Ejemplos con cabalgó

Gandalf cabalgó rápidamente y llegó a Orthanc, la residencia en Isengard de Saruman, una gran torre negra con cuatro grandes pilares que se elevaban hasta el techo, y de ahí parecían puntas filudas.

Enghien cabalgó hasta una altura próxima para ver los efectos de la artillería.

Ipushara la cogío y cabalgó valle abajo mientras Gega le cubría el flanco.

Pintó e hizo cosas, y cantó, y cabalgó.

Éomer cabalgó con los ejércitos de Gondor a las puertas de Mordor y tomó parte en la batalla final contra las fuerzas de Sauron, que fue derrotado cuando el Anillo de Poder fue destruido.

En la celebración el triunfo, el viejo Fabio cabalgó al lado del carro de su hijo.

A finales de septiembre, Balián cabalgó con una embajada a reunirse con el sultán, ofreciendo la entrega a la que se habían negado inicialmente.

Cabalgó nuevamente, y el dócil animal siguió con su habitual paso llano camino de la posada.

En seguida, después de comprar un sombrero para el duquesito en una tienda de novedades que se disponía a cerrar, míster Otis cabalgó hasta Bexley, pueblo situado cuatro millas más allá, y que, según le dijeron, era muy frecuentado por los gitanos.

dejándome -camello que cabalgó el Excidio.

En consecuencia de su resolución, en caliente y antes que vacilase su voluntad, apenas amaneció mandó que ''cazasen'' el caballo, que con la pasada tormenta había ido a parar a los quintos infiernos, hizo que después de cogido se le diera el indispensable frote de garojo, preparó Verónica de prisa y corriendo una muda blanca, y con todo el ceremonial que conocemos cabalgó don Robustiano a las diez de la mañana.

La vieja fue colocada en su palafrén por Mendo, y éste después cabalgó en su caballo sirviendo de gula a aquellas dos mujeres aborto del infierno.

Garcés al punto se encaminó a un árbol en donde tenía arrendado su caballo, cabalgó en él, y.

seguida Lara cabalgó, sujetando entre sus brazos al amigo de su corazón, al compañero de su.

había dejado su caballo, negro como la noche, cabalgó en él, y desapareció veloz como un.

Sin miedo alguno, cabalgó, se agarró y se dejó deslizar lentamente, girando un poco, con instinto seguro.

Salido de la iglesia, apoyose Marcos en el estribo y cabalgó, pero el demonche del animal, rebelde a freno, espuela y azote, se encaprichó en no dar paso.

La condesa detuvo su caballo, que quería imitar al compañero, y poniéndose al paso, cabalgó largo rato en silencio, levantaba la cabeza de cuando en cuando para mirar a Mergy, como si desease hablarle, luego bajó los ojos, como avergonzada de no encontrar una frase para entrar en materia.

Una vez ya al campo libre, Lucifer cabalgó con su querida en aquel brioso corcel de batalla, y partieron.

Un instante después el monje salía del alcázar, cabalgó en su mula y picó espuelas hacia Sahagún, a donde llegó al rayar el nuevo día.

Cabalgó las gafas sobre la nariz el honrado alcalde, y después de releer, para mejor estimar los conceptos, la orden que dejamos copiada, se levantó bruscamente y dijo al alguacil, que era un mozo listo como una avispa:.

Y al ver aquello, la esposa del masajista lanzó un grito de admiración y se arrojó al cuello del joven, que la cabalgó como un gallo triunfante.

Y en efecto, el hombre de oro sopló con su trompeta de oro, el pavo real de oro picoteó y cabalgó regularmente a sus veinticuatro pavas reales de oro, y el sabio persa.

Y dándola un abrazo bajó presuroso la escalera sin aguardar a más, montó en su jaco y tan deprisa cabalgó que en poco más de una hora estaba en Ponferrada.

Cabalgó don Lope ágil y vigoroso, salió a la plazuela, enderezó el rumbo a Carrascosa, y arrimando las espuelas al bruto, gallardo, firme, ceñido a él con las hercúleas piernas, se le vio muy pronto, como veloz Centauro, perderse entre los matos del sendero, aparecer en los tramos despejados, destacar su perfil sobre la cumbre de la sierra, y desaparecer como una sombra en la vertiente del otro lado.

El síndico cabalgó en la mula blanca que sujetaban los esclavos, y puso a la grupa a su hijo Grano-de-Belleza, cuya frescura de tez se había hecho todavía más notable y cuyos brillantes ojos habrían seducido a los mismos ángeles.

Y se aproximó a su esposa y la cabalgó, y ella le correspondió, y a ambos les maravilló el resultado en cuanto a duración, repetición, calor, chorro, intensidad y consistencia.

Y habiéndole el rey hecho besar la cruz, Lucas se fué y cabalgó en un magnífico caballo alazán cubierto de una suntuosa gualdrapa roja, con una silla de brocado incrustada de pedrería.

Después Nureddin cabalgó en su mula torda, encaminándose hacia el palacio del visir, y al pasar por las calles le admiraban todos, elogiando su hermosura y la obra de Alah.

Y cabalgó día y noche, hasta que una tarde, después de puesto el sol, se encontró en la ciudad de Bassra, pero no sabía que aquella ciudad fuese Bassra.