Ejemplos con alumbramiento

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Una prolongación del segundo estadío del alumbramiento es otro tipo de distocia en el que el feto no ha sido expulsado al transcurrir tres horas desde que el cervix materna esté completamente dilatada.
Los taínos rendían honores a esta diosa, personificada por las ranas, para que protegiera a las parturientas y facilitara el alumbramiento.
En efecto, Roque Barcia Martí debió nacer en Sevilla circunstancialmente, la ciudad en la que fue bautizado a los diez días de su alumbramiento en una ciudad con la que apenas se cruzaría en su vida.
El marido debía permanecer junto a su mujer durante los primeros días que seguían al alumbramiento, aunque la mujer se haya incorporado a su trabajo ordinario paulatinamente.
Cuanto más grande y más oscura es esta mancha, más próximo está el momento del alumbramiento, a veces hasta se pueden distinguir pequeños puntitos negros en esta mancha, que son los ojos de los alevines.
¡Si haces eso, levantaré en un solo día, ciertamente, mil quinientas casas de alumbramiento.
Sus padres estaban felices de tener un segundo hijo tras el alumbramiento de cuatro hijas.
De esta manera, el pintor intenta representar que en el momento de la alumbramiento de Jesucristo es cuando el Mundo conoce la Luz Divina, y presenta al Niño como foco de luz que guía a la humanidad en su camino hacia la Verdad.
Para muchos autores el alumbramiento termina el período del parto, pero otros consideran un cuarto periodo que sería el de recuperación inmediata y que finaliza dos horas después del alumbramiento.
Los principales problemas estructurales con los que se encontró el barrio los primeros años fueron la falta de alumbramiento y de transporte público que comunicara con el centro.
Martin Heidegger se refiere a ella como alumbramiento, utilizando este término en su sentido más amplio.
El haz infrarrojo alumbra el cuerpo detectado, y el alumbramiento es emitido por el cuerpo para ser percibido por la cámara e interpretado en una imagen monocromática.
Por otro lado la minuciosidad con que se llevó a cabo el alumbramiento de los restos y su posterior estudio permitió a los historiadores reconstruir la sociedad cortesana sumeria desde sus inicios protohistóricos en el IV milenio a.
Y asistimos al alumbramiento de una excelente novela.
En medicina, el término distocia se emplea cuando el parto o alumbramiento procede de manera anormal o difícil.
Dependiendo en el momento en que ocurre la mastitis, puede ser clasificadas en mastitis puerperal, usualmente pocos días o semanas después del alumbramiento y en mastitis no-puerperal, en cuyo caso ocurre sin estar asociado a la lactancia.
La mujer quedó tan cansada y enferma que nunca se recuperó del alumbramiento.
En el Áticame dijo aquel día de sobremesa don Amaranto, ostentando didácticamente un tenedor de peltre, al modo de férulase iba a buscar la sabiduría al mercado o bajo el pórtico de Júpiter Liberador, donde Sócrates, con palabra ligera y gesto sonriente, parteaba, como avezada comadrona, el alumbramiento de las ideas, al huerto umbrátil de Academo, donde Platón, de hombros anchos y labios melifluos, empollaba en las almas jóvenes los alados anhelos con que volasen de lo sensible a lo absoluto, en el Liceo, donde el seco Estagirita desmontaba en piezas la máquina del mundo, y mostraba sus relaciones, ensambladuras y modo de funcionar.
Uno nació en Andalucía, otro en Castilla, otro en Cataluña cada permuta, cada traslado, era señal de un alumbramiento de Manuela, bondadosa y pacífica mujer de carácter apático, que parecía venida al mundo para cuidar una casa y poblar un reino.
Mil veces mejor preparadas están las aldeanas para el gran combate de la gestación y alumbramiento, que al cabo es la verdadera función femenina.
Tenía anotados en el registro de su cabeza el precio de los comestibles, el nombre de los predicadores que subían al púlpito en todas las iglesias de Madrid, los días de vigilia, el número de cintas que se ponían a las escofietas, la cantidad de purgas que tomara tal o cual señora para curar su inveterada dolencia, los días o meses que a otra le faltaban para llegar al ansiado instante de su alumbramiento, y otras muchas curiosísimas cosas, que le daban el valor de un verdadero tesoro.
Llegó al fin el alumbramiento, y encomendándose a Dios y a cierto comadrón que había en Ateca, hombre de gran ingenio, dio a luz un niño, el cual no entró en el mundo con señales de elegido entre los elegidos, sino tan flaco, enteco y encanijado, que no parecía sino que su madre, distraída en aquel perpetuo soñar de coronas y tiaras, había apartado su organismo de la nutrición del muchachejo.
Y pasan otra vez, y vuelven de nuevo, y tornan a repetirse, salpimentadas, por supuesto, con un sinnúmero de impertinencias y de contrariedades nuevas, hijas legítimas del cúmulo de necesidades que se van creando en tu casa con cada vástago, y de los resabios que va adquiriendo tu mujer en cada alumbramiento.
Se me olvidaba decir que el buen señor pasaba ya de los cincuenta y cuatro, y que doña Sabina andaba muy cerquita del medio siglo, siendo la niña Enriqueta el fruto de su último alumbramiento, tras otros cinco bien desgraciados.
«Era el papel de esposo, llegado el trance del alumbramiento, demasiado pasivo, desairado».
Cuando el futuro padre vio aquellos pliegos en que se aludía al próximo alumbramiento de su mujer, y se aludía con misteriosas oscuridades, que no eran contestación a nada de lo que él había escrito, y más parecían malicias inextricables, sintió hasta repugnancia moral, y cortó por lo sano.
después del alumbramiento.
Bajando por la escalera, unas opinaban que el furor de la Valcárcel era fingido, que bien satisfecha estaba con el descubrimiento, otras pensaban, más en lo cierto, que si algo halagaba esta potencialidad a Emma, no le daban lugar a satisfacciones el terror del parto, el asco y la repugnancia a los menesteres de la maternidad después del alumbramiento.
Se hacían cálculos respecto de la mayor o menor proximidad del alumbramiento, suponiendo que las cosas fueran por sus pasos contados a un feliz desenlace.

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