Ejemplos con cantó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cantó cuanto quiso, se guardó la pistola con aire de vencedor, pero luego, a la salida, en la negrura de los campos, cuando los se dispersaban con de irónica despedida, dos certeras pedradas salidas de la sombra dieron con el bravucón en el suelo, y durante varios días dejó de acudir al cortejo por no mostrarse con la cabeza entrapajada.
Hija, no es alabanza, pero ¡cómo cantó este mal demonches de Julieta, y qué manos las suyas para teclear el peano! Le digo a usted que la casa se despampanaba después con el palmoteo.
Y en este templo milenario, de soberana belleza, se cantó durante ochenta años el en honor de los duques aragoneses y predicaron los sacerdotes en catalán.
Una voz maliciosa cantó en su cerebro: ¡Ya van tres!.
Acuérdate de la lira de VIRGILIO, que cantó nuestras glorias y moduló las quejas del amor desgraciado, sus dulcísimos y melancólicos versos conmueven el alma: él alabó la piedad, encarnada en el hijo de ANCHISES: sus combates no son menos bellos que los que se efectuaron a los pies de los muros troyanos, ENEAS es más grande y piadoso que el iracundo AQUILES: en fin, en mi sentir, VIRGILIO es muy superior al poeta de Chío.
Y a la verdad, ¿quién osará disputarle la supremacía, así como ninguna obra puede competir con su , valiente y atrevida, y su reflexiva y prudente ? ¿Quién, como él, ha cantado tu grandeza y la de los demás dioses, tan magníficamente como si nos hubiera sorprendido en el Olimpo mismo y asistido a nuestras asambleas? ¿Quién contribuyó más a que el odoro incienso de la Arabia se quemase abundantemente ante nuestras imágenes y se nos ofreciesen pingües hecatombes, cuyo sabroso humo, subiendo en caprichosos espirales, nos era tan grato que aplacaba nuestras iras? ¿Quién, como él, refirió las batallas más sublimes en más hermosos versos? Él cantó a la divinidad, al saber, a la vírtud, el valor, al heroísmo y a la desgracia, recorriendo todos los tonos de su lira.
Cantó sus excelencias con tal fuego y entusiasmo, como si fueran sus padres y sus hermanos y a ellos debiera el soplo de vida que le animaba, e hizo además la importante declaración de que imprimían, si no tan pronto, mejor y mas limpio que todas las prensas conocidas hasta el día.
La tiple cantó como un ángel ¡Y el baile! El baile te digo, chico, que ni en Bilbao ni en la Coruña lo sacan mejor Pero no te disgustes, que yo haré que se repita antes que se vaya la compañía o poco he de poder.
Ya cantó el cuco, y pronto amanecerá Dios.
María Valdivieso, que andaba de monos con su prima, procuraba bostezar con fingido disimulo siempre que la miraba esta, la embajadora de Alemania cantó con notable falta de gracia una , que calificó la duquesa de , y a las doce y cuarto, cuando Pedro López, después de tomar el té y encerrar en sus bolsillos provisión de suficiente para toda la semana, comenzó a hacer el recuento para la crónica de salones que publicaba todos los sábados, sus ojos atónitos pudieron tan sólo contar bajo los artesonados techos el número exiguo de catorce señoras: siete pertenecían a la familia de los pecados capitales y las otras siete podían repartirse entre la de los enemigos del alma: mundo, demonio y carne.
El lunes pasado, justamente el día que murió Velarde, cantó en casa de Alcocer el rondó final de ¡Chica! En mi vida he oído cosa igual: va a tener un succés asombroso Conque vístete y vámonos, que no quiero perder el aria final del primer acto ¡Chica! ¡Qué gran verdad aquella! Yo me la apropio.
Subieron con ellas, permanecieron de visita más de una hora, cantó Amparito para obsequiar a su futuro suegro, y cuando salieron a la calle, el padre y el hijo marchaban como compañeros unidos fraternalmente por una común empresa.
Mi abuela paterna, la que cantó la copla, murió hace ya mucho tiempo.
