Ejemplos con apagó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Este proyecto se frustró y poco después emergía uno alternativo en Bilbao, el del Museo Guggenheim, lo que motivó las iracundas críticas de Oteiza y una controversia que sólo se apagó ante el inusitado éxito del nuevo museo.
Según la mitología, apagó la pira funeraria de su padre en el monte Eta.
Apagó la pira funeraria de su padre en el monte Eta.
hasta que Shifu las apagó todas con un movimiento de la mano, denotando la extremada paciencia de Oogway.
Un día a medianoche tuve la oportunidad de acercarme al géiser caminando por la alberca y de manera repentina se apagó entonces constaté que la descripción que hiciera el poeta jesuita era verdad, además de entender porqué le llaman pozo loco: sus aguas efectivamente subían de nivel.
Zuko descubre que Iroh ya conocía este secreto y que había mentido acerca de haber matado al último dragón, y le dice Aang que ahora entendía por qué su Fuego Control no funcionaba, esto es porque la llama de su vida era capturar a Aang y recuperar su honor, pero una vez que se unió al grupo se apagó esa llama de odio y enojo, y aparecía la que era energía como la del sol.
Se apagó la luz, se apagó la voz, se apagó la pluma, se apagó la imagen.
Después del escándalo, Puro Hueso dice que la mano no reprodujo la pesadilla del Coco, ya que cuando tuvo él la mano, la apagó, así que el Coco de verdad no podía asustar a nadie.
Momentos después, el motor cuatro se apagó y poco después hicieron lo mismo los otros tres.
Al presentarse La Rondalla, sus interpretaciones fueron inmediatamente acogidas con grandes aplausos por el público que llenaba el auditorio de la Normal, y en determinado momento, un guasón queriendo jugar una broma de mal gusto, apagó la luz.
Uni, doli, teli, catoli, estando la reina sentada en su silleta, vino el rey, apagó el candil, candil, candol, cuentalas bien, que veinte son.
El motor del Redstone se apagó un segundo después del despegue, provocando el fallo de lanzamiento.
Apagó la vela y se tendió en la cama, experimentando una sensación de bienestar al verse en la obscuridad, con la espalda hundida en las crujientes blanduras del jergón.
Apagó la luz y fumó en la obscuridad, complaciéndose en el latido del pequeño tizón del cigarro, que se ensanchaba con sus chupetones.
Cuando entré en él, la vela que llevaba se me apagó y una salamandra se me puso en la mano.
Se apagó la luz arrogante de sus pupilas.
Cecilia se echó una manta por encima de los hombros, apagó la luz y se sentó detrás de los cristales del balcón.
El terrible Piscis se destacó acto continuo, trepó por la esquina de la pared y con su bastón lo apagó al instante, rompiendo, por supuesto, el tubo.
Allí, en los campos de Dos Ríos, campos ya para siempre memorables, se apagó aquel astro inmenso que parecía inmortal, allí cayó peleando por la independencia de su patria, arremetiendo contra los defensores de la tiranía, la cabeza imperial descubierta y nutrida de leyendas y de asombros, con el alma en el aire, el batallador infatigable que fue para los cubanos, con sus racimos de palabras y sus manantiales de ternuras, como otra isla sonora y espiritual.
Quedó la capilla solitaria, y una religiosa lega, que se deslizaba como una sombra, apagó las luces una a una, sin que la condesa de Albornoz se moviese de su sitio ni diese muestras de vida.
Despidió al criado, disculpando al tío Frasquito con una alarma infundada, apagó el gorro, todavía inflamado, en la jofaina llena de agua, abrió un poco la ventana para renovar el aire y volvió presuroso a su cuarto, donde el tío Frasquito le aguardaba.
¿Cómo entrar sola en su cuarto? Miss Buteffull apagó la palmatoria.
Y cuando se apagó completamente, yo seguía viéndolo.
El criminal se embozó bien en la capa y apagó la luz de su cuarto para coger los restos de la víctima y sacarlos ocultamente.
Al punto se apagó la llamarada, y encogiéndose de hombros levemente, la señorita repitió:.
Desnudóse honestamente, colocando la ropa en una silla a medida que se la quitaba, y apagó el velón antes de echarse.
Y así como suele decirse: el gato al rato, el rato a la cuerda, la cuerda al palo, daba el arriero a Sancho, Sancho a la moza, la moza a él, el ventero a la moza, y todos menudeaban con tanta priesa que no se daban punto de reposo, y fue lo bueno que al ventero se le apagó el candil, y, como quedaron ascuras, dábanse tan sin compasión todos a bulto que, a doquiera que ponían la mano, no dejaban cosa sana.

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