Ejemplos con amonestación

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Gielgud no pudo ir a la ceremonia al estar rodando bajo la dirección de Andrei Wadja, El director de orquesta, enviando en su lugar a Michael York, recibiendo una amonestación por ello.
En tales circunstancias, le llegó una amonestación del comando divisionario por su demora, molestado por esto, se presentó en el puesto de mando de una de sus compañías y dio la orden: Adelante, el fortín está desocupado.
Con carácter Confidencial reservado, fue distribuido gratuitamente entre todos los Jefes, Oficiales, Suboficiales y Clases del Cuerpo de Carabineros y entre todos los Jefes, Comisarios y Agentes de Primera de la rama civil, juntamente con una hoja previa firmada por el Director General que hace afirmaciones de este tipo: Este documento, antes de constituir un ataque, es una amonestación paternal y de amigo.
El adulterio de la mujer chorotega era sancionado con una amonestación, un fuerte castigo corporal y la expulsión del hogar.
Colecciones fueron adoptadas en cada una de las reuniones, generalmente con la amonestación de Ninguna moneda, por favor.
La sanción consistente en una amonestación por escrito acordada en pleno por los ministros de la corte no acayó la palabara de García, que cada vez sonaba con mayor resonancia en el medio nacional e internacional.
La Confesión trata principalmente sobre la organización de las congregaciones y la atención se centra en el bautismo, la Cena del Señor, la amonestación fraterna, la elección de los pastores, el rechazo a la violencia, a los juramentos y a la participación de los cristianos en los poderes del mundo.
Cuando llegó esta amonestación, ya Lucía había hecho por instinto lo que el Padre Urtazu le aconsejaba.
A doña Lupe le pareció la amonestación muy impertinente y descortés, porque ¿a santo de qué venía el hablar de pecados ajenos, teniendo tantos propios de qué ocuparse? Verdad que su sobrina política no había sido un modelo, pero ya estaba corregida y no había que volver sobre lo pasado.
Bonifacio Arnaiz y en sus sueños inocentes, otras preciosidades que la mamá solía mostrarle de vez en cuando, previa amonestación de no tocarlos, objetos labrados en marfil y que debían de ser los juguetes con que los ángeles se divertían en el Cielo.
Sonrió con dulzura al decir la última frase, y después, tomando un tono de familiar y cariñosa amonestación, añadió:.
-No, no vengas con disculpas -dijo Gloria en tono de amable amonestación-.
Concedió licencia el arzobispo para que con sola una amonestación se hiciese.
Su discurso fue como un resumen de todo el cristianismo por el analísis sencillo y animado de los mandamientos de Dios, y teniendo presente el orador que se dirigía a ánimas juveniles, que era necesario tanto convencer como conmover, presentó el fin de un célebre incrédulo incorporándose en su lecho de muerte para dejar en herencia a su hijo que quedaba huérfano, a falta del buen ejemplo de su vida, la gran amonestación de su muerte.
Buena pareja ¿eh?: hoy va la tercera amonestación a misa mayor, y mañana se casan.
- No querría, madre, me combidasses a consejo con amonestación de deleyte, como hizieron los que, caresciendo de razonable fundamiento, opinando hizieron sectas embueltas en dulce veneno para captar e tomar las voluntades de los flacos e con poluos de sabroso afeto cegaron los ojos de la razón.
» Con tal amonestación y expediente logró de los egipcios que estimasen su persona y considerasen como deber el servirle.
Y aunque tan cariñosas emociones como poco comunes a su pecho, humedecerían sus ojos, quitasen algo a su lengua de la soltura que le era natural, no pudo arrancarse del lecho de su discípulo sin dirigirle entre grave y tierno, o si se quiere entre cuerdo y mentecato la amonestación siguiente:.
-¡Don Hermenegildo!, ¡don Hermenegildo! -dijo don Bautista con tono de amonestación y golpeando fuerte en su mortero-, ¡en mi casa no me gustan esas cosas!.
» no des tales epítetos a ningún nacido de madre, sin estar bien segura de que lo merece -dijo el reverendísimo en tono de afable amonestación.
» A tal amonestación de los Efopos respondió resuelto, Anaxandrides que ni uno ni otro haría, pues ellos exhortándole a tomar otra mujer dejando la presente, que no lo tenía en verdad merecido, le daban un consejo indiscreto, que jamás pondría por obra, por más que se cansasen en inculcárselo.
De primera intención, Guerra le contestaba mandándola a paseo, pero la amonestación caía en su alma como un bálsamo y le aplacaba.
¡La Marisabidilla aquélla, que se arrogaba la facultad de juzgarme, de criticarme y de aconsejarme! Porque si bien no me había dicho nada concreto aún, yo leía en sus ojos la amonestación preparada.
No pude seguir porque vi venir sobre mí a los cuatro clérigos con una melosa amonestación para que me callara.
Al pronto pareció no recordar, no digo la persona, pero ni el nombre de usted, de donde saqué la convicción del lastimoso estado de su caletre, pero luego, mi segunda y tercera amonestación le refrescaron los aposentos de la memoria, y se manifestó complacido del recuerdo, añadiendo que no existía ningún amigo que tanto le interesase.
Nadie debía ir a aprovecharse de ramaje o a tomar agua de la fuente antes que los Espartanos, porque tenía lictores apostados, que a latigazos hacían retirar a los que se acercaban, y queriendo en cierta ocasión Aristides hacerle alguna amonestación y advertencia, arrugando Pausanias el semblante, le respondió que no estaba de vagar, y no le dio oídos.
Minucio miró esta amonestación como jactancia de un viejo, y haciéndose cargo de las fuerzas que le habían cabido en suerte, se fue a acampar solo y aparte, teniendo Aníbal noticia de cuanto pasaba, y estando en acecho de cualquier ocasión.
Hallábase en Sardis el fabulista Esopo, llamado por Creso, y siendo tratado con distinción, estaba mal con Solón, porque no era capaz de ninguna condescendencia, así, en aire de amonestación, le dijo: “¡Oh, Solón! con los reyes o se ha de conversar poco o a su gusto”, y Solón a esto: “O muy poco o para su bien”.
-Pues digo que quisiera oír el domingo vuestra primera amonestación.
-Mañana se lee la primera amonestación -respondió el señor cura desde el pórtico de la iglesia, donde acababa de aparecer.

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