Ejemplos con astro

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El Bouncing Beatnik y Jack-in-the-Box, de la serie Astro City de Kurt Busiek están parcialmente basados en el Creeper.
Aparte de la derrota contra Astro fenix que fue manipulada por Satorius, el único registro que se tiene de que Zane haya perdido es contra Syrus de pequeños, pero este último dijo que el mismo se dio cuenta de que lo hizo para hacerlo sentir bien,.
Luego en la segunda tempordada La Sociedad de la Luz, ya es un duelista de proliga, pero que por culpa de Satorius, quien manipula un duelo de Zane contra Astro Fénix, hace que pierda su confianza en si mismo, y cuando ha caído a lo más bajo, un sujeto desconocido le ofrece ayuda pero lo que hace es llevarlo a lo oscuro, haciendo que cambie su apariencia y personalidad de Zane Truesdale a.
En esta situación, la luz proveniente de un astro atraviesa una cantidad mucho mayor de atmósfera, que dispersa el componente azul, permitiendo el paso en línea recta al componente rojizo hasta el ojo del observador.
El hecho de que sea un eclipse el motivo de la salvación del grupo comete un grave error histórico con la cultura inca, la cual basaba su adoración religiosa en este astro.
A veces, el astro, oculto tras las cortinas de nubes, lanzaba por debajo de su orla una manga visible de luz, un chorro de linterna, un largo triángulo de blanquecino resplandor, como el de un paisaje holandés.
El reflejo del astro moribundo ponía una chispa de maligna vida en el óseo rostro de palidez de hostia, en la lobreguez de sus negras cuencas, en su sonrisa que daba espanto ¡Sí, era ella! Las nubes esparcidas a ras del mar parecían bullones y pliegues de una vestidura que ocultaba su inmenso esqueleto, y otras nubes flotantes en lo alto, una amplia manga, de la que se escapaban vapores más sutiles e indecisos formando un brazo de hueso rematado por un índice seco y corvo como una uña de presa, señalando lejos, muy lejos, el destino misterioso.
Más adelante se bifurcaba la ruta: una rama se dirigía a Valldemosa y otra a Sóller ¡Ay, Sóller! ¡La niñez olvidada que acudía de golpe a su memoria! Todos los años, en un carruaje como aquél, emprendía la familia de Febrer su viaje a Sóller, donde poseía una antigua casa, de amplio zaguán, la casa de la Luna, llamada así por un hemisferio de piedra con ojos y nariz que adornaba lo alto del portalón, representando al astro de la noche.
Y mientras saludaba al pequeño Ulises con su sonrisa de astro nocturno, seguía entrando y entrando el complemento dorsal de su persona, cuarenta años carnales, frescos, exuberantes, inmensos.
Remaron toda una noche, teniendo a sus espaldas, como astro de desgracia, el buque ardiente, que enviaba sobre las olas sus resplandores sangrientos.
El azul del cielo también se tornó rosado, y las montañas se incendiaron al reflejar el astro agonizante.
A veces el fulgor parpadeante de un astro parecía enganchar al paso el rayo visual de sus miradas, manteniéndolas en hipnótica fijeza.
Dioses y diosas: la JUSTICIA los cree iguales, doblad, pues, la frente, y demos a HOMERO la trompa, a VIRGILIO la lira y a CERVANTES el lauro, mientras que la FAMA publicará por el mundo la sentencia del DESTINO, y el cantor APOLO entonará un himno al nuevo astro, que desde hoy brillará en el cielo de la gloria y ocupará un asiento en el templo de la inmortalidad.
Y aunque para los dos fuese de noche al mismo tiempo, ¡quién sabe si luciría sobre sus cabezas el mismo astro! Cada hemisferio de la tierra tiene su cielo y sus constelaciones.
Él, volviendo la mirada hacia su compañera, creyó ver el reflejo del astro, como un punto de luz, en el temblor de una lágrima.
