Ejemplos con chillido

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Desafortunadamente para Creative, el término chillido de la muerte perduró y es frecuentemente utilizado para problemas no relacionados con esta incompatibilidad en particular.
Editaron solo un disco, grabado en Argentina con la ayuda de Mariano López, titulado La violó, la mató y la picó, de donde sobresalen canciones como Terrenal, Zorra, Despistado, Sordera, Corazón Gris, Ausencia, El hoyo y El chillido de los Taxis.
Por ejemplo, si se ve pasar una rata y se percibe por los sentidos externos la textura casi pegajosa de su pelo gris, se escucha el chillido típico del animal y se le ve escurrirse por debajo de una puerta, la imaginación completa esta percepción y casi podemos sentir como si estuviéramos tocándola.
Algunas tienen una pieza de metal que provoca que suene un chillido cuando están a punto de gastarse, mientras que otras llevan un material que cierra un circuito eléctrico que hace que se ilumine un testigo en el cuadro del conductor.
Los cuervos hawaianos tienen un llamado, que ha sido descrito como un graznido de dos tonos y un chillido con tonos bajos, similar al maullido de un gato.
Todo era falso pues simplemente se trataba de un secador de peluquería con luces de neón que emitía un chillido cuando supestamente el sujeto mentía.
El tono de su chillido es menos estridente que el de la mayoría de los demás guacamayos.
Un día oyó el chillido de un monstruo en la distancia, con la sensación de que le llamaba sale de la villa por propia voluntad y se marcha a investigar.
El alarmande chillido emitido a distintas frecuencias por sus tres cabezas se considera uno de los mejores efectos sonoros.
Gollum soltó a Sam con un espeluznante chillido.
De vez en cuando escuchaba el chillido de una gaviota o la agitación momentánea de los tamariscos bajo una ráfaga, murmullo semejante al de las fingidas muchedumbres teatrales ocultas tras los bastidores.
¿En realidad aquel Jaime Febrer que había rodado por Europa y había tenido sus horas de orgullo y de triunfo era el mismo que habitaba ahora una torre junto al mar, rústico, barbudo y casi salvaje, con alpargatas y sombrero de payés, más habituado al ruido de las olas y el chillido de las gaviotas que al trato de los hombres?.
De improviso, ambas exhalaron un grito, no cabía duda, sonaba el chillido agrio y agudo de la rata.
Al verme, soltó con áspero chillido la brutal sentencia extraída de sus diabólicas alquimias:.
La dama dio un chillido, y una nube de espeso polvo se desprendió al mismo tiempo, y dos murciélagos salieron de entre los pliegues del brocado y comenzaron a revolotear de una a otra parte.
En los rojizos surcos saltaban las alondras con la alegría de vivir un día más, y los traviesos gorriones, posándose en las ventanas todavía cerradas, picoteaban las maderas, diciendo a los de adentro con su chillido de vagabundos acostumbrados a vivir : ¡Arriba, perezosos! ¡A trabajar la tierra, para que comamos nosotros!.
El tío Frasquito dio un chillido y echó a correr, llamando a voces a Jacobo y a Gorito, acudieron todos los de la fonda y llegó también Jacobo, mirando el reloj con gesto de grande enfado.
Mas el niño apretó entonces fuertemente sus precoces herramientas, haciendo lanzar al ministro un ligero chillido.
Sobre el zumbido confuso y monótono que producían los miles de conversaciones sostenidas a la vez en toda la plaza, destacábanse los gritos de los vendedores sin puesto fijo, agudos y rechinantes unos, como chillido de pájaro pedigüeño, graves y foscos otros, como si ofreciesen la mercancía con mal humor.
Sobre el rumor del gentío, que encerrado y oprimido en tan estrecho espacio tenía bramidos de amor tempestuoso, destacábase el agudo chillido de la aterrada gallina, el arrullo del palomo, el trompeteo insolente del gallo, matón de roja montera, agresivo y jactancioso, y el monótono y discordante quejido del triste pato, que, vulgar hasta en su muerte, sólo conseguía atraerse la atención de los compradores pobres.
En una puerta susurraba la guitarra con melancólico rasgueo, contestándole desde otra el acordeón con su chillido estridente y gangoso.
Y lo apretó contra sí tan enérgicamente, que el no pudo menos de protestar con un chillido.
Chillido unánime de espanto y desolación llenó la casa.
Estaba limpiándose los dedos con el pañuelo, y Juanito discurriendo por dónde pegaría la hebra, cuando sonó abajo una voz terrible que dijo: Entonces la chica se inclinó en el pasamanos y soltó un con chillido tan penetrante que Juanito creyó se le desgarraba el tímpano.
¡Jesús nos valga! ¡Ahora sí, ahora sí que no cabía duda! Un chillido sobreagudo de terror había subido por el oscuro caracol y entrado por la puerta entornada.
¡Qué chillido! El velón le bailaba en las manos a Julián.
Nucha, de repente, se incorporaba lanzando un chillido, y corría al sofá, donde se reclinaba lanzando interrumpidas carcajadas histéricas, que sonaban a llanto.
La anciana dió un agudo chillido, creyéndose muerta, y, como no pudiese escapar, volvió a caer de rodillas, y se abrazó a los piés del insensato.
-¿Que no? -preguntó Restituta con un chillido de rabia-.

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