Ejemplos con andén
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
El antiguo andén en dirección a Nation todavía se ve.
Morir es como un viaje en tren: lloran los que se despiden en el andén, pero el que viaja está muy contento.
Completan las instalaciones de la estación dos vías con andén en la parte exterior de la marquesina y diversas vías de estacionamiento.
Al final del centro del andén la pared está decorada con un mosaico de Pavel Korin titulado Paz por todo el Mundo.
Al igual que todas las construidas, cuenta con andén central y un diseño abierto, espacioso y luminoso.
Además, es la única estación con andén central, que se hizo porque la densidad de instalaciones subterráneas no permitía otra cosa.
No hay necesidad de guardar y sacar unidades durante la apertura y cierre del servicio, pueden quedarse en el andén por la noche.
En los tímpanos de los túneles en los extremos de las estaciones entre Montparnasse-Bienvenüe y Saint-Lazare se puede leer todavía DIRECTION MONTPARNASSE o DIRECTION MONTMARTRE acompañados de una flecha indicando el andén a la derecha del texto.
Dentro del municipio de Boulogne-Billancourt la línea sigue el trazado de la calle del Castillo, calle estrecha que ha obligado a costruir las dos estaciones de metro de este municipio con un andén central usado para ambas direcciones.
Teniendo en cuenta la fragilidad del material móvil esta maniobra se ha simplificado de forma que el andén inferior no se usa más para esta línea, los trenes invierten la marcha en el andén superior.
La estación de Place des Fêtes sólo tiene servicio en dirección Pré-Saint-Gervais, pero tiene dos vías y andén central porque la vía situada al norte sirve de apartadero.
Este andén estaba antes bordeado por una vía apartadero.
La estación Saint-Augustin tiene un andén muy ancho en dirección a Mairie de Montreuil.
La estación de Lourmel tiene una tercera vía a lo largo del andén dirección Créteil que sirve de origen al túnel de enlace a cocheras.
Este enlace de vía doble llega al oeste de la estación y recorre el andén dirección Château de Vincennes del que está separado por una pared.
Luego, el tren especial de los viajeros de América le había conducido a París, dejándolo a las cuatro de la madrugada en un andén de la estación del Norte entre los brazos de Pepe Argensola, joven español al que llamaba unas veces mi secretario y otras mi escudero , por no saber con certeza qué funciones desempeñaba cerca de su persona.
Rompió el tren a andar, y quedose Sardiola de pie en el andén, agitando la servilleta en señal de despedida, sin mudar de actitud hasta que el humo de la chimenea se borró en el horizonte.
No se veía más que la negrura exterior, que apenas contrastaba la confusa penumbra del andén, el farolillo del guarda que lo recorría, y los mustios reverberos aquí y allí esparcidos.
Lanzose desatinado al andén: el tren, con pérfida lentitud de reptil, comenzaba a resbalar suavemente por los rieles.
Al cabo logró Miranda que llegase su vez, y ya con el talón en el bolsillo, saltó del andén a la vía triple buscando su departamento.
Los restantes viajeros se desparramaran ya por el andén a fin de coger sitio en el expreso, que acababa de llegar y detenerse, vibrante aún de su rápida marcha, en la estación.
Por su parte, el séquito de la novia empezó a animarse también, y a vueltas de algún suspiro y de limpiarse los ojos con los pañuelos y aun con el dorso de la mano, fueron rebullendo los grupos de hormigas negras, con ánimo de abandonar el andén.
Más allá del andén, extrañamente silencioso ya, resplandecía el cielo claro, de acerado azul, se extendían monótonas las interminables campiñas, los rieles señalaban como arrugas en la árida faz de la tierra.
Anunciaba ya la máquina con algún silbido la próxima marcha, acelerábase en el andén el movimiento que la precede, y temblaba el suelo bajo la pesadumbre de los rodantes camiones, cargados de bultos de equipaje.
Había grupos curiosos y dignos de examen, ofreciendo el andén de la estación de León golpe de vista muy interesante para un pintor de género y costumbres.
Un hombre de unos treinta años saltó el primero de un , y atravesando el andén antes que la multitud lo invadiese, llegó al carrefour con ese aire seguro y exento de toda perplejidad que anuncia siempre al viajero práctico en añagazas de aduanas, estaciones y caminos de hierro.
Enrique llegó bien y fue recibido con vivas por aquella turba, en el andén de la estación.
Por la noche, ¡con qué placer saltó al andén de la estación, hendiendo a codazos la muchedumbre que obstruía la salida! Con los zapatos llenos de polvo, llevando en las manos dos ramas de naranjo cargadas de bolas de oro que esparcían fresco perfume, pasó como un hombre satisfecho de la vida ante los revisores y dependientes de Consumos que vigilaban la puerta, y corrió a la calle de Gracia, metiéndose en la escalerilla con un arranque de audacia que a él mismo le causaba asombro.
La luz caía sobre el piso del andén, formando un semejante al que describe la lluvia de una regadera.