Si es verdad que Sarrió estará dotado en breve de un periódico que refleje sus legítimas aspiraciones, que sea el palenque donde se ejerciten sus inteligencias, el salvaguardia de sus más caros intereses, el centinela avanzado de su tranquilidad y reposo, el órgano, en fin, por donde se comunique con el mundo espiritual, felicitémonos, señores, ¡felicitémonos de todo corazón! y felicitemos también al ilustre patricio por cuyo esfuerzo va a llegar hasta nosotros un rayo de ese astro luminoso del siglo diez y nueve que se llama la prensa.
Hoy es plaza lo que ayer fue torre, lago lo que fue atalaya, cielo inconmensurable lo que fue astro esplendoroso.
Allí, en los campos de Dos Ríos, campos ya para siempre memorables, se apagó aquel astro inmenso que parecía inmortal, allí cayó peleando por la independencia de su patria, arremetiendo contra los defensores de la tiranía, la cabeza imperial descubierta y nutrida de leyendas y de asombros, con el alma en el aire, el batallador infatigable que fue para los cubanos, con sus racimos de palabras y sus manantiales de ternuras, como otra isla sonora y espiritual.
¡Fuera de la patria, si piedras negras se reciben de ella, de las piedras negras parece que sale luz de astro!.
Y con el énfasis de todo enamorado, la comparaba con el astro del amanecer, resultando que la amante vencía a la estrella en hermosura y esplendor.
Aunque fueseis inmortales, pasaríais millones de siglos saltando de astro en astro, sin dar jamás con el rincón que oculta su majestad de déspota destronado.
Caía el astro en el horizonte, y sin embargo, el pobre labriego se imaginó que sus rayos eran verticales y lo incendiaban todo.
Al ocultarse el sol, experimentó Batiste cierto alivio, como si el astro se apagara para siempre y su cosecha quedase salvada.
Esta atraería al Madrid de rompe y rasga, que brilla y que bulle, pequeña, pero venenosa levadura que corrompe la sociedad entera y la hace aparecer, al imponerle sus leyes a sus vicios, escandalosa hasta un punto que no lo es ciertamente, la otra atraería al Madrid honrado, sensato y devoto, no tan escaso como muchos creen, y en torno de uno y otro bando se agruparía al punto el Madrid verdaderamente inmenso, la gran falange cortesana de gente más bien frívola que corrompida, más bien insustancial que viciosa, que vive de reflejos y escandaliza o edifica, según es escandaloso o edificante el astro que le comunica sus resplandores.
Mi alma está sola, en la tenebrosa región del éter, en el vacío insondable y frío, sin astro que le dé luz ni calor, lejos de todos los soles, más lejos aún de donde tú moras.
Olvidaba las ilusiones de futura felicidad que se había forjado momentos antes, y el ataúd coquetón, aquel féretro de raso blanco y bordados de oro, parecía brillar ante él, como un astro que le iluminase con su camino.
Caía de los balcones una lluvia de pétalos de rosa, volaba el talco como nube de vidrio molido, estallaban luces de colores en todas las esquinas, y entre el perfume del incienso, el agudo reclamo de las cornetas, la grave lamentación de la música, la melancólica salmodia de los sacerdotes y el infantil balbuceo de las campanillas de plata, avanzaba el palio abrumado por la lluvia de flores, iluminado por el resplandor de incendio de las bengalas, y el sol de oro, mostrándose en medio de tal aparato, enloquecía a la muchedumbre levantina, pronta siempre a entusiasmarse por todo lo que deslumbra, e inconscientemente, lanzando un rugido de asombro, empujábanse unos a otros, como si quisieran coger con sus manos el áureo y sagrado astro, y los soldados que guardaban el palio tenían que empujar rudamente con sus culatas para conservar libre el paso.
A la pálida luz del astro nocturno columbré los principales edificios: el convento de los franciscanos, pesado y sombrío, la iglesia del Cristo con su arrogante cúpula, la Parroquia, la Casa Municipal, y a la derecha, en el montecillo, en una loma, siempre tapizada de mullido césped, la capilla de San Antonio, donde las muchachas solteras y sin galán iban a rezar y a decir aquello de.
A los dos o tres años de carrera, aquel molusco empezó a sentir vibraciones de hombre, y aquel ciego de nacimiento empezó a entrever las fases grandes y gloriosas del astro de la vida.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba