Ejemplos con burriel

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Rematando en el piso superior la balaustrada, y coincidiendo con las columnas de los pórticos, situó esculturas académicas de los principales santos de la región, realizadas por Antonio Torres Clavero y Félix Burriel Martín.
En la rotonda balaustrada del frontispicio de El Pilar, Burriel esculpió la figura de José de Calasanz, santo oscense.
La obra de Burriel ha sido comparada muchas veces con la del escultor clasicista francés Arístides Maillol.
Esta analogía se ha basado en los desnudos femeninos dibujados por Burriel, así como sus maternidades, influenciadas ambas por Maillol.
Morón, Ramón: Félix Burriel , Pasarela Artes Plásticas, Zaragoza, n.
Sobre toda la fachada, dispuso un cornisamiento moldurado de gran resalte y rematando este ático, una rotunda balaustrada que incorpora estatuas de santos de la región debidos a Félix Burriel San José de Calasanz y a Antonio Torres Clavero San Vicente, Santiago, Santa Isabel de Portugal, San Braulio, San Valero, Santa Engracia y San Vicente de Paúl.
Se reunieron sin demora los que estaban más cerca de Abárzuza: Beaumont, Burriel, Reyes, Blanco, Bargés y el Coronel de Artillería señor Echaluce.
Sobre la mesa veíanse, formando círculo, varias bandejas con pasteles de espuma, blancos en su base, destilando almíbar, dorados suavemente en sus dentelladas crestas, y entre los cuales asomaba la tarjeta del que enviaba el dulce recuerdo, dos grandes tortadas ostentando en su superficie de azúcar pulido como un espejo frutas confitadas en caprichosos grupos, y en el centro de la mesa el ramillete de casa Burriel, arquitectura de turrón, y merengue que afectaba la forma de un castillo surgiendo de un montón de flores y rematado por una bailarina que, montada sobre un alambre, danzaba temblorosa sobre la obra maestra de confitería.
Delante venia su sobrina, moza al parecer de diez y ocho años, de rostro mesurado y grave, mas aguileño que redondo, los ojos negros, rasgados y al descuido adormecidos, cejas tiradas y bien compuestas, pestañas largas, y encarnada la color del rostro: los cabellos rubios y crespos por artificio, segun se descubrian por las sienes, saya de burriel fino, ropa justa de contray o frisado, los chapines de terciopelo negro, con sus clavetes y rapacejos de plata bruñida, guantes olorosos, y no de polvillo, sino de ámbar.

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