Ejemplos con alma

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Y así este poeta aristocrático, que no habla nunca más que de lo más íntimo de su alma, crea una poesía que contiene en forma pura, selecta y personal todo lo que constituye el encanto único de la tierra andaluza donde vió el sol, una poesía llena de matices de color y de olores delicados e intensos, de flores y de jardines, de fuentes rumorosas en el misterio de las noches estrelladas, de muchachas soñadoras y pálidas, de pueblos dormidos, de paisajes dolientes, de soledad sonora y luminosa, de dulce y triste recogimiento interior.
Quiero decir con esto que su obra es la expresión fiel y sincera de su alma, que ningún esfuerzo ha sido ahorrado para lograr la mayor perfección e intensidad, que ninguna consideración fuera de este ideal artístico ha tenido cabida en el alma del poeta, el cual marcha, puro y abnegado como un santo, a la busca de su ideal sin concesión alguna a ningún otro interés humano.
Quizá no todos los hombres sean capaces de entenderlo, porque muchos de ellos al crecer llegan a cegar de los ojos del alma por donde entra la luz poética.
Te he dicho, Platero, que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No, el alma de Moguer es el pan.
Y el alma, Platero, se siente reina verdadera de lo que posee por virtud de su sentimiento, del cuerpo grande y sano de la naturaleza que, respetado, da a quién lo merece el espectáculo sumiso de su hermosura resplandeciente y eterna.
Y un poeta grande y sencillo, capaz de entender a los niños y a los burros, ha envuelto la visión plateada del asnillo en la aureola melancólica de su alma piadosa y sensitiva.
Pero el alma del poeta penetra en tal forma la figura real del borriquillo que nos es difícil entender que sean dos personas distintas, y se nos antoja que Platero no es otro que el poeta mismo, la expresión poética de lo ingenuo, puro, infantil, irracional e instintivo de su alma.
Aunque estudió en la Universidad de Sevilla, no le llamaba Dios por ese camino, y desde muy joven encontró en la poesía el desahogo de su alma exaltada y sensitiva.
Su obra de juventud muestra bien claramente el tesoro de ternura que encerraba su alma enferma de ansia de amor no satisfecha, de melancólico disgusto por todo lo que es bajo en la vida.
Y, cual contestando mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio.
No se conformaban, claro está, con que todos, el prójimo y ellos, salvasen el alma de la misma suerte, pues también en el cielo, como en este valle de lágrimas, hay capas sociales, hay coros, dominaciones, tronos, etc.
El bien sumo a que ellos aspiraban era a salvar el alma, y de una manera secundaria, cuando surgía la oportunidad, cooperaban a que el prójimo se pusiese en vía de salvar la suya.
Y así vegetaba ahora, a la vera de doña Basilisa, siempre unidos, transmitiéndose templadas corrientes de mutuo afecto conyugal, pensando en salvar el alma, y no descuidando ayudar a salvar otras.
Xuantipa había arañado y cortado y pinchado desde el principio, pero en fuerza de frotar, arañar, cortar y pinchar, a Belarmino le parecía el roce más blando cada vez, y sentía ya el alma redonda, suave y como lubrificada al contacto con su áspera cónyuge.
El alma de don Restituto y de su consorte era tan simple e ilusionada, que Dios hubiera pecado de cruel si en el momento de llevarlos de este mundo y abrirles la puerta del cielo no hubiese ordenado a San Pedro, acomodador en jefe, que les situase en una platea proscenio, desde donde pudieran ver bien y que los vieran bien a ellos.
¿No será un hipócrita? ¿No continuará tan apóstata como antes? ¿Salvará su alma?.
Posee, evidentemente, un alma racional, como criatura humana que es, pero es un alma racional que no es racional.
¿He desnudado mi pensamiento? Su alma se halla todavía en el período infantil, o de idiotez, si ustedes quieren.
Con frecuencia, y ya que estaban apaciguadas, dilatábame largo rato en el cafetín departiendo con las desdichadas, y del coloquio extraía provecho espiritual, puesto que la compasión, a que me movían, es un depurativo del alma, y también observaba los tipos, casi todos estrafalarios, que concurrían en el antro.
Allí estaba Belarmino, empapado en la tiniebla, desfallecida el alma, atravesando un terrible y cavilando lo que debía hacer.
Para ti, alma generosa, no es noble ni decorosa la terrena inhumación.
Cada una tiene su personalidad, su alma, su fisonomía, su gesto, su biografía.

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