Ejemplos con boticarios

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Durante el siglo XVII y el XVIII, aparecen varios libros de aprendizaje del arte de la farmacia para boticarios.
Alonso de Salazar y Frías utilizará, para desentrañar el misterio de las brujas, los estudios anatómicos de Leonardo Da Vinci, técnicas forenses aprendidas en Roma, los conocimientos de los boticarios para analizar untes mágicos en definitiva, basará su investigación en hechos verificables para establecer lo que hasta ese momento se había enjuiciado por suposiciones.
Las obras para la instrucción de los boticarios en la España del siglo XVIII: análisis y aportaciones.
Es el primer libro de Farmacia química en español y probablemente el más importante del siglo XVIII, con él se hizo que llegaran los conocimientos químicos a los boticarios por la ordenación de los métodos farmacéuticos, la simplificación de los medicamentos y la unificación de lo métodos operativos.
Tiene una clara vocación docente o educativa para los boticarios, si bien no la dirige a los aprendices sino a los maestros boticarios.
Pedro Montañana fue un farmacéutico aragonés asentado en Zaragoza, Visitador de Boticas del Reino de Aragón, miembro del colegio de boticarios de Zaragoza del siglo XVIII y autor del Examen de un practicante boticario, sustituto del maestro.
El examen, llamado examen de boticarios, era realizado por el protomedicato y consistía en una parte práctica -que quedaba cubierta con el propio ejercicio del aspirante en la botica- y una parte teórica, que debía ser estudiada por el propio alumno.
Por lo menos desde el siglo XV, se exige que las personas que en los diferentes reinos de España quieran ser boticarios, realicen un examen para obtener autorización oficial para ejercer como tales.
Texto usado por los maestros boticarios y los aspirantes a ser boticarios para aprender la parte teórica del examen al que eran sometidos los jóvenes para obtener la maestría.
Son las llamadas cartillas, pequeñas obras de carácter educativo que usan el método de preguntas y respuestas para responder a la parte teórica del examen de boticarios.
escribió un conjunto de libros sobre medicamentos de la época y un tratado para la formación de los nuevos boticarios o cartilla.
El alumno debía aprender todo, y las preguntas que aparecen recogidas en la cartilla, son las que debía responder al Protomédico a la hora de hacer el examen de boticarios.
El examen se realizaba en cada territorio de España y el encargado de otorgar el título y de realizar el examen corrsepondiente era el protomédico, delegado por las autoridades del Rey de España para autorizar tanto a médicos como a farmacéuticos o boticarios al ejercicio de su profesión.
Se trata de unas obras de carácter educativo para ayudar a las nuevas generaciones de boticarios a adquirir los conocimientos suficientes para obtener la aprobación o título de boticario.
Los dos alumnos inscritos obtuvieron el título de boticarios.
¿Sería alguno de ellos el encargado de matarle? Luego seguía adelante, arrepentido de su provocación, seguro de que eran mercaderes de la América del Sur, boticarios o empleados de Banco, indecisos entre volver a sus casas al otro lado del Océano o esperar en Barcelona el triunfo siempre inmediato de su emperador.
Uno de los boticarios puso a mi disposición todos sus libros, doscientos o trescientos volúmenes de versos y novelas.
Ocaña y Venegas me oyeron con indiferencia, casi con desprecio, pero los boticarios dieron muestras de que se interesaban por mí.
Pasemos ahora revista, como anunciamos antes, a las asignaturas y textos de aquella famosísima Academia de primera enseñanza, donde aprendieron a leer y medio escribir muchos que han sido luego jueces, promotores, médicos, boticarios, canónigos, catedráticos y hasta periodistas.
Para la Historia Natural, solía la maestra llamar en su auxilio al león del Retiro, y únicamente en la Química se quedaban los dos parados, mirándose el uno al otro, concluyendo ella por meterle en la memoria las fórmulas, después de observar que estas cosas no las entienden más que los boticarios, y que todo se reduce a si se pone más o menos cantidad de agua del pozo.
Los estremeños tienen de todo, como boticarios, y son como la alquimia, que si llega a plata lo es, y si a cobre, cobre se queda.
¡Ay! dijo a esta sazón la Dolorida, con benignos ojos miren a vuestra grandeza, valeroso caballero, todas las estrellas de las regiones celestes, e infundan en vuestro ánimo toda prosperidad y valentía para ser escudo y amparo del vituperoso y abatido género dueñesco, abominado de boticarios, murmurado de escuderos y socaliñado de pajes, que mal haya la bellaca que en la flor de su edad no se metió primero a ser monja que a dueña.

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