Ejemplos con cacerías

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

EL FBI condujo una de las más grandes cacerías de su historia, pero todo lo que hallaron fueron algunos restos de la balsa y los salvavidas, encontrados en una playa de la bahía de San Francisco.
Las obras seguras de Philips Wouwerman, de gran vitalidad y cuidado acabado, son muy variadas aunque pertenezcan a unos pocos temas, mayormente ecuestres: cacerías, batallas, campamentos militares, paisajes con viajeros.
En este mundo un gran número de lobos emigran de las regiones frías de Europa y Rusia a Gran Bretaña a través del túnel del Canal de la Mancha, y aterrorizan a sus habitantes con sus continuas cacerías.
Otra manera de conseguir Gil es mediante las recompensas de las cacerías de Escorias.
Los nativos fueron cruelmente perseguidos en cacerías organizadas por empresarios del oro o por asesinos profesionales, a quienes se les pagaba por un par de orejas cortadas.
En rey de Castilla, Enrique I, a comienzos del siglo XIII manda construir un palacio de caza en El Espinar ya que acostumbraba a realizar cacerías por la zona.
La raza fue desarrollada a partir de diversas razas entre las que se encuentran el Basset Hound, el Bull Terrier y el West Highland White Terrier, por un aficionado a la caza menor, el capitán Edwardes, en Gales, a finales del siglo XIX, con el objetivo de crear un perro que pudiese participar con la jauría en las cacerías y que pudiese entrar en las madrigueras para hacer salir a los tejones.
Los Lengua-Maskoy recorrieron durante sus migraciones o cacerías este reservorio de agua cuando sus provisiones se habían agotado.
Igualmente, muchas historias se cuentan en tales obras sobre los orígenes de las cacerías.
Mientras que este tipo de cacerías eran registradas por monjes e interpretadas como manifestaciones propiamente demoníacas, en los romances medievales tardíos ingleses como Sir Orfeo los cazadores provenían de un mundo de hadas y su cacería salvaje contenía más elementos de la mitología anglosajona.
Desde muy niño padeció un ambiente familiar tenso, con las cacerías y ruidosas bacanales que organizaba su padre, y las escenas de castigos, maltratos y desprecios que éste, hombre despótico y cruel, infligía a sus siervos campesinos dejaron honda impresión en la mente y espíritu del futuro poeta.
Según las crónicas, después de las cacerías, el Gran Duque Gediminas descubrió un hermoso lugar, no muy lejos de Kernavè, que entonces era capital, y decidió construir ahí un castillo.
Pero en la noche le atacaron unos escalofríos que aunque se preocuparon de cuidarlo moría al día siguiente, después de oír misa y decirle a los presentes que abandonaba las cacerías.
Otra hipótesis es que el torreón pudo haber sido construido como ocasional alojamiento de los reyes y de su corte en las cacerías que tenían lugar en los bosques y dehesas de la zona, en el escalón del pie de la sierra, desde Viñuelas a Navas del Rey, enclaves pertenecientes a la Comunidad de Madrid.
Organizaba grandes cacerías sin escopetas y se le borraba con frecuencia el nombre de su mujer.
Fue el arma principal de Beleg y la llevó a todas las batallas y a sus cacerías de Orcos en los límites septentrionales de Doriath.
Siendo estos defectos castigados con azotes y hasta la muerte, durante las cacerías no era permitido disparar o atacar a un animal dormido pues era considerado como traición.
, sino también sensaciones, como la alegría de las danzas, o la tensión de las cacerías.
A veces se da en habitantes de ciudad que han contactado con tejidos infectados o picados por garrapatas en el curso de cacerías o excursiones.
Asociado a la venta de pieles y carne de ciervo la caza rápidamente se convirtió en un negocio muy lucrativo en el cual muchos grupos de cazadores invirtieron adquiriendo helicópteros para recorrer fácilmente el territorio y realizar cacerías desde el aire.
Y para mí, al nombre de Pereda van unidos inseparablemente, no , en las barricadas ni en la oficina de un gobierno político, sino , en su perpetua lucha con los curiales, heredada de tres generaciones, , trincando la estopa y sosteniendo batalla campal con y los de su cuadrilla, a la sombra veneranda del castillo de San Felipe, , examinando gravemente la estampa de y de , tejiendo su red o consolando a las mujeres en la grande del Muelle, , marcados pecho y espalda por la garra de los osos inmolados en sus cacerías.
Además, las cacerías, las futuras cacerías en una extensión de tierras arenosas y movedizas, con bosques de pinos, en nada comparables al rico suelo de la estancia natal, pero que habían tenido el honor de ser pisadas siglos antes por los marqueses de Brandeburgo, fundadores de la casa reinante de Prusia.
La tía de Berlín como llamaban a Elena sus sobrinosenviaba unas cartas larguísimas, con relatos de bailes, comidas, cacerías y títulos, muchos títulos nobiliarios y dignidades militares: nuestro hermano el coronel , nuestro primo el barón , nuestro tío el consejero íntimo , nuestro tío segundo, el consejero verdaderamente íntimo.
Hasta que un amigo le dice al oído: ¿No ves, papanatas, que lo que tu huésped quiere no son banquetes, ni pescas, ni cacerías, sino a tu hermosa mujer? Entonces el chino, despertando de pronto de su ignorancia, toma a su mujer de la mano, se dirige con ella al mandarín, y le dice: Perdóname, señor, yo no veía tu tristeza, yo no adivinaba tus deseos.
Invítale a grandes y magníficas cacerías, condúcele en rauda balandra por el mar azul y tranquilo para que pesque plateados y sabrosos peces.
Después vinieron las jiras a los caseríos y parroquias de las cercanías, a las casas de campo de los amigos de Belinchón, los banquetes opíparos, las excursiones de pesca y las cacerías.
Su esposa en cambio ni atendía ni quería oir hablar siquiera de sus cacerías, de sus disputas, de las ocurrencias de sus amigos.
No se veía al marqués casi nunca, desde el nacimiento de la niña, en vez de mostrarse más casero y sociable, volvía a las andadas, a su vida de cacerías, de excursiones a casa de los abades e hidalgos que poseían buenos perros y gustaban del monte, a los cazaderos lejanos.
Rodrigo con el mayor esmero, no cifrado todavía en enseñarle nada literario, ni tan siquiera a leer y a escribir, de lo cual decia que siempre habria tiempo, sino en fortalecer y avalorar su ya robusta naturaleza física, sujetándolo a rudos ejercicios de agilidad y fuerza, aleccionándolo en la equitacion y en la natacion, obligándolo a andar largas jornadas en interminables cacerías y explicándole de paso los misterios de la Sierra, la botánica de los montesinos, la medicina de los cortijeros, la astronomía de los pastores, las costumbres de todos los animales, la manera de luchar con ellos y matarlos, o de cogerlos vivos y reducirlos a su obediencia, y otros muchos secretos de la vida agreste y montaraz, de donde resultaba que siempre estaban juntos padre é hijo, y que se querian y trataban, más que como lo que eran, como dos hermanos, como dos camaradas, como dos compadres.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba