Ejemplos con candoroso

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Porque una ambigüedad tan grande en la mujer es el anhelado contraste con una firmeza masculina clara y sin rodeos, que sólo puede darse en el hombre con éxito relativamente satisfactorio si consigue deshacerse de todo lo dudoso, ambiguo, impreciso, obscuro, mediante su proyección sobre un ser femenino tan encantador y candoroso.
Nada, nadarectificó, aturdido, el candoroso diputado, sino que, como lo decía usted a continuación de su apellido, ¡ja, ja, ja!, me hizo mucha gracia.
Ninguna firme educación de la inteligencia puede fundarse en el aislamiento candoroso o en la ignorancia voluntaria.
Elogiando yo la perfección del cuño ante los amigos don Pedro Gutiérrez, Fructuoso Manrique, el Brigadier Pernas y Manolo Cárceles, éste, con su optimismo que a veces resultaba un tanto candoroso, me dijo: Fíjese el buen Tito en que ese trabajo lo han hecho los buenos chicos que en nuestro presidio sufrían cadena por monederos falsos.
Cuando en la puerta del Príncipe topé con mi candoroso y coronado amigo Quintín González, vestido en tal guisa y armado de una cachiporra, no pude contener la risa.
No dejé de apreciar en su justo valor esta sutil filosofía, pero, ¡ay!, del lance mujeriego no me resultó el beneficio que el candoroso Ido presumía, sino todo lo contrario.
Al comunicar mis sospechas a un amigo candoroso, este me dijo: Sólo se trata de producir en Madrid la conveniente alarma con objeto de que el Gobierno no saque tropas de aquí para mandarlas a las plazas de provincias.
Hallándome yo una noche en la redacción de escribiendo mi , vino a darnos plática un amigo, jovenzuelo y candoroso, el más activo satélite de don Juan Contreras y del , que forjaba los rayos de la revolución.
En un aposento dispuesto con cierto artificio teatral y amorosas obscuridades que inducen al misterio y la ilusión, tiene la Madre su divino , el cual, en instantes de pío recogimiento, dice todo lo que debe oír y entender el candoroso espíritu de la Reina.
El acto parecía ya terminado: el arzobispo iba a dar la bendición y todo el mundo se levantaba para recibirla de rodillas Un niño blanco y rubio, bello y candoroso como un ángel de Fra Angélico, se adelantó entonces a la mitad del estrado: realzaba el encanto de su edad y su inocencia, aristocrático y delicadamente fino que atrae, subyuga y hasta enternece en los niños de grandes casas, y su larga cabellera rubia, cortada por delante como la de un pajecillo del siglo XV, le daba el aspecto de aquel príncipe Ricardo que pintó Millais en su célebre cuadro.
Importábasele todo esto muy poco a Currita, y sus granizadas intermitentes de besos, de mimos y de imprudencias borraban por completo en el ánimo candoroso de Lilí los largos olvidos y la egoísta indiferencia de su madre, mas no lograban lo mismo en el niño aquellas sensiblerías tempestuosas.
Había en sus grandes ojos azules algo que recordaba el cielo, algo a la vez triste y sereno, candoroso y profundo, que comunicaba a todo su ser cierto poderoso y triste encanto, semejante al que infunde en el alma la inocente sonrisa de un niño huérfano.
Porque si tú, lector pío y candoroso, sentado a las márgenes de los arroyos de leche y miel que fertilizan la Jerusalén celestial que habitas, has creído que existe la noción del bien y del mal en todos los corazones, con la misma claridad que tú la posees en tu entendimiento iluminado por la gracia, estás en un error crasísimo.
El lenguaje al par candoroso y achulado de la menestrala, su inexperiencia amatoria y su tipo mitad picaresco y distinguido, le sorbieron el seso, casi llegó a temer haberse enamorado de veras, cuando a las pocas semanas la dejó por otra, no sin endulzarle el disgusto a fuerza de generosidad.
También había por allí una persona a quien la niña miraba mucho, y que la miraba a ella con ojos dulces y cuajados de candoroso chino.
El mantón sería una prenda vulgar si tuviera la ciencia del diseño, no lo es por conservar el carácter de las artes primitivas y populares, es como la leyenda, como los cuentos de la infancia, candoroso y rico de color, fácilmente comprensible y refractario a los cambios de la moda.
Atizóse el ratón su medio cuartillo, brilláronle los ojuelos, limpió el labio con la bocamanga de la mugrienta chaqueta, y declaró con acento sincero y candoroso:.
Cuando llegó la novia, entre el run run del gentío que se apartaba para dejarla paso, y la vi de frente, me sorprendí de lo linda que era, y sobre todo de su aire candoroso y angelical, y de su mucha juventud -una niña más bien que una mujer-.
¡Placer bien primitivo y candoroso ciertamente! Pero era un placer, al cabo, para quien no había hallado otro equivalente entre los refinados artificios del mundo, y por eso sin duda, le daba ya tan alto precio en aquellas bravías soledades.
En sustancia, este capítulo es pura y simplemente una respuesta anticipada al candoroso lector que, olvidado de la naturaleza especial de nuestro personaje, me salga al encuentro con esta observación, que, en su concepto, lo resolvería todo, y hasta me excusara el trabajo de escribir lo que me falta de este libro:.
Pero yo, Dios mío, que no conocía de aquellos horrores más que la fama, y, candoroso borrego, iba a pasar de un salto desde el apacible redil a la caverna del lobo, ¡qué no sentiría en mis carnes, vírgenes de todo verdascazo, y en mi corazón, formado en el amor de la familia y entre las insípidas emociones de la escuela que acababa de dejar!.
A la última había renunciado, no a la primera, que seguía adorando con el mismo pudibundo y candoroso culto de los treinta años.
El estudiante candoroso, modesto y retirado, fue presentado y agasajado en los más brillantes salones, y lo eléctrico de las miradas, las palabras de miel y la belleza elegante, le arrebataron el alma y lograron que de ella brotasen cantos bellísimos: extraña explosión de amor, síntesis armoniosa de afectos algo paganos, como los de los poetas clásicos antiguos por sus Gliceras, Lesbias y Cintias, y de adoración extática, como la de Dante y Petrarca por Beatriz y por Laura.
Su egoísmo candoroso, pero fuerte, estaba cansado de pensar en los demás, de olvidarse a sí mismo, no quería más tiempo de servidumbre, y si Ana se quejaba, su marido torcía el gesto, y hasta llegó a hablar con voz agridulce de la paciencia y de la formalidad.
Este sofisma de hipócrita era en ella candoroso.
::Y si le hablo de los tormentos de amor, me contesta:” ¡Soy la roca sorda y el azur sin eco! ¡Oh joven candoroso! ¿Se queja alguien de la sordera de la roca y de la sordera del azur?”.
::¿Piensas poder alcanzarlo sin alas o crees, ¡oh candoroso! qué va a bajar hasta ti? .
Levantó, pues, la cabeza, y con el rostro coloreado por un sonrojo que el rey atribuyó a modestia y cortedad, naturales en un adolescente tan candoroso, contestó: ¡Soy el hijo sumiso que responde oyendo y obedeciendo a los menores deseos de su rey!.
-¡Gracias mil, señor de Núñez -respondió en seguida la señorona, visiblemente complacida con el candoroso ofrecimiento de aquel pobre hombre, y acaso, acaso, y quizá más, con la espontánea recomendación de su amigo-.
-Nada, nada -rectificó, aturdido, el candoroso diputado-, sino que, como lo decía usted a continuación de su apellido, ¡ja, ja, ja! me hizo mucha gracia.

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