Ejemplos con avanzaba
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El rico avanzaba los labios, poniéndolos en forma circular como la boca de una trompetilla, y aspiraba el aire con ruido fatigoso.
El muchacho avanzaba su cabeza de pequeño moro, como si pretendiese introducirla por el cristal.
Y el día de la votación avanzaba rápido, a pesar de los subterfugios del Gobierno, y los periódicos se desgañitaban descomponiendo en cifras las fracciones del Congreso.
A medida que corrían las horas y la jornada avanzaba iba Artegui perdiendo un poco de su estatuaria frialdad, y cada vez más comunicativo, explicaba a Lucía las vistas de aquel panorama móvil.
En las cuestas, la custodia avanzaba trabajosamente.
Y tirando de los extremos de la chaqueta, avanzaba hacia el can con contoneos y saltos de lidiador.
Y el anciano pastor avanzaba la cabeza haciendo esfuerzos para ver con sus ojos casi muertos al hombre audaz que osaba realizar lo que toda la huerta tenía por imposible.
Y agitado en su interior por estos pensamientos, avanzaba penosamente, trazando zigzags como si estuviera ebrio, cada vez más pálido y extendiendo sus brazos al pedir mentalmente que lo arrancasen del mundo.
David, con corona de latón, barba de crin y el floreado manto barriendo los adoquines, avanzaba pulsando los bramantes de su arpa de madera, Noé, encorvado como un arco, apoyado convulsivamente en su bastoncillo, enseñaba el palomo que llevaba en su diestra a aquella muchedumbre que reía locamente ante esta caricatura de la vejez, detrás venía Josué, un mozo de cordel vestido de centurión romano, apuntando con una espada enmohecida a un sol de hoja de lata y caminando a grandes zancadas como un pájaro raro, y cerraban el desfile las heroínas bíblicas, las mujeres fuertes del Antiguo Testamento, que salvaban al pueblo de Dios cortando cabezas o perforando sienes con un clavo, representadas todas ellas por mancebos barbilampiños, embadurnadas las mejillas con albayalde y bermellón y vestidos con trajes de odaliscas.
La noche avanzaba, y el tránsito se hacía difícil por la acera estrecha, resbaladiza y húmeda, tropezando a cada instante con la gente que la invadía.
Pero como la obra avanzaba rápidamente, cada día se veía menos.
