Ejemplos con boqueadas
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El Capitán General de Madrid no se puso en movimiento hasta que supo que la enferma estaba dando las boqueadas.
Y transcurridas no muchas horas desde este magno suceso, cuando ya esperaban todos ver a Teresita dando las boqueadas, he aquí que se determina una sedación intensa, que la enferma descansa, que su cerebro se normaliza, que la muerte no llega, que pasa un día, luego una noche, con mayor descanso y alivio, y en fin.
Iba, pues, a tomar el pulso al enfermo, y por cierto que le encontraba dando las boqueadas, menos necesitado de medicinas que de los últimos Sacramentos.
Aproximándose al expirante, Juan le vio dar las boqueadas, con que pasó de la vida a la muerte.
Yo había corrido por Madrid desde media tarde, lloviendo a mares, las calles como lagunas, y mis zapatos, que ya venían rotos, daban por delante y por detrás las boqueadas.
Díjome también que en el café de los y en el de ha corrido esta tarde la voz de que Andrade está dando las boqueadas, y que yo soy el héroe del día en Madrid.
A las siete, todo Madrid sabía ya que el Ministerio Cleonard-Manresa, o , que de las dos maneras se decía, apenas nacido estaba dando las boqueadas.
No le puedo contar, porque es cosa larga, cómo vine a parar a Funes, orilla de este pueblo, donde hice conocimiento con Pascual Muruve, por mote , que es uno de los de más calzones que tiene usted en la torre, y allí se batirá hasta dar las boqueadas, porque, ya digo, es muy entero, y él sabe que por ser tan bravo hablo con él, que si no no hablaba.
Díjome también que en el café de los Dos Amigos y en el de Amato ha corrido esta tarde la voz de que Andrade está dando las boqueadas, y que yo soy el héroe del día en Madrid.
Yo había corrido por Madrid desde media tarde, lloviendo a mares, las calles como lagunas, y mis zapatos, que ya venían rotos, daban por delante y por detrás las boqueadas.
A las siete, todo Madrid sabía ya que el Ministerio Cleonard-Manresa, o Fulgencio-Patrocinio, que de las dos maneras se decía, apenas nacido estaba dando las boqueadas.
Iba, pues, El Ferrari a tomar el pulso al enfermo, y por cierto que le encontraba dando las boqueadas, menos necesitado de medicinas que de los últimos Sacramentos.
Anda, despabílate, que ya nos falta poco para dar las boqueadas.
Se lo figuraba, dando las boqueadas, no por la fuerza de la enfermedad, sino por falta de alimento.
Aproximándose al expirante, Juan le vio dar las boqueadas, con que pasó de la vida a la muerte.
Dicen que pronto doy las boqueadas.
-Santo querido -exclamó intentando besar la mano del viejo-, mi hermano está en los últimos, dando las boqueadas, y se quiere confesar.
Cuando acudieron a socorrer a don Íñigo lo hallaron dando las últimas boqueadas.
