Ejemplos con año

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

A eso de las dos, Platero, en ese instante de soledad con sol, en ese hueco claro del día, mientras diestros y presidentas se están vistiendo, tú y yo saldremos por la puerta falsa y nos iremos por la calleja al campo, como el año pasado.
Esto ocurrió un año antes de casarse con Xuana.
Presentaría, pues, una proposición al Congreso pidiendo las franquicias para el comercio y la navegación, solicitadas por sus amigos, una carretera para cada pueblo, enlazadas con la general, y la exención de pago de contribuciones pecuniarias y de sangre a toda la provincia, por el año próximo venidero, en virtud de los méritos de la consabida plaga y de otras muchas razones que él sabría exponer, de tal modo, que no solamente llevaran al ánimo de los diputados el convencimiento, sino también el espanto y la consternación.
De la ciudad, por ejemplo, se le pedían franquicias más o menos latas para el comercio o la navegación, a título de no sé qué méritos contraídos por la en determinadas crisis políticas o meteorológicas, pues cuando se trata de pedir, toda razón se alega por motivo justo: del distrito le carreteras o canales, y tal cual elector, porque había perdido la cosecha, por obra de no sé qué plaga, pretendía que se le perdonara la contribución de aquel año, amén de dársele grano para la nueva siembra, y de declarar desde luego exento del servicio militar a un su hijo que debía entrar en el sorteo próximo.
Lo que yo quiero es que se haga en todo este año una carretera desde esta misma puerta al camino real, que no va muy lejos de aquí.
Ha comprado muchas tierras en su aldea, y las ha distribuido entre sus antiguos convecinos a renta, pero dispensando a éstos el favor de no embargarles la manta de la cama cuando, por bien probada necesidad, dejan de pagarle un año, al segundo ya varía de conducta, si el se repite, y esto, únicamente por respeto a su derecho, no porque necesite para nada las míseras economías de aquellos pobres campesinos.
Como el ya Simón no conocía bien al pormenor el carácter de la plaza mercantil en que se había establecido, dedicóse el primer año, y mientras la estudiaba a fondo, a descuentos ventajosos y préstamos sobre fincas, negocios que le proporcionaron cómodas y pingües utilidades.
Ya en la corte, puso a su hija en un buen colegio, con promesa de no sacarla de él mientras no estuviera completamente instruida en cuanto podía saber la señorita más encopetada, y con este fin, pagó rumbosamente, por adelantado, las estancias de un año, y prometió hacer lo mismo en los sucesivos.
En el segundo se dedicó, por extraordinario, a hacer ligeros préstamos, bien garantidos, a un interés variable, según las personas y las circunstancias: entre una peseta por duro a la semana, si el menesteroso era jugador de afición bien puesta, y treinta por ciento al año, si era establecido convenientemente.
Merced al estanco que obtuvo Simón sin dificultad, a los ahorros que trajo de la aldea y al crédito, aunque muy limitado, que no tardó en abrírsele en algunos depósitos al por mayor, en el primer año de establecido en la villa duplicó su capital.
Amigas de Dioscontinuó muy recio, de modo que lo oyera la intrusa: mi papá vino de las Indias el año pasado, y trajo cinco fragatas cargadas de onzas, y un negrito para que le sirviera el chocolate, y es tan rico, que se cartea con el rey de las Indias, y a mí me da dos reales cada vez que es su santo, y yo los echo en lo que me da la gana, y tengo tres muñecas de resorte, y un muestrario de botones que le regaló a mamá para mí una modista que quitó la tienda, y tengo dos marmotas de lana para ir al colegio en el invierno, porque yo voy al colegio, y no a la escuela de zurri-burri, como algunas infelices que yo conozco, y puede que no estén muy lejos de aquí.
Este uno se llamaba Simón Cerojo, que había logrado interesar el corazón de una moza de un pueblo inmediato, la cual moza le trajo al matrimonio cuatro mil reales de una herencia que de repente un año antes de que Simón la pretendiera.
Aun a los críticos más adustos que consideraron como una caída, parecieron admirables algunas porciones del , publicado al año siguiente.
Esa paternidad putativa y seudomaternidad de Belarmino ocurrió un año antes de casarse con la Juana.
Alcancé el ápice doloroso de este estado de espíritu cuando cursaba el quinto año de seminario y primero de filosofía.
Aquel año, al salir del Seminario, hallé a Angustias hecha ya una mujercita.
Y así llegó el quinto año de seminario, nueve meses de martirio, y salí nuevamente de vacaciones.
Me parece que aún la estoy viendo el día que se casó, con su mantilla de casco fué el mismo año y el mismo día que vino la reina ¡Qué cosas tiene el mundo! ¡Ayudé a coserle el vestido de novia, y ahora tócame hilvanarle la mortaja!.
¿En qué año nacisteis?¡Un rayo me parta si no habéis nacido en el año del miedo!.
Chirriaban carretas en los caminos, bandas de muchachos correteaban por los campos o daban cabriolas en las eras, pensando en las tortas de trigo nuevo, en la vida de abundancia y satisfacción que empezaba en las barracas al llenarse el granero, y hasta los viejos rocines mostraban los ojos alegres, marchando con mayor desembarazo, como fortalecidos por el olor de los montes de paja que, lentamente, como un río de oro, iban a deslizarse por sus pesebres en el curso del año.
No tenía mas que un deseo: que las chicas ignorasen sus preocupaciones, que nadie se diese cuenta en la casa de los apuros y tristezas del padre, que no se turbase la santa alegría de aquella vivienda, animada a todas horas por las risas y las canciones de las cuatro hermanas, cuya edad sólo se diferenciaba de un año.
Eso podría ser para los tramposos, para los que no han pagado nunca, pero él, que siempre había cumplido, que nació allí mismo, que sólo debía un año de arrendamiento ¡quiá! ¡Ni que viviera uno entre salvajes, sin caridad ni religión!.
Su vida pasada era un continuo cambio de profesión, siempre dentro del círculo de la miseria rural, mudando cada año de oficio, sin encontrar para su familia el bienestar mezquino que constituía toda su aspiración.
Trabajaba entonces como un lobo así lo decía élpara que en su vivienda no faltase nada, y Dios premió su laboriosidad enviándole cada año un hijo, hermosas criaturas que parecían nacer con dientes, según la prisa que se daban en abandonar el pecho maternal para pedir pan a todas horas.
Las tierras de la huerta no engañaban, de allí saldría el pan para todo el año.
Había llegado San Juan, la mejor época del año: el tiempo de la recolección y la abundancia.
Y allá iba dos veces al año, para manchar el piso con sus alpargatas cubiertas de barro y repetir que las cadenas son para los hombres, haciendo molinetes con la navaja.
Y así pasó un año, y buena parte de otro.
Leía todas las noches el Año Cristiano , y se sabía al dedillo las vidas de los santos.

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