Ejemplos con bullía

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Durante el verano, el asentamiento bullía con la llegada de los vaqueros que terminaban sus travesías arreando ganado desde Texas desde las rutas Chisholm, Western o la de Texas.
Los Oilers de Richmond High se preparaban para el inminente campeonato de baloncesto mientras la ciudad bullía excitada con su equipo, invicto, y las gradas se llenaban de fans.
Y él, satisfecho del consejo, pasaba los días de labor en pleno campo, a la sombra de un árbol, oyendo cantar a los pájaros, espiando a las que transitaban por las sendas, y cuando le bullía en la cabeza un trovo nuevo, sentábase a la orilla del mar para devanarlo lentamente, fijándolo en su memoria.
Pero estos, aunque se considerasen llegados, siempre esperaban algo nuevo, siempre tenían la ilusión puesta en el mañana, pensaban con inquietud en la combinación política del día siguiente, en la obra artística, que les bullía en la imaginación, temblando, con el vago temor de la torpeza, al ir a darla forma.
La sangre me bullía, y quise ser soldado, pero tuve la desgracia de pillar tiempos de paz.
La muchedumbre bullía por todas partes con ruidosa algazara.
Hacía tiempo que don Quintín estaba cariñosísimo y muy servicial con Cristeta, impulsándole a ello, primero, el afán de influir en su ánimo para que tornase al teatro, de lo cual a él no podía menos de seguírsele provecho, y segundo, el haber adivinado que a la chica le bullía en el pensamiento alguna maquinación contra don Juan, empresa en que estaba dispuesto a favorecerla.
Pero, viendo que el que tenía asido no se bullía ni meneaba, se dio a entender que estaba muerto, y que los que allí dentro estaban eran sus matadores, y con esta sospecha reforzó la voz, diciendo:.
La norteamericana notó -cosa desusada y hasta humillante para una doctora en leyes- que se le venían lágrimas a los ojos, y estrechando tímidamente el brazo de su compañero, quiso balbucir algo de lo que le bullía en la mente y el alma.
Borracho del todo nunca lo había estado Bonifacio, un poco más que alegre, sí, aunque no muchas veces, y en tales trances era cuando se le soltaba la lengua un poco, y decía aproximadamente algo parecido a lo mucho que le bullía en el pecho.
La indignación bullía en las tropas como una espuma de borrasca.
Quitóse de delante y descubrióse una grandísima redoma de vidrio, dijéronme que llegase, y vi un jigote que se bullía en un ardor terrible y andaba danzando por todo el garrofón, y poco a poco se fueron juntando unos pedazos de carne y unas tajadas, y desta se fue componiendo un brazo, y un muslo, y una pierna, y al fin se coció y enderezó un hombre entero.

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