Ejemplos con canapé

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Whitaker se preparó para el papel encerrándose a si mismo en un desván con solo una cama, un canapé y un saxofón, además de realizar un investigación muy extensa y tomando lecciones de saxofón.
La técnica pictórica combina pinceladas pastosas en la zona del muslo derecho, que avivan la intensidad lumínica del blanco y otras más diluidas con las que se da forma a las telas granates, púrpuras y violáceas del canapé y a las cortinas.
Está representada tumbada en un canapé rojo y sosteniendo una cítara, con un vestido de cama blanco y tocada con una corona de pámpanos y racimos de uvas.
La multiplicación de la mayonesa por el bien del canapé, también conocido como la mayonisacion de las bodas de Balá,.
De rato en rato, al paso, se columbra por las puertas entreabiertas el patio clásico con las columnas dóricas y el zócalo azul, con el evónimus raquítico y el canapé de enea.
Dichos bancos, las sillas y un canapé de patas curvas eran piezas diferentes, y bien se conocía que todo aquel pobre menaje provenía de donativos o limosnas de esta y la otra casa.
El primer día que Julián pudo ver a la enferma, no hacía muchos que se levantaba, para tenderse, envuelta en mantas y abrigos, sobre vetusto y ancho canapé.
-¿Pero que le pasa a usted, señora doña Bernarda? -exclamó el padre sentándose en el canapé y estirando sus largas piernas-.
Acercose él, y entonces pudo distinguirla perfectamente: estaba tendida sobre un canapé y muy arrebujada en una especie de manto o gran chal que la cubría toda, excepto la cara y las extremidades de los pies.
La que era ya condesa de Cerezuelo se hallaba en deplorable estado físico y moral, tendida sobre un canapé en la misma estancia donde recibió a Martín algunos días antes.
En la sala había muchas sillas ordinarias de madera arrimadas a las paredes, y a la derecha, como se entra de la calle, un canapé, con varios atriles de pie derecho por delante.
Ese se veía de pie a la cabeza del canapé por el lado de la calle.
Marius seguía inmóvil en el canapé donde lo habían tendido a su llegada.
Nada contestó Yalomitsa, encogiose de hombros con el más profundo desprecio, y media hora después prevaliéndose de sus hábitos de familiaridad, entraba en el gabinete de Felipe y se arrellanaba en el canapé.
Y ella, sentándose junto a mí en el modesto canapé de Vitoria: «Pues ahora, ya que eres tú el grande, o lo serás, y nosotros chiquitos, obligado estás a mirar por tus hermanos.
Las nueve y media serían cuando partió el mozo al desempeño de su comisión, como la primera vez, se le franqueó la puerta, y una criada le introdujo en la estancia donde encontró a la misma señora, sentadita en el propio canapé.
Fernando en la propia estancia, sobre un duro canapé, y a la madrugada, despertado súbitamente por la torcedura de cuello y los dolores que su angosto lecho le producía, sintió rebullir a Zoilo y creyó que lloraba.
Mucho tiempo permanecí sin poder descubrir lo que aquello significaba, pero una tarde me oculté tras de un canapé y comprendí la causa del encierro.
Pero estas oraciones tenían los intermedios más graciosos: sin duda eran puramente maquinales, y estaba pensando en lo que se hacía en el interior de la casa, así es que a cada rato interrumpía el rezo para llamar a Cruz o a Juana, y si éstas no oían se bajaba del canapé y con la camándula en la mano corría a la cocina colérica y gritando: «¿metieron el almidón? ¿les dieron de comer a los pisquitos? ¿rallaron las cidras?», u otras cosas por el estilo.
A las ocho y media volvía a almorzar, veía las cosas de la casa, disponía los dulces, bizcochos y espejuelos que debían hacer aquel día bajo los cuidados de Cruz y Juana, y después, si no iba a visitar a algún miembro de la familia, se subía al canapé de su alcoba y rezaba hasta que lo llevaban una buena taza de chocolate a las once.
En aquel momento Buckingham arrojaba sobre un canapé una rica bata recamada de oro, para ponerse un jubón de terciopelo azul completamente bordado de perlas.
Encontró a Athos acostado sobre un gran canapé en el que, como había dicho, esperaba que su equipo viniese a encontrarlo.
La Princesa, tendida en el canapé de su tocador, se dolía de la.
lánguidamente en el canapé, y el Colegial Mayor se santiguó.
Montecristo los llevó a un salón, y los colocó sobre un canapé.
El capitán contestó cortésmente a las demostraciones del anciano, y bajando del caballo que condujo de la rienda hasta el umbral, estrechó la mano del dueño de casa, y ambos se sentaron en seguida en el extenso tronco del ombú, capaz y agradable canapé para un coro entero de bien nutridos canónigos.
Arrimados a ellos había un canapé, varias sillas y otros muebles contemporáneos de la cómoda, colgado sobre ésta, un Eccehomo entre dos cornucopias de buena talla dorada, sobre el canapé, una Purísima, y enfrente de estos cuadros, otros dos, de santos también, todos ellos al óleo y en marcos dorados, pero sumamente deslucidos ya.
»Francisca cruzaba las manos y le hacía seña de que callase, señalándole a su madre, que rezaba tranquilamente sentada en el canapé.
sentado ya en un canapé de la pobre y aseada salita que.

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