Pidiéronle que cantara la Pitita, y hay motivos para creer que la cantó, aunque él lo niega en redondo.
Cantó asimismo Loaysa coplillas de la , con que acabó de echar el sello al gusto de los escuchantes, que ahincadamente pidieron al negro les dijese quién era tan milagroso músico.
Luego al son de la arpa, dictándolo el poeta su artífice, cantó el soneto un músico de los que no se hacen de rogar, en voz acordada y suave, el cual decia desta manera:.
Pero el que mas atento estuvo fué Tomas Pedro, como aquel a quien mas le tocaba, no solo el oir la música, sino entender la letra, que para él no fué oir canciones, sino cartas de escomunion que le congojaban el alma, porque lo que el músico cantó, fué este romance.
Poníase una al agujero para verle, y luego otra, y porque le pudiesen ver mejor, andaba el negro paseándole el cuerpo de arriba abajo con el torzal de cera encendido: y despues que todas le hubieron visto, hasta las negras bozales, tomó Loaysa la guitarra, y cantó aquella noche tan estremadamente, que las acabó de dejar suspensas y atónitas a todas, así a la vieja como a las mozas, y todas rogaron a Luis diese órden y traza como el señor su maestro entrase allá dentro, para oirle y verle de mas cerca, y no tan por brújula como por el agujero, y sin el sobresalto de estar tan apartadas de su señor, que podia cogerlas de sobresalto y con el hurto en las manos, lo cual no sucederia ansí, si le tuviesen escondido dentro.
Y acabado este largo coloquio, cantó Loaysa un romancito agudo, con que dejó al negro tan contento y satisfecho, que ya no veia la hora de abrir la puerta.
Y así era la verdad, porque Monipodio le habia rogado que cantase algunas seguidillas de las que se usaban, mas la que comenzó primero fué la Escalanta, y con voz sutil y quebradiza cantó lo siguiente:.
Hecho pues su agosto y su vendimia, repicó Preciosa sus sonajas, y al tono correntío y loquesco cantó el siguiente romance:.
De allí a quince dias volvió a Madrid, como tenia de costumbre, con otras tres muchachas con sonajas y con un baile nuevo, todas apercebidas de romances y de cantarcillos alegres, pero todos honestos, que no consentia Preciosa que las que fuesen en su compañía cantasen cantares descompuestos, ni ella los cantó jamas, y muchos miraron en ello, y la tuvieron en mucho.
Ana, despues de haber bailado todas, tomó Preciosa unas sonajas, al son de las cuales, dando en redondo largas y lijerísimas vueltas, cantó el romance siguiente:.
Véese esta verdad clara, porque, después acá, un famoso poeta andaluz lloró y cantó sus lágrimas, y otro famoso y único poeta castellano cantó su hermosura.
Por cierto replicó don Quijote, que vuestra merced tiene estremada voz, pero lo que cantó no me parece que fue muy a propósito, porque, ¿qué tienen que ver las estancias de Garcilaso con la muerte desta señora?.
Luego hizo de sí improvisa muestra, junto a la almohada del, al parecer, cadáver, un hermoso mancebo vestido a lo romano, que, al son de una arpa, que él mismo tocaba, cantó con suavísima y clara voz estas dos estancias:.
Don Quijote, arrimado a un tronco de una haya o de un alcornoque que Cide Hamete Benengeli no distingue el árbol que era, al son de sus mesmos suspiros, cantó de esta suerte:.
Hecho esto, y llegadas las once horas de la noche, halló don Quijote una vihuela en su aposento, templóla, abrió la reja, y sintió que andaba gente en el jardín, y, habiendo recorrido los trastes de la vihuela y afinándola lo mejor que supo, escupió y remondóse el pecho, y luego, con una voz ronquilla, aunque entonada, cantó el siguiente romance, que él mismo aquel día había compuesto:.
Replicar quería Sancho a su amo, pero la voz del Caballero del Bosque, que no era muy mala mi muy buena, lo estorbó, y, estando los dos atónitos, oyeron que lo que cantó fue este soneto:.

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