquilla daba de rechazo contra Maxi, y fue tal el vocerío que hubo de presentarse en la puerta, que estaba abierta, Estupiñá, y penetró en la casa con ademanes policiacos, mandando callar a todo el mundo y amenazando con traer una pareja.
Ambos personajes reconocieron en seguida su mutua importancia, y a este reconocimiento siguieron evidentes señales de concordia y regocijo.
Todo era paz entonces, todo amistad, todo concordia, aún no se había atrevido la pesada reja del corvo arado a abrir ni visitar las entrañas piadosas de nuestra primera madre, que ella, sin ser forzada, ofrecía, por todas las partes de su fértil y espacioso seno, lo que pudiese hartar, sustentar y deleitar a los hijos que entonces la poseían.
Desta manera se apaciguó aquella máquina de pendencias, por la autoridad de Agramante y prudencia del rey Sobrino, pero, viéndose el enemigo de la concordia y el émulo de la paz menospreciado y burlado, y el poco fruto que había granjeado de haberlos puesto a todos en tan confuso laberinto, acordó de probar otra vez la mano, resucitando nuevas pendencias y desasosiegos.

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